-Buenos días Emily- Escucho a mi mamá que me llama, hoy regresaré al colegio, tengo miedo de cómo será.
Han pasado unas pocas semanas desde que regresé a mi casa, muchas cosas han cambiado desde entonces, cada mesa u objeto puntiagudo ha sido tapado para que no me golpee con ellos, todo en la casa ahora tiene su propio espacio y no puede ser movido de ahí, así yo sé donde se encuentran las cosas, principalmente en el baño y mi habitación. Ya aprendí a usar el bastón de apoyo. Para vestirme, debo aprender a distinguir mi ropa por la textura, por ahora ya aprendí a diferenciar algunos de mis pantalones, mis vestidos y mi uniforme del colegio. Ya aprendí a ir al baño y ducharme por mi cuenta, mientras que me arreglo, mi mamá me ayuda a elegir la ropa del día y en este caso, a alistar mi maleta del colegio.
Cuando salgo de mi habitación, me dirijo a la cocina, es una ventaja que mi casa es de un solo piso, así no debo enfrentarme a ningún tipo de escalera aquí. Llegué al comedor, tomé asiento y sentí con mis manos el vapor de la comida. Mi mamá me dice que es, busco los cubiertos en la mesa y, dependiendo de qué comida sea, intento comer sin tirar nada al suelo o encima mío.
Mientras comía escuché que alguien se sentó a mi lado izquierdo.
-Hey- Dijo una voz que hace mucho no escuchaba.
-¿Bianca?- Dije sin reconocer muy bien su voz.
-Hola hermanita, ¿Cómo haz estado?-
-¡Pasó mucho tiempo desde que escuché tu voz! Me alegra escucharte, yo estoy bien, intentando adaptarme. ¿Y tú cómo estás? ¿Cómo va el bebé?-
-Me alegra que estés bien, me imagino que no es fácil, el bebé está bien, hoy tengo cita para verlo o verla por primera vez-
-Estoy muy feliz por ti- De hecho, me hubiera gustado ver a mi hermana un poco más, saber cómo se siente, quizá eso me hubiera ayudado a distraerme de lo que me está pasando, pero es la primera vez que hablo con ella desde que me fui al campamento de la iglesia.
-De hecho, vengo a pedirte perdón, no estuve cerca cuando estabas en el hospital, no te ayudé a mejorar, no te acompañé cuando estabas superándolo, fue muy egoísta de mi parte solo concentrarme en mi y en mi error y no ayudarte a ti.- Se escuchaba que quería llorar, estiré mis brazos para que me abrazara, se que no es fácil tener la responsabilidad de cuidar a alguien más, y mucho peor, después de que su novio la dejara al enterarse del embarazo. Cuando se acercó la abracé con mucha fuerza y le dije que no se preocupara, han sido días difíciles para ambas, después se separó, tomó mi mano y la acercó a su vientre, logre sentir que ya está un poco grande, tengo muchas ganas de ser tía...
Desde que Mati se mudó a unas cuadras de mi casa, sus papás me recogen y me llevan cada mañana de la escuela. Escucho el carro parquear frente a mi casa y espero que Mati entre (tiene las llaves de la casa pero solo las usa en estas ocasiones).
-Hola niña ¿Lista para regresar?-
-No mucho, pero lo intentaré-
-Te oigo preocupada-
-Lo estoy Mati, tengo miedo de cómo será todo ¿Y si se burlan de mi? ¿Y si se alejan de mi? ¿Cómo voy a hacer para ubicarme en el colegio? No quiero tropezar ni hacer el ridículo frente a todos.-
-Hey, no te preocupes. Si alguien se burla de ti, pregúntale cuántas veces ha estado ciego. Si se alejan de ti, nos tendrás a Bella y a mi que nunca lo haremos. Para ubicarte en el colegio yo seré tu GPS, además tenemos las mismas clases. No te voy a dejar tropezar ni hacer el ridículo, y si sucede, entonces me caigo contigo para que se burlen de ambos, ¿Ok?-
-Ok ok, me convenciste.- Dije riendo
-¿Podemos partir majestad?- Dijo, se que extendió su mano así que extendí la mía y él la tomó.
-Estoy lista querido caballero-
Llegamos al colegio, aunque no puedo ver, sé que las personas nos miran y escucho como susurran entre ellos, solo tomo la mano de Mati más fuerte y confío en que él me llevará al salón de clases. Al entrar, sentí que Bella me abrazó.
-¡Gaby! ¡Por fin regresas! Me haz hecho muchísima falta estas semanas que no has venido.-
-Lo se, yo también extrañaba venir.- Siento un ambiente pesado, como si las personas no quisieran que regrese, como si ya no perteneciera aquí. Bella notó que me sentía incómoda así que me llevó a mi puesto y se sentó a mi lado.
Tuvimos clase de Inglés, cuando empezó el recreo me sentía muy mal así que Mati solo me llevó afuera y me senté en el pasto.
-¿Estás bien? Te veo preocupada-
-No se Mati, siento que ya no pertenezco aquí-
-¿Por qué lo dices? Claro que perteneces aquí-
-No me siento bien, sé que la gente habla de mi, y tienen razón, ahora soy diferente a los demás. Además no podía ver lo que el profesor mostraba en el tablero del salón, no puedo tomar notas de las clases ni ver los textos escolares, en este colegio no hay lugar para alguien tan distinto como yo- Mati no sabía que decir, en el fondo sabe que tengo razón y que no se puede hacer nada al respecto.
Mientras entrábamos al salón, la directora me habló y me dijo que vaya a su oficina.
Tome asiento, por alguna razón siento que esto no va a salir bien.
-¿Cómo estás Emily?-
-Estoy bien, gracias-
-Tenemos que hablar de tu estadía en el colegio- ¿A que se refiere? Yo estoy bien en el colegio.
-Se que puede ser difícil para ti adaptarte al colegio con esta nueva condición que tienes, la razón es porque este colegio no está diseñado para ti. Verás, existe un programa de colegios inclusivos para personas con tu condición, nuestro colegio no tiene este programa y por eso no podemos brindarte la educación que te mereces. Ya le hablé a tu papá de esta opción y ya te matricularon en un colegio con este programa... Hoy será tu último día en este colegio-
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Diario de una Chica Cristiana
روحانياتEmily tiene una vida muy normal, ella y su familia cristiana deberán pasar por muchas cosas... ¿Será ella capaz de decidir lo que quiere?... ¿Sera capaz de superar LA TRAGEDIA?