-¿No te parece demasiado... revelador? -dijo mi inocente amiga Rachel mientras me miraba vestirme sentada desde mi cama.
-¿Revelador? -la miré fingiendo una mirada de sorpresa mientras apoyaba mi mano derecha en mi pecho-. ¿Te refieres a mí? -le sonreí juguetona con un tono de picardía en mi voz.
-No sé ni para que me molesto -fijó su vista en su celular.
-Ya sabes lo que dicen Rachel -llamé su atención-. Si el producto no se exhibe no se vende.
-¿Tus padres ya están enterados? - dejando su celular de lado, ¿por qué siempre debía ser tan correcta?, pero la verdad era que no, mis padres no tienen idea de la fiesta que se armará en casa después de que ellos se marchen.
-No me hagas preguntas cuyas respuestas no querrás escuchar -mi rostro se torno neutro, sin expresión alguna.
-Otra vez, no sé ni para que me molesto en hacerlo -suspiró Rachel-. ¿A qué hora dijiste que sería?
-A las nueve comenzarán a llegar las primeras personas -le contesté.
-¿Y a qué hora se van tus pa...? -Rachel no terminó su pregunta ya que escuchamos que la puerta de mi habitación se comenzó a abrir, sin cuidado de haber sido golpeada para pedir permiso antes.
-Hola Rachel -saludo mi madre-. _______, -dirigió su mirada hacia mi y mi "reveladora" vestimenta-. Tengo que hablar contigo.
-Dime de una vez que es lo que hice ahora, porque ni siquiera yo lo sé -si creen que en estos momentos me siento sorprendida, les aviso de antemano que no es así, hice tantas cosas ya por las que he estado esperando un largo sermón de mi madre, por lo que no me sorprendería que viniera a llamarme la atención por alguna de ellas.
-Que yo sepa nada -cerró la puerta detrás de ella-. Y vengo a decirte algo para evitarlo, para evitar que una vez más termines por arruinar el apellido _______ -hizo una pequeña pausa-. Y la reputación de la familia, nos vamos en unos minutos, sólo esperamos a que llegue quien va a cuidarte.
-¡¿Cuidarme?! -Rachel soltó una enorme carcajada-. ¡No necesito a nadie que me cuide!, yo puedo cuidarme sola -mi madre solo rodó los ojos y salió de mi habitación-. ¡¿Puedes creerlo?! -le grité a Rachel-. ¡Me contrató un guardia!
-¿Será un guardaespaldas?
-Lo dudo, mis padres no me dejarían a cargo de alguien que tenga tres cosas dentro de su pantalón, saben que soy capaz de seducirlo.
-¿Eso te halaga?
-Rachel no tengo tiempo para mi orgullo ahora -tomé mi celular y me aseguré de que todos quienes estaban invitados invitaran a más gente-. Lo más seguro es que sea una anciana, porque si es alguien joven la podré influenciar fácilmente.
-Tus padres si que te conocen.
-Lamentablemente si -suspiré-. Tenemos que deshacernos de ella como sea, iré a hablar con mis padres -salí de mi habitación para dirigirme a la de ellos.
¿Esto es enserio? Mis padres contrataron a alguien para vigilarme, genial, no creí que pudieran caer tan bajo. Toqué a la puerta de su habitación.
-Entra -escuché hablar a mamá, giré la manilla y entré con una enorme sonrisa en mi cara.
-¿Ya están listos los padres más maravillosos, hermosos y buenos del mundo? -dije con mi mejor cara de niña buena.
-De todos modos vendrá -soltó mi padre-. Tus tácticas de "cariño" ya no funcionan con nosotros, cariño -dijo mi padre acomodando su corbata.
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「𝒃𝒂𝒅 𝒈𝒖𝒚」| ; KTH +18
Fiksi PenggemarLas fiestas, la ropa, los chicos, las chicas, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mi corta edad de dieciséis años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres adinerados y viviendo la...