CREANDO RECUERDOS.
La anciana les había dado hospedaje a Gintoki y a Kagura por el tiempo que quisiesen a cambio de que la ayudaran con las tareas del hogar cosa que alegró a Gin y a Kagura debido a que podían ahorrar el dinero del hospedaje y tener la facilidad de buscar pequeños trabajos que dejaran ingresos, pero, debido a que ese sitio estaba inundado de amantos obreros sólo obtenían muy pocos.
--¿Cuánto llevamos aquí?-- preguntó Gintoki un poco cansado.
--Dos semanas~aru--
--¿Cuantos trabajos hemos obtenido?--
--Cinco~aru--
--¿Cuánto dinero tenemos?--
--Muy poco~aru-- ambos suspiraron agotados sentándose en una de las esquinas de la calle, no hace mucho habían ayudado a un señor a cargar todo lo necesario para que construya su casa pero su paga había sido muy poca, Gintoki miró al fondo de unas de las calles encontrandose con soldados del Bakufu.
--Kagura prestame tu paraguas-- Gintiko pidió agarrándolo para cubrir a ambos con el mientras los soldados pasaban sin prestarles atención, tal vez pensando que eran vagabundos, cuando doblaron en una esquina Gintoki tomó a Kagura y se apresuró en regresar a la casa de la abuela.
--Oh llegaron temprano aún no esta listo el almuezo, ¿ya se cansaron de buscar trabajo?--
--No hables abuela, nos encontramos agotados-- Gintoki expresó cansado caminando a la parte trasera de la casa junto a Kagura pero se detuvo para aclarar unas dudas --¿Sabes por qué hay tantos soldados del Bakufu abuela?--
--¿Ya te diste cuenta?, la verdad siempre han habido muchos patrullando solo que esta zona no había estado nunca en su mira--
--Pero ¿Por qué ahora si?--
--Bueno han surgido rumores de que en este sitio se esconden traidores hacia el Bakufu--
--¿Y cómo se enteraron?--
--Gracias a personas que venden a sus camaradas o familiares con tal de preservar sus vidas u obtener un puesto importante en el gobierno...por cierto aqui tienes lo que me pediste-- la anciana expresó interrumpiendo a Gintoki quien quería seguir haciendo más preguntas, pero al recordar el contenido de aquella bolsa se calmó y le agradeció a la anciana por el favor que le había hecho al hacer aquella compra y también agradeció de cierta forma por la informacion que le había proporcionado.
Apretando aquella bolsa se sentó ante la mirada curiosa de Kagura en el corredor de afuera.
--¿Que es eso?~aru--
--Un regalo-- dijo dándole la bolsa a Kagura quien la abrió encontrándose con un cuaderno y un lápiz
--Muchas gracias Gin~chan-- expresó contenta abrazándole para dejar una hoja y poner su nombre y el de Gintoki en la siguiente --¿Gin~chan cómo es este planeta?~aru-- Kagura preguntó lista para apuntar todo lo que Gin le dijera pero este sólo se quedó pensativo por varios minutos pensando en una respuesta convincente.
--No puedo hablarte del planeta en si, pero puedo hacerlo de Edo el hogar de los samuráis--
--¿Samuráis?~aru--
--Si, ellos son guerreros que se apegan al bushido--
--¿Y qué es eso Gin~chan?--
--Para la mayoría de los samuráis, el bushido es un código de lealtad hacia sus gobernantes, y, en caso de llegar a romper aquel código o mostrar deslealtad al Shogun deberán cometer seppuko--
--¿Y para el resto?~aru--
--Una forma de avanzar basado en jurar lealtad a uno mismo buscando un camino propio independiente de obedecer a los altos mandos, en otras palabras, una forma de libertad--
--Si un soldado leal al bakufu te escuchara decir esas palabras, serías juzgado como traidor y tu cabeza sería separada de tu cuerpo--
--¿Acaso tú les dirás abuela?--
--Me duele mucho la garganta, no creo que pueda-- La anciana habló con una sonrisa sirviéndoles sus respectivos almuerzos para sentarse a comer con ellos.
--Abuela, ¿tú qué opinas de los samuráis?~aru--
--¿Los samuráis? Huhhh, a ver, son sobre todos guerreros inquebrantables que protegen su honor hasta la muerte, pero a la vez muchos son unos monos salvajes que sólo velan por sus intereses sin importarles que lo que estén haciendo sea el bien o el mal--
Kagura asintió escribiendo lo que había escuchado de la abuela y Gintoki para luego sonreír satisfecha.
--¿Pueden seguir hablándome sobre los samuráis?~aru--
--¿Acaso has encontrado el tema interesante Kagura~chan?-- la abuela preguntó contenta observando al peliplata ver los escritos de la pequeña con una sonrisa nostálgica, por un momento aquellos recuerdos que había vivido en la Shoka Sonjuko anotando solo lo más importante que su maestro decía habian vuelto a su memoria haciéndole sentir una mezcla de alegría y dolor que fue disipado al ver a la niña dibujar algunos trazos.
--¿Qué haces Kagura?-- Gintoki preguntó pero no obtuvo respuesta hasta dentro de unos minutos donde Kagura riéndose les enseñó lo que estaba haciendo, era un dibujo de un ser greñudo con ojos de pez muerto que se encontraba a los lados de una conejo y abrazando a esta se encontraba una ancianita.
--Ahora siempre que vea este cuaderno los recordaré y me sentiré protegida y felíz al saber que ustedes estaran ahí para cuidarme y sonreírme~aru-- Kagura expresó sonriendo felízmente contagiando a Gintoki y a la anciana que comenzaron a reír ante la ternura de aquella pequeña.
