Capítulo 4 - El Deseo de un Saiyan

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Kakarotto estaba decidido acabar con la patrulla roja y encontrar la última esfera del dragón que necesitaban, el chico estaba decidido a buscar la última esfera, no tenía un deseo para pedir, pero era mejor tener las esferas a que las tuviera cualquier otro, y más si se trataba de la Patrulla Roja, le pidió a Bulma el radar del dragón para buscar la ultima esfera, y se fue volando a toda velocidad.
Mientras tanto, Bulma vieron irse a Kakarotto, pero desean ir tras él ya que puede necesitar su ayuda, el problema es que no tenían un medio de transporte que los llevara, fue en ese momento que Yamcha usando una de las cápsulas que ha robado, hizo aparecer un avión y dijo.
– Les daré este avión para que vayan, yo ya no tengo interés en ustedes, así que simplemente seguiré mi camino – Dijo Yamcha mientras se iba con Puar, pero Bulma le dijo algo que hizo que se detuviera.
– ¿Estas seguro que no vienes? Podrías conseguir muchas cosas en la base de la Patrulla Roja, habrían cosas que un mercenario como tu te podría interesar – Dijo Bulma a lo que Yamcha se giró para verla, eso llamaba su atención, además podría conseguir muchas cosas, más de lo que podría desear, así que acepto ir con ellos y todos subieron al avión, incluso el maestro Roshi que estaba interesado en saber que pasaría con el nieto de su más querido alumno, subieron rápido para seguir a su amigo, pero Yamcha tenía una buena pregunta.
- ¿Cómo encontraremos a Kakarotto? – Preguntó mientras despegaba y Bulma solo dijo.
- Siguiendo el rastro de destrucción, por supuesto – Dijo la chica sonriendo mientras salían volando a toda velocidad siguiendo a Kakarotto, este volaba rápidamente viendo el radar donde señalaba la ubicación de la esfera del dragón. Volando por un extenso bosque escuchó como  pequeñas explosiones sucedían en la entre los árboles, vio como misiles se acercaban a él, pero con gran agilidad los esquivaba mientras estos explotaban, estaba muy cerca de la base de la Patrulla Roja, el chico sacó su báculo rojo y comenzó golpear más misiles que salían de todos lados del bosque, desviaba estos para que explotaran, pero después de los misiles vinieron los disparos cosa que Kakarotto tuvo que volar más rápido y haciendo girar su báculo bloqueaba con destreza las balas mientras ya cansado de que le dispararan, con su mano libre, preparó su ataque y comenzó a disparar bolas de energía que destruía el bosque y con este las armas que le disparaban, guardó su báculo y ahora con ambas manos disparaba más esferas de energía que destruían todos a su paso, siguió avanzando en su camino de destrucción.
A lo lejos vio como decenas de aeronaves que volaban hacia él y sonriendo sacó su báculo que creció un par de metros y ondeándolo comenzó alanzar golpe tras golpe destrozando los aviones, además de disparar esferas de energía destruyendo más de ellos mientras Kakarotto se movía con agilidad y velocidad sonriendo ante su paso de destrucción y continuó así por varios kilómetros, destruía todo aquello que lo atacaba usando la combinación de su báculo y sus ataques rápidos, fue cuando a lo lejos vio una enorme base sobre una pequeña península, avanzaba más y más, siendo seguido por más aeronaves que disparaban, pero Kakarotto los destruía, fue cuando vio un cueva debajo de la península bajo la base y sonriendo se metió allí seguido de muchas aeronaves que lo seguían, pero estás dejaron de disparar ya que no veían nada, de repente una esfera azul brillante apareció en medio de la oscuridad mientras Kakarotto reunía su energía.
KA… ME… HA… ME… HAAAAA – Exclamó el chico mientras disparaba la esfera de energía, pero no hacia la aeronaves sino al techo sobre ellos causando una gran explosión en el túnel mientras se desplomaba toda la cueva mientras afuera un risco se destrozada mientras las piedras caían, mientras el resto de la base temblaba.
En el edificio principal, el comandante Red, estaba en la ventana tratando de mirar afuera, pero le pidió a su Oficial Black que lo alzará para ver, al hacerlo el pequeño hombre pudo ver como se destruía una pequeña parte de la península y luego como en el centro de la base se formaba un gran cráter que se hundía más y más, todo el ejército de la base se movilizó allí mientras se preparaban para atacar, fue cuando algo rápidamente salió del cráter y que daba en el aire sobre el ejercito que veía como la figura de Kakarotto brillaba azulado con su brazos cruzados en su pecho y abriéndolos con fuerza y gritando dejo expulsar cientos de esferas de energía contra el ejército que era destruido siendo arrasado por los ataques del Saiyan.
El comandante Red, asustado corrió hacía su escritorio mientras marcaba un numero en el teléfono y decía.
- ¿Qué demonios estás esperando? Ya está aquí, maldición… Mas te vale que te des prisa, yo voy a escapar de aquí – Dijo el pequeño hombre mientras tomaba la esfera del dragón y junto a Black escapaban del lugar mientras a lo lejos se escuchaba las explosiones mientras Kakarotto avanzaba por la base destruyendo todo a su paso.
Red junto a Black corrían deprisa mientras Kakarotto avanzaba destruyendo todo a su paso, los dos hombres corrían y entraron por una puerta donde estaba una nave para escapar, pero era solo de un tripulante así que el Comandante Red el dijo a Black que debía quedarse y sacrificarse, el oficial Black vio esto con sorpresa e indignado por eso comenzaron a discutir, solo fue hasta que Black traicionando a Red le disparó en la cabeza matándolo, Black subió a la nave y despegando escapó de allí mientras Kakarotto seguía avanzando y al llegar allí  vio como la nave despegaba y salía volando, pero lo dejo ir, vio como de uno de los bolsillos de Red salía la esfera del dragón y sonrió tomándola, ya tenía todas las esferas del dragón reunidas, de repente una explosión se escucho y vio como aquella nave era destruida mientras caía al mar, alzó la mirada y vio a una figura que flotaba en el aire.
Era un hombre alto, musculoso y con cabello largo, tenía un uniforme militar, donde la camiseta estaba el símbolo de la Patrulla Roja, además de una bandana roja en su cabeza, era algo moreno y sin duda alguien muy rudo y peligroso que nunca lo vio venir, no pudo sentir su ki, algo le decía que ese sujeto era sin duda poderoso, a una gran velocidad, aquel sujeto se lanzó a atacar a Kakarotto y posándose frente a él ataco con fuerza en un ataque a quemarropa, una gran explosión de energía se podía ver en la zona de la batalla mientras una figura aparecía volando entre la misma tras haber sido arrojada por todo el poder que ahora mismo estaba haciendo sacudir la tierra, Kakarotto estaba retrocediendo tras el ataque que casi lo había hecho volar en pedazos, con una sonrisa en sus labios, solamente podía ver cómo la figura delante de él se mantenía en el aire con esa mirada fría e indiferente mientras su mano aún dejaba salir pequeñas chispas de energía dónde ese el poderoso ataque había salido disparado.
- De acuerdo, jejeje esto de pelear contra alguien que no tiene ki es muy molesto, debe ser un androide - Decía con algo de emoción en su voz mientras una gran sonrisa aparecía en su rostro, después de todo, la idea de combatir contra alguien en verdad difícil de enfrentar era algo que lo hacía muy feliz,  poco a poco el suelo a su espalda comenzó a retumbar antes de hacerse pedazos mostrando una segunda figura que él no había podido percibir hasta que fue demasiado tarde pues un puño derecho se clavó en su estómago con toda la fuerza posible levantándolo del suelo sólo para que la pierna de ese nuevo enemigo se levantará para dar una patada giratoria a su rostro haciéndolo salir volando hasta atravesar todo lo que se puso en su camino, como una expresión de cierta molestia dio un giro en el aire antes de clavar sus pies en el suelo deteniendo su movimiento mientras sujetaba su mentón golpeado pues hasta ese momento no se había dado cuenta de que había un segundo androide en esa batalla.
Este tenía el mismo uniforme que el otro sujeto, solo que este tenía el cabello corto, rubio y de un aspecto serio, era más musculoso que el otro, pero un poco más bajo.
- ¿Son dos? Genial esto será emocionante en verdad – Dijo, por la mente del Saiyan de cabello negro paso el momento en el que se había encontrado con el primero de esos sujetos que solamente se le quedó viendo antes de que lo atacara con fuerza mientras él no sentía absolutamente nada de presencia de su parte por lo que sólo pudo asumir que se trataba de una máquina por eso mismo fue que lo arrastró hasta esta zona deshabitada sin darse cuenta de que el otro los había seguido escondido y ahora mismo los dos seres estaban delante de él con esa mirada carente de emociones fija sobre su persona
- Resistirse es inútil, somos más poderosos que tú y además somos dos - Dijo con una voz mecánica el pelinegro que podría ser el líder de aquellos androides mientras se cruzaba de brazos dándose así mismo un aspecto imponente.
- Lo más sensato ahora sería sólo rendirte para no tener que sufrir - Comentó el segundo de esos androides mientras el Saiyan solamente podía sonreír antes de negar a todo lo que ellos habían dicho pues rendirse era algo que no tenía en sus planes.
- Lo siento mucho, pero eso no es mi estilo, prefiero pelear y aplastarlos antes que dejar que le hagan daño a alguien – Dijo, las palabras retadoras del pelinegro solamente causaron que los dos seres comenzarán a avanzar en su dirección más y más rápido mientras el suelo se despedazaba a su paso.
Sabiendo de que estaban a punto de embestirlo con toda la fuerza posible el cruzó los brazos sobre tu pecho antes de lanzar un fuerte grito mientras dejaba que su poder explotará con toda la fuerza posible causando un gran terremoto mientras una onda de energía azul escapaba desde el interior de su cuerpo haciendo que su cabello cambiará de color a un negro mas claro y sus ojos negros estuvieran lleno de furia pues finalmente había liberado su poder y ahora mismo en una estela de energía se lanzaba en contra de los dos seres artificiales, con velocidad llegó al primero de ellos que recibió con un poderoso golpe de derecha en la cara haciendo que retrocediera ante el impacto sólo para bloquear el golpe del segundo que con una velocidad imposible lanzaba golpe tras golpe que eran detenidos una y otra vez por sus manos que desviaban y bloqueaban todo lo que estaba lanzando, el segundo de aquellos seres se levantó del suelo para atacar por la espalda lanzando un par de patadas que el guerrero pelinegro eludió moviéndose de un lado a otro mientras ambos eres trataban de golpearlo con toda su fuerza dándose cuenta de que el incremento de poder había sido mucho más de que ellos tenían contemplado y ahora mismo su adversario parecía estar a un nivel superior, uno de ellos como el rol principal estaba comenzando a atacar con toda la fuerza y velocidad que podía mientras el segundo se alejaba un poco para unir sus manos sobre su cabeza haciendo aparecer una esfera de energía rojo que comienzo a brillar y pulsar más y más fuerte mientras ganaba tamaño y poder para luego lanzar un ataque devastador en contra del Saiyan, en el último segundo lanzó una poderoso bola de energía que voló contra el suelo despedazando todo en su camino mientras el androide se movía hacia un costado y el Saiyan de cabello negro vio el golpe de frente, pero esta vez con sus manos extendidas a adelante y gritando con fuerza para soportar la energía que lo empujaba sobre el suelo despedazando todo a su paso mientras él sólo podía soportar más y más aquella embestida de energía que solamente lo estaba arrojando sobre el suelo al tiempo que con un grito de poder su energía azul escapaba aún más fuerte que antes desde su interior mientras levantaba los brazos en todo lo alto alejando el ataque que se elevó hacia la atmósfera del planeta antes de explotar en una colosal bola de energía roja que causó un gran estremecimiento en toda la atmósfera mientras su brillo por un segundo opacaba a la luz del sol.
- Ese ataque fue bastante peligroso, si hubiera usado eso en una zona con más gente habría causado demasiada muerte, estos androides no están jugando, será mejor que los acabe antes de que hagan algo más... peligroso – Pensó, solamente le bastó pensar un poco en eso antes de ver cómo los dos seres habían unido sus manos sobre su pecho haciendo aparecer una vez más esas esferas de energía roja que comenzaban a crecer y a brillar más y más mientras las dos máquinas dejaban escapar una gran cantidad de vapor de sus cuerpos dejando en claro que estaban forzando sus núcleos de poder más allá de lo que ellos mismos eran capaces de soportar.
- ¡Esperen un segundo sí usan tanta energía causaran mucho daño! - Gritó con algo de preocupación Kakarotto mientras sentía como esa energía extraña aumentaba más y más de intensidad antes de que ambos seres gritaran con fuerza creando un par de gigantescas estrellas rojas de donde dos grandes misiles de energía salieron disparados contra él.
La energía salió en grandes pilares que se abrieron a los costados de Kakarotto despedazando todo lo que estaba en su camino mientras creaban un gran silbido en su avance para aplastar con toda la fuerza posible al Saiyan que solamente pudo atinar a generar su energía para despegar del suelo hacia la atmósfera esperando que la energía de esos monstruos lo siguiera y de hecho así pasó pues de manera increíble dieron un giro extraño sobre el suelo para seguirlo hacia el cielo donde poco a poco lo arrinconaron para colisionar una contra otra creando una explosión de energía tan monstruosa que la misma esfera resultante logró alcanzar el suelo para despedazar todo lo que estaba en su camino mientras la figura del Saiyan desaparecía dentro de un gran grito atrapado en la explosión gigantesca.
La energía parecía crecer más y más mientras la figura de Kakarotto aparecía dentro de la explosión que poco a poco se disipó en el aire un trazo de figuras de aquel Saiyan magullado como nunca antes en su vida comenzaba desplomarse poco a poco hacia el suelo mientras todo el cuerpo le dolía como pocas veces en su vida, después de todo, había recibido de manera directa uno de los ataques más brutales que hubiera podido jamás imaginar, no supo realmente cómo fue que logró mantenerse en el aire, pero en el último segundo reuniendo un poco de su energía logró mantenerse en pleno vuelo mientras dirigía sus ojos hacia ese par de seres artificiales que seguían dirigiendo sus ojos directo a él como si el hecho de que hubiera sobrevivido a su ataque en realidad no les hubiera importado en lo más mínimo.
- Supongo que... son más fuertes de lo que pensaba - Dijo con una pequeña sonrisa forzada en sus labios mientras sentía como sus brazos dolían como nunca antes, después de todo los ataques habían explotado justo sobre ellos por lo que ahora mismo su ropa estaba destrozada y tenía una buena cantidad de sangre cayendo de las heridas expuestas en ambos hombros, pero aún así parecía estar listo para continuar la batalla o esa era su idea antes de que un destello de energía resplandeciera sobre su cabeza lo que lo hizo levantar la mirada para darse cuenta de cómo un ataque de color carmesí descendía sobre su persona cayendo justo sobre su torso causando una nueva explosión que como si fuera un meteorito lo lanzó en línea recta hasta el suelo donde se estrelló al centro del cráter con una fuerza devastadora haciendo que la tierra se hundiera incluso más de lo que ya estaba todo mientras él quedaba tirado en el suelo viendo como en el aire aparecía una tercera extraña figura que descendía poco a poco desde las nubes sin generar ninguna clase de presencia.
- M...malditos... ¿Eran tres? ¿Cuántas de esas cosas hay? - Se preguntaba bastante adolorido mientras trataba de ponerse de pie, aunque en ese momento uno de los primeros seres mecánicos estaba flotando sobre el cráter mientras lo veía con ojos fríos y analíticos.
- Resistirse es inútil, tu muerte es un hecho – Declaró con esa fría y confiada voz aquella máquina mientras apuntaba su mano abierta hacia el Saiyan caído comenzando a generar una esfera de energía escarlata que sin duda le iba a causar mucho daño.
El Saiyan en el suelo solamente podía tratar de ponerse de pie poco a poco sintiendo como todo su cuerpo le dolía después de recibir 3 golpes directos sin poder resistir y en el último segundo justo cuando aquel androide estaba listo para acabarlo una figura llegó volando a toda velocidad impulsado por una especie de energía verde que salía desde la parte de atrás de su saco siendo la figura de un conocido androide que llegaba para golpear con toda la fuerza posible a ese ser mecánico que por un segundo no supo realmente lo que pasaba, su ataque salió disparado hacia una pequeña masa de rocas que fue destruida mientras él recibía el golpe de un par de puños metálicos justo en su estómago que sumado al impulso que ya tenía fue suficiente para mandar a la máquina directo al suelo mientras aquel inesperado invitado se quedaba de pie delante de las máquinas agresivas.
- No voy a dejar que lastimen a mi amigo – Dijo, en el interior del cráter Kakarotto reconoció aquella voz como la de un amigo suyo muy apreciado por lo que dirigiendo su mirada algo cansada hacia aquella figura pudo distinguir a Octavio delante de él retando a sus enemigos con total decisión, después de todo lo que más deseaba en ese momento era protegerlo y evitar que ellos lo destruyeran.
- Un androide con mal funcionamiento... es un desperfecto y debe ser erradicado - Dijo con una voz gruesa y fría el último androide que había llegado a la zona de batalla mientras Octavio simplemente apretaba sus puños decidido a combatir contra aquellos agresores que lo miraban de manera fija y analítica como si estuvieran evaluando lo que él podía hacer.
- No... sal de ahí, no pelees, Octavio... son más fuertes que tu, van a destruirte, sal de ahí -  Pedía con fuerza Kakarotto mientras el androide mencionado solamente le dirigía una pequeña mirada y una sonrisa a su amigo antes de comentar que él jamás permitiría que un amigo suyo fuera lastimado por alguien semejante a esos sujetos y sin decir más se lanzó al ataque sólo para ver cómo Octavio con su golpe inicial era detenido con facilidad por uno de aquellos seres mientras el segundo se inclinaba a un lado para clavar una poderosa patada en su estómago haciendo que los ojos de Octavio casi se pusieran en blanco mientras era levantado del suelo antes de que el primer androide lanzará un par de puñetazos a su cara haciendo que prácticamente diera un giro en el aire mientras ambas máquinas unían sus manos para golpearlo con fuerza en un golpe doble que con bastante dolor lo hacía salir volando al aire mientras el androide que estaba flotando solamente apuntaba al frente donde su mano abierta mostraba una esfera de energía roja que parecía brillar fuerte y peligrosa al tiempo que los dos androides en el suelo le imitaban creando sus propios ataques. - No... no lo hagan... ¡Octavio no! - Gritó Kakarotto al ver como su amigo con una sonrisa en los labios recibía de triple ataque que hacía aparecer una gran esfera de energía que sacudía toda la zona antes de que la onda explosiva sacará a Kakarotto del suelo haciéndolo volar mientras él trataba de recomponerse para simplemente caer en el suelo sobre sus manos y rodillas aún  adolorido todo mientras la energía se disipaba poco a poco y los restos despedazados del que alguna vez fuera su amigo caían al suelo justo frente a él sólo su torso y cabeza y lo que solía ser uno de sus brazos habían quedado delante del Saiyan que solamente podía abrirlos ojos en shock al ver como aquel androide había dado su propia vida para salvarlo luchando contra un par de enemigos que no podría derrotar de ninguna manera.
Octavio cayó destruido a sus pies, el androide con su último aliento decía.
- Kakarotto, ¿Estás bien? Me alegro - Dijo y murió mientras el Saiyan lo veía, las lágrimas se agolpaban en sus ojos mientras se acercaba al androide. A lo lejos se vio volar la nave donde iban el maestro Roshi, Bulma, Yamcha y Oolong y aterrizaron apartados de la batalla, mientras que los tres androides se acercaban a Kakarotto en el aire
- Un androide defectuoso no debe existir - Decía con una pequeña sonrisa maliciosa al Saiyan que estaba en el suelo mientras Kakarotto sólo seguía viendo los restos humeantes del que fue su amigo.
- La supremacía de los androides es innegable, tú no puedes hacer nada -  Dijo otro de aquellas seres mecánicos al tiempo qué comenzaban a flotar en el aire uno junto al otro.
- Lo que debes hacer ahora es sólo morir igual que el androide obsoleto - Comentó el último de los androides mirando fijamente a Kakarotto quién de alguna manera incomprensible para él ya estaba un poco de pie mientras sus ojos mostraban la ira más absoluta que jamás había tenido dentro de él.
En el interior de Kakarotto una gran cantidad de energía comenzó a reunirse a una velocidad frenética mientras su corazón bombeaba con toda la fuerza posible en el interior de su pecho todo al tiempo que él apretaba los puños con tanta fuerza que casi podía sentir como la sangre salía de los mismos solamente había una cosa que quería ser en ese momento y era despedazar por completo a los androides frente a él, fue cuando se dejo sentir una gran presión en el lugar, el maestro Roshi lo sintió, tuvo un mal presentimiento al igual que los demás, los tres androides observaban fijamente a Kakarotto que dejo salir un aura morado azulado mientras su musculatura se tensaba.
- Ustedes... ustedes... ¡VOY A DESPEDAZARLOS! - Gritó con toda la fuerza posible mientras sentía como algo estallaba en el interior de su cuerpo y los tres androides flotando en el aire podían detectar con esos rastreadores internos como la energía en el Saiyan parecía volverse loca pues un aura de poder de color entre morado azulado comenzó a rodearlo antes de que el estallido de poder se dejará sentir con toda la fuerza posible en aquella zona causando un gran terremoto mientras las rocas se despedazaban y se alzaban en el aire todo al tiempo que el cabello del Saiyan se erizaba hacia arriba tomando un extraño tono morado  y verde oscuro que solamente aumentaba más y más el volumen de su cabello al tiempo que su musculatura parecía crecer de una manera exponencial hasta volverse considerablemente más grande al punto incluso de que pareció crecer de estatura todo mientras su energía se salía por completo de control y sus ojos casi parecían volverse completamente blanco solamente en la pupila quedó ligeramente difuminada antes de que con un rugido de poder ensordecedor dejar a explotar todo su energía causando una gran sacudida en la tierra que solamente mantuvo a los androides fijos delante de él mientras los indicadores internos de ellos parecían estar completamente locos pues dentro de sus ojos mecánicos en la palabra error aparecía una y otra vez pues la energía que había liberado el Saiyan se había salido por completo de sus cálculos y sus escalas - AAAAAAAHHHHHHHH - Gritó con fuerza mientras un pilar de energía ascendía al cielo nebuloso y se abría ante el poder del Saiyan, las nubes comenzaban a converger con el pilar de poder mientras Kakarotto gritaba con fuerza y incluso su voz se engroso un poco mientras comenzaba a flotar subiendo más y más hasta la altura donde estaban los androides, el mar se agitaba en ondas donde el chico Saiyan estaba en el centro.
- Kakarotto - Decían sus amigos llamándolo mientras sentían esa sensación aterradora y vieron algo increíble, veía como estaba Kakarotto estaba cambiando, de los cielos comenzaban a caer rayos mientras la presión hostil del Saiyan se hacía sentir ante los androides.
- El sujeto debe ser eliminado - Comentó uno de aquellos androides atrayendo la atención del enfurecido Kakarotto que solamente dio un paso al frente despedazando el suelo antes de arrancar una embestida frenética rodeado de una gran cantidad de energía morada y verde que solamente aumentaba el poder mientras gritaba con fuerza que él debía morir antes de que alguno de los androides pudiera siquiera decir nada el puño derecho de Kakarotto había atravesado por completo el torso de aquel androide que solamente bajaba la mirada sin entender realmente que había pasado pues tenía un enorme agujero en el centro de su pecho donde se encontraba el puño del Saiyan que sin ninguna clase de sutileza simplemente generó una gran cantidad de energía en la mano causando una explosión monumental que alejo a las otras dos máquinas mientras el primero de ellos era despedazado con una facilidad asombrosa.
- Su poder está completamente fuera de la escala, debemos acabar con él antes de que se haga más fuerte - Comentó el último de los androides a su compañero que aún existía mostrando ninguna clase de interés por el androide recién caído por lo que con velocidad el par de androides se dejaron ir contra el Saiyan enloquecido con todo su poder siendo el primero de ellos el que estaba cerca de la explosión quién fue el que golpeó a Octavio en el estómago,  el puño de aquel Androide se estrelló contra el rostro de Kakarotto quien no se movió un solo centímetro mientras lo veía con esos ojos repletos de furia antes de sujetar su brazo donde apretaba con toda la fuerza posible para terminar despedazando la extremidad solamente con la fuerza de su mano causando que la sangre o quizás aceite, no estaba seguro, solamente sabía que había salido una gran cantidad cuando le arrancó la extremidad, pero antes de que el androide pudiera retroceder el solamente avanzó para conectar una poderosa patada a su estómago igual que la que conecto a su amigo caído causando que él monstruo mecánico solamente se elevará un poco en el aire antes de que la mano izquierda de Kakarotto apuntará  al mismo creando una pequeña esfera de energía qué detonó en un gran géiser de poder que simplemente vaporizo a la máquina restante todo para que dirigirá sus ojos hacia el androide que aún estaba flotando en el aire, la última máquina solamente estaba viendo fijamente a Kakarotto quién estaba en el aire mientras sus ojos estaban fijos en la última máquina que sabía muy bien que no podría hacerle frente a él, después de todo su estrategia se basaba en la superioridad numérica y ahora en menos de 5 minutos esté enfurecido Saiyan ya había acabado con dos de ellos solamente le quedaba una opción y era sobrecargar su núcleo para despedazarse así mismo y destruir al Saiyan, lo más probable era una buena parte de la tierra pudiera ser destruida con esa ataque, pero su objetivo estaría cumplido y eso era lo único que realmente importaba por lo que apretando sus puños comenzó a reunir la energía en el núcleo de poder mientras la advertencia aparecía en el interior de sus ojos pues estaba comenzando entrar en un terreno peligroso, pero una vez más las cosas no siempre salen como uno las planea pues con el mismo estallido de velocidad y un zumbido meteórico el cometa morado  y verde llegó contra él golpeándolo con toda la fuerza posible causando que el androide fuera literalmente partido en dos de un solo golpe mientras su núcleo de poder era arrancado de su cuerpo lanzado al aire mientras toda su energía se perdía en el aire y los restos del androide comenzaban a caer desde el cielo con unos ojos repletos de asombro pues lo último que su computadora podía predecir era que dada la distancia y el tiempo era imposible que ese Saiyan con la velocidad que había demostrado llegará a él antes de que reunirá la energía necesaria para alcanzar el punto de explosión y aún así lo había hecho.
La máquina comenzaba a caer desde el cielo antes de que con un gesto furioso en sus labios Kakarotto solamente lanzara un grito desgarrador expandiendo su poder en todas direcciones creando una onda de energía devastadora que alcanzó los restos de aquel androide que fueron despedazados antes de que siquiera tocará el suelo todo mientras el Saiyan sólo podía apretar sus puños gritando con dolor dejando que todo su poder sacudiera el planeta por completo.
Descendió poco a poco aterrizando junto al destrozado cuerpo de Octavio y supo lo que tenía que hacer en ese momento, tomando la mochila donde estaban las esferas del dragón, Kakarotto las saco y las puso en el suelo, tirando la mochila a un lado, poco a poco el Saiyan se fue calmando mientras volvía a su estado normal, a lo lejos vio como sus amigos se acercaban, ellos estaban a salvo, pero él debía hacer algo por su amigo Octavio, había sacrificado su vida para intentar protegerlo, pero ese sacrificio hizo que el explotará un poder que jamás pensó tener, así que solo debía hacer una cosa, retribuirle ese sacrificio a Octavio.
- ¡SAL DE AHÍ, SHENGLONG Y CUMPLE MI DESEO! – Exclamó con fuerza mientras el cielo se oscurecía y rayos amarillos comenzaron a caer del cielo, las esferas del dragón brillaron con intensidad y de repente un gran brillo dorado salió de estas y un pilar amarillo salió de las esferas mientras ascendía al cielo serpenteando hasta estallar en el oscuro cielo.
De este surgió la serpenteante y gigantesca figura de un dragón de escamas verdes, su vientre era de color crema y medía muchos metros de largo, tenía una cabeza grande y amenazante, unos cuernos que parecían de madera, unos largos bigotes, además de barbas verdes y unos intimidantes ojos rojos sin pupila, el dragón descendía para ver al sujeto que le había invocado.
Adelante, ¿Cuál es tu deseo? Solamente puedo concederte un deseo, el que quieras – Dijo Shenlong mientras Kakarotto lo miraba.
– Shenlong, quiero que reconstruyas a Octavio, pero quítale la bomba que hay en su interior – Dijo Kakarotto mientras veía al dragón.
Eso es muy fácil, esta bien, te lo concederé – Dijo Shenlong mientras los ojos rojos de este brillaban intensamente mientras ante los ojos de Kakarotto, Octavio volvía a la vida t completamente reconstruido ante la mirada alegre del joven Saiyan.
– ¿Kakarotto? – Preguntó Octavio frente al chico que saludo a su amigo resucitado, el Saiyan le explico al androide 8 que al haber reunido las esfera, pidió el deseo de revivirlo, pero si la bomba que tenía, ahora podía vivir una vida tranquila – Muchas gracias, Kakarotto, fue un gran gusto ayudar a un gran amigo – Dijo Octavio feliz.
- Bien, ya cumplí con mi trabajo, hasta pronto – Dijo el dragón mientras brillaba intensamente y desaparecía mientras las esferas del dragón ascendían al cielo y luego separarse e irse en distintas direcciones donde irían a parar para ser buscadas de nuevo mientras los demás amigos de Kakarotto se acercaban mientras veían como las esferas se esparcían por el mundo.
- Bien, supongo que ya todo acabo, la Patrulla Roja ya no existe, ahora si todo estará tranquilo – Dijo el Saiyan mientras veía a sus amigos celebrar que estaban bien, la primera en llegar fue Bulma que se lanzó a los brazos del chico y se alegraba de que estaba bien.
Después de decirles lo que había pasado, era el momento de separarse, Yamcha decidió quedarse con Puar en aquél lugar ya que podrían encontrar muchas cosas valiosas, así que Bulma, Kakarotto y Octavio se fueron en el avión, ya que el maestro Roshi se fue a su casa por el mar sobre el caparazón de la tortuga, antes de irse le había dicho a Kakarotto que cuando quisiera podría ir a visitarlo a Kame House, la casa del anciano, a lo que el chico le prometió que lo haría y más aun que lo iría a visitar con su abuelo y su madre, cosa que alegro al anciano, por un lado, Oolong quiso irse con el anciano ya que podría ser algo divertido por otro  lado, Octavio regreso a la torre Muscle, cerca de allí había un pequeño pueblo que había sufrido por culpa de la Patrulla Roja, así que iría a ayudarlos, cosa que alegró al Saiyan, después de un efusivo abrazo de los dos amigos, Kakarotto y Bulma siguieron su camino rumbo a la Montaña Paoz.


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