Retos de una pasión

Alegria y disgustos.

Me habían permitido pasar al hospital para ver a mi Alex, que posiblemente ni se recordara de mi debido a la semana que pasó en coma y en rehabilitación. No sabía que iba a decirle cuando lo tuviera enfrente, asi que opté por pedirle disculpas inmediatas por todo lo que ha tenido que pasar gracias a mi y mis problemas. La verdad es que no éramos nada formal ni por el estilo para que el se encargara como lo hizo de mi, para que se preocupara y sufriera tanto por mi culpa, ni mis propios padres lo hubiesen hecho. 

Pero bueno, aqui estaba ahora, sentada esperando que el doctor terminara de revisarlo para que me dejaran entrar. Su madre me miraba con desprecio, y la comprendo por que su hijo y toda su familia ya paso mucho por mi culpa. Por otro lado Pamela, hablaba con el doctor encargado de la rehabilitación.

-Hola Matilda, cuanto tiempo puedes quedarte? --Pregunto dudosa.

-Creo que unas horas, todo depende como reaccione Alex al verme, si levanta cargos contra mi, pues estoy jodida, no tengo ni un centavo para pagar un abogado, y tu ya hiciste mucho por mi.. --Explique tranquila, me atenía a mis consecuencias.

-Ya puedes pasar joven, pero si el señor Alejandro se altera, debera irse. --Advirtio el doctor saliendo de la habitacion  y dirigiéndose donde la madre de Alex.

Dejé a Pamela hablando por celular, me acerqué a la puerta. Respiré profundo, me preparé mentalmente, no esperaba que aún me amara como antes después de todo lo que ocurrió, no iba a llorar frente al amor de mi vida, eso nunca.

Entré.

-Hola Alex. --Dije poniendome a su lado, el estaba dormido al parecer, pero tan pronto me escuchó, pareció reaccionar.

-Matilda.. --Trato de levantarse, pero no se lo permití, no debia alterarse o me sacarian de aqui.

-Aqui estoy Alex, como estas? --Alex miro a la puerta, parecía buscar la respuesta correcta, ya me estaba asustando.. quiza me mandara al diablo o algo asi.

-Pues, me hacías falta. --Sus palabras me sorprendieron.- Ya era hora que vinieras a verme, no crees?

-Hablas enserio.. yo.. yo pensé que ya no me amabas como antes, pense que no querías saber de mi luego de todo lo que ha pasado.. y estoy presa... 

-QUE ESTAS QUE?! --Oh no.

-Alex no te alteres porfavor, no hagas mucho escándalo, si notan algo extraño me sacaran de aqui y me llevarán a la cárcel otra vez porfavor no quiero ir ahí.. 

Empezaba a llorar, suplicaba que dejara que me quedara un rato mas con el, la verdad es que esa semana en custodia de esos hombres fue horrible, lo mismo que vemos en las telenovelas, pues asi es la vida de una presa, bueno, al menos yo estaba en el destacamento y no en la cárcel cárcel de verdad.. por ahora.

Alex estaba bien, se recordaba de mi y dijo que le hice falta.. eso me puso muy feliz, pero no pondra feliz a todos y menos a su madre quien en estos momentos me desprecia.

-Esta bien, pero ayudame a sentarme. --Pidio, por lo que lo ayudé a acomodarse en la camilla, puse unas almohadas en su espalda.- Como es eso de que estas presa, que ocurrió Matilda?

-Pues.. cuando el hombre te disparó, me Asusté mucho y me dio mucho coraje, así que agarre el arma de Sebastian y le disparé a el.. --Una lagrima cayó por mi mejilla, asi que Alex levantó su brazo con mucho esfuerzo y la secó.

-Wow, no puedo creerlo.. 

-Pense que me odiabas por eso, por que te dispararon, cuando en verdad debieron de hacerlo conmigo, por meterte en tantos líos.. ya sabes. --Trate de explicarme sin ponerme a llorar como una magdalena en las mañanas.

-No te odio preciosa, al contrario, te amo mas por haberle disparado a ese hombre. --Dijo, tomándole de manos y atrayendome a el. Buscó mis labios y cerró el espacio entre ambos. Fue un beso tierno pero lleno de desesperación, angustia, dolor pero sobre todo, un beso sincero, lleno de amor y esperanza.

-Alex.. 

-Sh, calla, te amo si? Nada nos va a separar.. --Dijo sobre mis labios, haciendo que yo sonriera sobre los suyos. 

-Te recuerdo que estoy presa.. no se que haré, no tengo dinero.. --Dije, cuando nos separamos buscando oxígeno propio.

-Yo te ayudaré, mi familia no dudará en hacerlo. --Aun me agarraba de manos, y sus ojos brillaban, de alegría quizá.

Ambos nos mirabamos a los ojos, no habia que pronunciar palabra para ver que nuestros ojos nos decian. 

-Yo no pienso ayudar en nada Alejandro, que te quede claro. --La gritona voz de su madre hizo eco en toda la habitación, rompiendo el precioso momento por el que pasabamos. 

-Mama, que te hizo cambiar de opinión?

-Sencillo, que te llamen a las tantas de la noche a decirte que tu hijo esta muriéndose en un hospital por un disparo.. todo lo que haz pasado y esta ninita no agradece? No hijo, lo siento, pero en el juicio del viernes yo declarare a su contra. --Dicho esto, se retiró de la habitación.

Yo no podía decir nada, por dos razones: 1ra, ella esta en lo cierto, todos han pasado muchas por mi culpa y 2da, Alex casi muere con ese disparo, así que si, la entiendo perfectamente, si desea verme presa pues esta bien, presa estare.

Ademas, seria muy egoísta de mi parte pedirles mas de lo que ya me han dado en este tiempo. Tenía que buscar a mis padres, no sabia como pero debia de hacerlo, ellos debian de ayudarme, aunque no quisieran saber de mi en mucho tiempo, son mis padres, deben de tener un poco menos frío el corazón para su unica hija, digo.. si es que sigo siendo hija unica o si siguen vivos.

Me quedé petrificada, no hablaba, no escuchaba nada, apenas escuchaba mis propios pensamientos ya que en ellos estaba perdida. Aún no entendía como Alex se fijó en una chica como yo. Doy pena.

-Matilda, éstas aquí? --Decia Alex, chasqueando los dedos frente a mi, lo que me hizo volver a tierra firme y despertar de mi trance.

-Si, aqui estoy. 

-No le hagas caso a mi madre, es que todavia esta asombrada y asustada por lo del disparo, pero da por hecho que ganaremos en ese juicio, y no tiras a la correccional, okey?

-Si, esta bien. 

-Ya debes de irte? --Pregunto un poco modesto.

-No, pero creo que debes de descansar, demasiadas emociones en un dia. 

-Quedate aqui, me hiciste muchisima falta preciosa. --Dijo, acariciandome el pelo, el si que sabe como tratar conmigo.

-Oye Alex.. puedo preguntar algo? --Dije, acomodandome en su pecho frio por la bata. 

-Claro, si no es nada malo.

-No, no lo es.. bueno.. que somos? --No se como salieron las palabras, estaba nerviosa, no sabía que respuesta esperar o cual no. 

-Nunca te pedi que fueras mi novia, por que no te veo como tal.

Sus palabras casi me hacen llorar, me arrepentí demasiado de haber preguntando.. entonces.. el estaba jugando conmigo y ya?

-Debiste ver tu cara, parecías zombie. --Le di un toqué juguetón en el hombro. --Te veo como mas que eso Matilda, grabatelo en el cerebro, te amo y nunca te dejaré a menos que tu asi me lo pidas.

 No pude responder a eso, solo me tiré a sus brazos y lo abracé fuerte como soliamos hacer antes. Cerré el espacio y Sonreí sobre sus labios, como me hacían falta.

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