Capítulo 1 - Kakarotto, el guerrero Saiyan y La Leyenda de las Dragon Ball

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En lo profundo de la montaña Paoz, un auto iba a toda velocidad por los caminos de este alejado lugar, en el auto iba una linda y sexy chica de 19 años, era una chica de cabello púrpura, de ojos azules, era una chica esbelta con grandes pecho y un hermoso trasero respingón, llevaba puesto un vestido amarillo con rayas, además de un cinturón café donde tenía varias bolsas, en su cabello usaba un listón rojo, la chica estaba sonriente manejando mirando a un pequeño aparato circular con una pantalla circular con cuadrados verde y en el centro un triangulo rojo centrado en una cruz, en un punto en especifico de aquél aparato donde parpadeaba una luz amarilla señalando un punto en algún lugar donde al parecer se dirigía la chica ya que estaba cada vez más cerca, la chica conducía tranquilamente cuando vio como a lo lejos aterrizaba en el camino una figura que llevaba cargando en sus hombros un gigantesco pes que sería del tamaño de su automóvil, la chica gritó y solo pudo ver como la figura de un chico de al menos 1,60m miraba como el auto se acercaba a él a gran velocidad y la chica no pudo hacer nada, pero el chico simplemente alzó un pie y detuvo en seco al auto causando que la chica se golpeara la cabeza con el volante del auto, la chica un poco aturdida asomó la cabeza por la ventanilla para gritarle al chico, pero no se esperó lo que vio, era un chico, pero uno muy peculiar.
El chico era casi de su misma estatura, tenía el cabello largo hasta medía espalda de color negro con puntas y un brillo gris, este consiste en tres mechones colgando a la derecha de su frente y dos colgando a la izquierda, su cabello también se levanta en la frente con cuatro picos y tres mechones por detrás, pero destacando un largo mechón casi en el centro de su frente, el chico vestía de manera extraña, usaba botas blancas con calcetines del mismo color y pantalones verdes, además de una camiseta negra sin mangas y en su espalda llevaba lo que parecía ser un báculo de color rojo, el chico tenia una piel pálida, pero no tanto como la de ella, a pesar de que el chico podía ser mas joven que ella, se veía muy atractivo y esos ojos negros tranquilos e inexpresivos le causaba a la chica cierto interés, la chica se asustó un poco ya que para empezar no sabía de donde había salido, así que salió del auto gritándole al chico.
- ¡Oye, tú! ¿De donde saliste? ¿Cómo es que te apareces como si nada en medio de la carretera? – Preguntó la chica que veía como el chico quitaba su pie del auto donde había golpeado, la chica vio como el frente del auto estaba destruido y se sorprendió al darse cuenta que había sido ese chico el que detuvo el auto evitando golpearlo, la chica se quedó viéndola fijamente y el chico con una voz tranquila le dijo.
– Eres tú la que debería tener cuidado, sería un desperdicio si llegarás a morir siendo tan linda y joven – Dijo mientras la veía y volvía a cargar el enorme pez que llevaba mientras la chica se quedaba viéndolo sorprendida al escuchar que le decía linda, no pudo evitar sonrojarse y sentirse avergonzada mientras se llevaba las manos a la cara a ver que aquél chico tan extraño, pero atractivo le decía un cumplido. La chica miró su automóvil destruido y dijo.
– Ow se destruyó mi auto, ahora, ¿Qué hago? – Dijo, la chica se giró al chico y le dijo – Oye guapo, ¿Podrías ayudarme? – Preguntó al chico que se giró a verla y dijo.
– Claro, yo vivo cerca de aquí, mi abuelo me enseñó a tratar bien a una hermosa chica, aunque mamá me enseño que si me interesa debería tomarla, pero aun no llamas mi atención – Dijo el chico causando que la chica lo viera con una gota deslizándose en su nuca, aunque debía admitir que el chico era sincero y hablaba de manera tranquila y directa.
La chica siguió al chico que se había presentado como Son Kakarotto, pero luego cuando caminaba vio algo extraño que antes no se había fijado, el chico tenía una larga cola de mono color marrón y se asustó cayendo al suelo señalándolo.
– Ti… tie… tienes… co… cola – Dijo la chica mientras Kakarotto la observaba y agitaba su cola y dijo.
– Claro, yo si tengo cola, eso es por que soy un orgulloso Saiyan que fue criada aquí en la Tierra – Dijo Kakarotto mientras la chica lo veía con sus ojos como platos y decía.
– Eso… ¿eso quiere decir que eres un extraterrestre? – Preguntó la chica algo trastornada por lo que decía el chico.
– Si, yo llegue a la tierra con mi madre cuando era bebé cuando nuestro planeta fue destruido, ahora me estoy haciendo más fuerte para vengar a mi raza – Dijo Kakarotto mientras tenia una expresión triste que hizo que la chica lo viera bajo otra mirada, el chico a pesar de ser un extraterrestre, había sido criado en la tierra y mostraba ser más humano, tenía determinación y era alguien tranquilo, pero podía sentir que el chico era alguien fuerte y eso le gusto a la chica.
– Vaya, un extraterrestre con fuertes convicciones, pero sin duda eres muy fuerte, eso es lo que me gusta de un chico, además eres muy guapo, de seguro tu y yo podríamos ser novios – Dijo mientras miraba de manera coqueta a Kakarotto que la vio y dijo.
– No empieces algo que no puedes terminar – Dijo mientras seguía su camino donde la chica lo seguía y a lo lejos vio una casa. Era una casa pequeña, pero tan gran donde tres personas podrían vivir cómodamente, tenía una casa circular unida a otra casa de madera en forma de L, cerca de la casa había una pequeña casita de estilo China, y en esta salía un anciano que caminaba con las manos en su espalda mientras caminaba hacía el chico que al ver a su abuelo dijo – Hola abuelo, traje este pescado para la cena, además me encontré con está chica que necesita ayuda – Dijo Kakarotto mientras saludaba a su abuelo que se presentó a la chica con una pequeña reverencia, Son Gohan no había cambiado para nada en los 12 que pasaron desde que salvó al niño y a su madre, sin duda el anciano había encontrado la fuente de la vida eterna.
Son Gohan era muy feliz al tener la compañía de Gine y Kakarotto, a los que quería como hija y nieto, desde que llegaron se volvieron una familia feliz y con el tiempo, mientras Kakarotto crecía, entre Gine y Gohan lo entrenaron en combate (Como los Saiyan) y en las artes marciales, Son Gohan lo entreno en las distintas artes del kung-fu, pero mas que nada le enseño todo lo que sabía de la escuela del legendario Kame Sen’nin, eso llevo a Kakarotto a ser un genio virtuoso en estas artes aprendiendo muy rápido, además Gine le enseño todo lo que sabía sobre el poder de los Saiyan aprendiendo técnicas que la mujer sabía y aprendido de su esposo Bardock.
La vida del chico fue tranquila, había tenido un par de incidentes donde se transformó en un Ozaru, pero ahí estuvo su madre para controlarlo mientras Son Gohan mantenía la distancia, fue cuando la mujer le enseñó control aun estando transformado cosa que solo los adultos podían lograr, pero Kakarotto tenía fuerza de voluntad y había logrado cierto control al transformarse, incluso se había entrenado en lo profundo de las montañas lejos de vida humana y animal donde había aprendido a invocar una luna artificial.
– Vaya así que usted es el abuelo de Son-kun, yo soy Bulma y vengo de la capital, iba de camino para acá cuando me tope con él, a educado usted a ese chico muy bien, es todo un caballero y muy fuerte y vigoroso – Dijo la chica pelipúrpura sonrojada y el anciano sonrió y dijo.
– Vaya gracias, yo soy Son Gohan, mi nieto es muy suertudo al conseguir una chica tan bonita, bueno muchacha eres bienvenida en esta casa, solo esperó que le agrades a Gine, es un poco… especial – Dijo sonriendo nervioso mientras guiaba a la chica dentro de la casa mientras veía como Kakarotto estaba preparando la hoguera para asar el pescado.
De repente, la puerta de la casa se abrió con fuerza revelando la figura de una mujer joven, esta estaba vestida con una licra debajo de una falda blanca, además tenía una blusa sin mangas negra, el atuendo lo finalizaba con unos zapatos estilo oriental como botas, la mujer vio que había llegado su hijo y sonrió al ver que estaba preparando el pescado que había traído, pero luego se fijó en la chica que estaba detrás de Sonido Gohan, se dio cuenta que era una chica linda con un buen cuerpo, además se dio cuenta que no le quitaba los ojos a su hijo y dijo.
- ¿Quién es esta chica? – Preguntó Gine, la mujer no había cambiado para nada, incluso se había vuelto más hermosa con el pasar de los años, la chica se acercó fijándose en la mujer y vio que estaba llena de grasa y usaba unos guantes. Bulma iba a hablar, pero fue Kakarotto el que habló.
- Es una chica que me encontré en el camino, Kaa-chan, tuve que detener el auto en el que iba antes de que se lastimara, pero dañe su auto, por eso la traje aquí, el abuelo dice que hay que ser caballeroso con las mujeres, además quizás puedas arreglar su auto – Dijo Kakarotto acercándose a su madre, que vio a su hijo y luego a la chica y de vuelta a su hijo y dijo.
- ¿Ya la reclamaste como tuya? Se ve que es una chica linda y fértil, seguro ella puede satisfacerte y de paso me das los nietos que tanto quiero – Dijo Gine, causando que una gota de sudor se deslizara por la nuca de Son Gohan mientras tosía nervioso, por su parte, Bulla se sonrojo a tal punto que parecía un tomate mientras que Kakarotto sólo sonrió tranquilo.
- No, Kaa_chan, apenas la acabo de conocer, pero debo aceptar que es linda, pero no se si es lo que espero, aunque no deja de coquetear conmigo – Dijo Kakarotto mientras Bulma lo veía sonrojada y vio algo asustada a la mujer que era la madre del chico que le estaba comenzando a gustar, Gine en cambio vio a Bulma y sonrió.
- Por supuesto, eres un chico muy atractivo, es lógico que se fijará en un guerrero Saiyan como tú, los hombres de este planeta son insignificantes, cuántos idiotas han tratado de querer algo de mi, pero todos terminan muertos, yo soy mujer de un solo hombre y ese es tu padre – Dijo Gine mientras miraba a la chica y se acercaba a ella viéndola de arriba a bajo – Entonces, muchacha, ¿Quieres meterte a la cama de mi hijo o quieres que sea él que se meta en la tuya? – Preguntó la mujer moviendo las cejas mientras le sonreía a la chica con voz pervertida.
- Yo… yo… ¿Cómo puede decir eso? Aún no nos hemos conocido, aunque no me importaría que sea mi novio – Dijo Bulma mientras se sonrojaba y tenía una gesto de estar avergonzada por la situación.
– Kaa-chan, ¿Crees que puedas arreglar el auto de esta chica? – Preguntó Kakarotto mientras Bulma veía a Gine que solo se cruzaba de brazos con una pose de orgullo.
– Por supuesto, todo lo que aprendí en el planeta Vegeta me ha servido para usarlo en este planeta, así que hijo solo trae el auto y yo lo arreglare – Dijo Gine mientras Kakarotto asentía y salió volando causado que Bulma quedará sorprendida mientras veía al chico volar.
– Puede volar, Son-kun puede volar – Dijo sorprendida viendo con los ojos como platos casi saliendo de sus órbitas mientras Gine la veía y sonreía.
– Por supuesto, nosotros los Saiyan podemos hacerlo, somos guerreros muy poderosos, pero Kakarotto será el más poderoso de los Saiyan y además resurgirá la raza, puede que no hayan mujeres Saiyan, pero quizás las terrícolas si puedan darme nietos fuertes – Dijo Gine, Bulma veía sorprendida a la mujer, si que era extraña, aunque era posible que llegará a caerle bien.
– Por cierto, ¿Está segura que puede arreglar mi auto? No es necesario, pero me ayudaría mucho en mi viaje, sería más cómodo ir en auto – Dijo Bulma mientras Gine sonreía con pose orgullosa.
– Por supuesto, en el planeta Vegeta aparte de ser una guerrera Saiyan, era una científica y aprendí de todo, estoy segura que la tecnología de la tierra no es tan avanzada como lo fue el planeta Vegeta – Dijo Gine, fue cuando Kakarotto regresó cargando el auto de Bulma y lo puso en el suelo, su madre se acercó y vio que estaba dañado el frente del auto, era posible que tuviera mas daños ya que estaba muy destrozado – Vaya, si que ibas muy rápido para el auto haya terminado así – Dijo Gine mientras revisaba el auto, Bulma se acercó al auto y sacó algunas cosa, incluyendo aquel aparato redondo que estaba sonando y la luz amarrilla estaba parpadeando y la chica vio que lo  que buscaba estaba muy cerca de allí.
- ¡No puede ser! La esfera del Dragón esta muy cerca de aquí – Dijo Bulma, los tres personajes la vieron extrañados, pero fue Kakarotto el que habló.
– ¿Esfera del Dragón? ¿Qué es eso? – Preguntó el chico a lo que Bulma dijo.
– Si, mira, estás son las esferas – Dijo mientras de un bolso de su cinturón sacaba dos esferas brillantes de color naranja que emanaban un brillo dorado del interior de ellas – Estás son las esferas del Dragón, estoy buscándolas, en total son siete, estás dos las encontré en el sótano de mi casa, estuve averiguando por muchas hasta que alguien me dijo que era esferas mágicas – Dijo Bulma, Kakarotto la miró tranquilamente y miró a su abuelo que asintió con la cabeza.
- ¿Así que mágica dices tú? – Preguntó Kakarotto.
- Si, según dicen, cuando están las siete esferas reunidas, aparecerá el gran Dios Dragón diciendo unas palabras mágicas y este Dios Dragón concede cualquier deseo que uno quiera pedir, como vez cada una tiene un numero de estrellas, estas tienen 5 y 2 estrellas – Dijo mientras Kakarotto las veía.
– Así que para eso funcionan, pueden conceder cualquier deseo, yo no necesito algo así, yo mismo puedo conseguir lo que deseo, mi deseo siempre ha sido ser siempre más poderoso y poco a poco lo estoy logrando – Dijo Kakarotto, a Bulma cada vez le comenzaba agradar este chico, era fuerte, con sus metas y deseos claro, quizás era más joven que ella, pero a ella no le importaba, quizás como le había dicho a Gine, Kakarotto podría ser el novio ideal.
– Eso es maravilloso, pero me gustaría encontrarlas, quizás tu y yo podemos buscarlas, puede que yo ya no tenga que pedir el deseo que tanto deseaba – Dijo Bulma mientras miraba sonrojada a Kakarotto mientras Gine miraba a la chica con una sonrisa mientras Son Gohan los veía feliz – Pero quizás puedan ser útiles – Kakarotto la miró y luego miró a su madre que sonrió y asintió, este solo miró a Bulma y dijo.
– Bien, Bulma, sígueme – Dijo mientras caminaba rumbo a la pequeña casita chica, la chica extrañada lo siguió cuando el anciano la apremio para que siguieran a su nieto, el chico abrió las puertas y dejo entrar a la chica, al parecer ese era el pequeño hogar del anciano, pero también había algo más, en fondo contra la pared había un atril con un pequeño cojín morado y en esta había una esfera del Dragón, esta era la esfera de 4 estrellas – Esa esfera la encontró mi abuelo hace años, no sabía para que servía o lo que hacía, así que la conservo como un objeto precioso que ahora pertenece a la familia – Dijo Kakarotto mientras la chica lo veía y veía la esfera, al parecer la esfera era importante para el anciano como para Kakarotto ya que veía que solo le importaba su madre y su abuelo, la chica iba hablar, pero Kakarotto se le adelantó – Estoy dispuesto a acompañarte en tu aventura para buscarlas, solo si al reunirlas sean para un deseo que sea importante, cualquier deseo egoísta esta mal, cualquiera pediría cosas malas, eso no es el propósito de estás esferas si algún Dios las creó, ¿aceptas, Bulma? – Preguntó mientras Bulma lo veía, él chico tenía razón, además quizás sería divertido tener esta aventura.
– Aceptó – Dijo la chica mientras sonreía.
Gine le dijo a Bulma que podría arreglar el auto en un par de días, ella tenía razón, la mujer tenía un excelente conocimiento en muchas cosas como mecánica, tecnología y electrónica, tanto así que en sus exploraciones con su hijo había encontrado robots que arreglaba y activaba para el uso diario como cocinar entre otras ya que, bueno, la mujer no era muy buena en la cocina, pero no era problema para ella ya que usando la ayuda de los robots le facilitaba eso.
Bulma veía que la mujer tenía un gran conocimiento, incluso podía saber tanto como su padre, estaba segura que en la Corporación Capsula, la empresa de su familia, sin duda destacaría mucho, más que todo por su conocimiento alienígena, estaba segura que la mujer solo necesitaba elementos, maquinaria y todo lo demás.
Mientras tanto, Kakarotto y Bulma viajarían en una moto, esta la había sacado la chica de una pequeña capsula que, según ella, había creado su padre y eran muy conocidas las cápsulas Hoipoi que funcionaban para guardar cualquier cosas, desde comida hasta cosas grandes como vehículos, incluso una casa y esto lo llevaba Bulma en un estuche de cápsulas numeradas y ordenadas.
El día que decidieron los dos irse, la chica hizo aparecer la moto, Kakarotto le había dicho que podría llevarla volando, pero ella se negó y dijo que prefería ir en su moto así que simplemente Kakarotto la seguiría volando y más que nada para ver si había algún enemigo en el camino y eso era lo que más le importaba, encontrarse enemigos que podría entretenerlo.
La aventura de Kakarotto y Bulma acaba de comenzar y los retos estaban por llegar, pero sin duda llegaría el momento en que Kakarotto de demostrar su verdadero poder, o quizás solamente, hacerlo estallar.

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