-¡¡Feliz Año Nuevo!! -Esas son las palabras que inician el nuevo año de todos, para mi, empezó de la peor manera posible. Estoy en Cartagena con toda mi familia, lejos de mis amigos y de mi casa. Antes vivía aquí, pero por asuntos del trabajo de mi papá, tuvimos que mudarnos a Bogotá, pero toda mi familia vive aquí y todos son cristianos. No me malentiendan, mi familia me cae bien, pero en este tipo de reuniones, en vez de bailar y disfrutar de buena comida, predican y hablan de Dios. Mis hermanos, mi prima Laura y yo somos los únicos que odiamos este tipo de reuniones.
En vez de estar con mi familia, me conecto en videollamada con Bella y Mati que están en una fiesta con casi todo el colegio. Estar con ellos fue lo único que hizo especial este momento.
Tuve que colgar porque empezaba el culto, obviamente tengo que asistir, aunque mi papá es el que predica, no quería escuchar, me hice atrás y no les presté atención. A mitad del culto, cuando me estaba quedando dormida, Carlos tocó mi hombro y me hizo señas para que saliéramos del lugar.
-¿Qué quieres Carlos? -Pregunté como si me interesara seguir en la reunión, pero prefería quedarme allí afuera y él lo sabía.
-Deberías agradecerme Mily, las chicas no querían, pero insistí en que debías divertirte el primer día del año. –Bianca y Laura me veían felices -Vamos a una fiesta a pocas cuadras de aquí, va a ir mucha gente del barrio, algunos de tu edad. ¿Te apuntas? –Sentí a mi conciencia que me decía que mis padres se enojarían conmigo, que me castigarían y que iba en contra de los principios de Dios, tiré ese pensamiento a lo más lejano de mi cerebro y acepté ir a la fiesta.Este día por fin se ponía bueno, ya era hora de vivir algo de adrenalina. Conozco a la gran mayoría de la gente, entre persona y persona, bailes y comida, la pasé super bien. Carlos y yo nos fuimos al centro de la pista y empezamos a bailar y saltar como si nadie nos viera.
Salí a buscar a mi prima, en el camino me encontré a la anfitriona de la fiesta, estaba muy borracha por lo que logré ver. -¡Esmeralda, hola! -Quizo decir Emily, está tan borracha que me extraña que no se ha desmayado aun.
-Hola Vero, que buena fiesta -Dije gritando porque empezó la música.
-¡Lo sé! -Dijo riendo -Acompáñame -Dijo tomándome del brazo.
Cuando llegamos un chico de mi edad me ofreció una cerveza, dije que no quería, pero al instante me entró la curiosidad: ¿A qué sabrá?, Mis papás no están, no lo sabrán, aunque, no estoy en edad para tomar, ¿Si tomo una no me hará daño verdad? Entre tanta curiosidad, me dejé llevar y recibí el vaso. Al comienzo me pareció amarga, es obvio que arrugué la cara porque todos empezaron a reírse, seguí tomando y al final me gustó su sabor. Así que pedí otra ronda, en total fueron 5 rondas, pero estuvo increíble.Recordé que estaba "buscando a mi prima" así que me fui a buscarla, tambaleándome pues no veía bien el camino. Choqué con sillas, mesas, personas y hasta le tiré la cerveza a alguien. No la encontraba por ninguna parte, fui a buscar alrededor de la pista de baile. Intenté buscarla, o al menos reconocer su cara en alguna de las personas que estaban bailando, pero no la encontré. Vi una cara que me parecía familiar, estaba fuera de la pista, me acerqué a asegurarme de quien era, mis ojos no podían creerlo, era... Simón. ¿Qué hace él aquí?
Sonó una canción lenta en la pista, volteó a mirarme y me sonrió. -¿Me concedes este baile? –Entre tartamudeos logré decir que sí, tomó mi mano y me llevó al centro de la pista, puso mis manos en su cuello y él puso las suyas en mi cintura, me recosté sobre su hombro y me deje llevar por el olor de su delicioso perfume y por la música.
No lograba entender que pasaba, pero me prometí que nunca olvidaría este momento entre él y yo. Unos minutos después llegaron mis hermanos y mi prima y me llevaron al carro, mencionaron algo sobre nuestros padres o algo así. Es lo último que recuerdo antes de desmayarme.
Despierto y me encuentro en mi habitación. -Ay, mi cabeza -Dije tapándome con la cobija.
-Una noche increíble, ¿No lo crees?
-Uf si, fue increi... -En ese momento me di cuenta. Mi conciencia empezaba a pesarme más y más mientras una palabra salía de mi boca. -¿Papá?
-Creí que no te darías cuenta Emily -Dijo mi papá quitándome la cobija –Solo me dice Emily cuando está enojado conmigo.
-Lo siento papá fue sin culpa, quise salir y...
-Silencio, como puedes hacernos esto a tu mamá y a mí, tú sabes lo que Dios piensa de esto y lo que dice la biblia sobre.......... -Mientras que él hablaba y me daba su sermón, recordé el momento tan lindo que viví con Simón en la fiesta. -... Así que estás castigada, sin celular por lo que queda del viaje señorita
-Si señor -Entregué mi celular y actué como si me doliera, pero en realidad no me importa, el viaje se acaba en 2 días, mis amigos deben estar jugando o en el cine por el fin de semana así que no les haré mucha falta.
Después del viaje me devolvieron mi celular, le conté a Bella por videollamada lo que pasó con Simón, creo que se emocionó más que yo. Una semana después me fui a un campamento de la iglesia. Suele ser bastante aburrido, pero ahí está Kate, una compañera del colegio que asiste a mi iglesia, ella hace que sea un poco menos tedioso.
No contaba con que, en el campamento, sucediera la tragedia.
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Diario de una Chica Cristiana
SpiritualEmily tiene una vida muy normal, ella y su familia cristiana deberán pasar por muchas cosas... ¿Será ella capaz de decidir lo que quiere?... ¿Sera capaz de superar LA TRAGEDIA?