La suave brisa marina sacudió levemente mi cabello, haciendo que éste ondeara en el aire. Sonreí y tomé una profunda respiración, dejando que el olor a agua salada llegara bien dentro de mí. No quería olvidar ese olor, y no sabía cuándo regresaríamos ahí Zayn y yo. Así que quería memorizar cada detalle, fotografiar cada sensación.
El sol parecía querer darse un baño también, hundiéndose a un ritmo muy lento en el horizonte, donde el agua era ya solo agua. Libre y salvaje. El atardecer era hermoso allí. Más hermoso de lo normal. El sol estaba anaranjado, tiñendo de ese mismo color todo su alrededor. Sonreí, queriendo que Zayn y yo pudiéramos quedarnos en aquel lugar para siempre.
Zayn estaba dentro de la casa, ayudando a su hermanita a ducharse y vestirse, mientras que Jenna estaba preparando la comida para nosotros tres. Cosa que, realmente, me parecía muy injusta. Pero Zayn no me dejó replicarle por ese tema. De todos modos, yo tampoco sabía usar ninguno de los utensilios que ahí tenía para cocinar. Y tampoco veía a Zayn capaz de hacerlo.
Escuché la risa de Safaa dentro de la casa, gritando también el nombre de su hermano. Me puse de pie y miré hacia el interior a través de la ventana que había junto a la puerta principal. Pude ver a Zayn corriendo detrás de su hermana pequeña mientras ésta trataba de huir, riendo, pasando por encima del sofá y debajo de la mesa. Zayn la alcanzó y la cargó en brazos, levantándola lo más alto que pudo para luego llevarla hacia él y abrazarla con fuerza. Sonreí, enternecida. Me encantaba aquel Zayn.
Giré la manecilla de la puerta para entrar de nuevo en la casa. Zayn y Safaa volvieron su mirada hacia mí y ambos sonrieron. Les devolví la sonrisa, acercándome a ellos. Cuando los alcancé, Zayn besó mi mejilla y yo le sonreí.
— Vamos a ver si ya está lista la cena.
— ¿Seguro que no la ha envenenado? – dije haciendo una mueca – Zayn, Jenna me odia... – murmuré cuando él ya había dejado a Safaa en el suelo.
— Puede, pero es inofensiva... – me tranquilizó, pasando su brazo por mi cintura, para acercarme a él – No tienes que preocuparte, ¿está bien?
— Está bien... – susurré, no muy convencida.Zayn enlazó su mano cuidadosamente con la mía y, junto a Safaa, caminamos hacia el comedor, que estaba adyacente al salón. Ahí estaba Jenna, colocando los platos sobre la mesa. Su ceño parecía estar permanentemente fruncido. ¿Siempre iba a estar de mal humor? Entendía que no le gustara, pero yo, realmente, quería llevarme bien con ella.
— Ya puedes retirarte, Jenna – exigió Zayn, duramente, sin ni siquiera mirarla.
— Gracias por la comida, tiene muy buena pinta – dije yo, tratando de sonar lo más dulce que pude.
— Ojalá te atragantes con ella – gruñó, saliendo de la estancia.
— ¡Un comentario más así y lo pagarás caro, Kingston! – masculló Zayn, hacia la puerta por donde se había ido Jenna.
— Hey... no le des más importancia... – murmuré, agarrando su muñeca – No importa, ¿está bien?
— Sí importa, Emilie. Esa perra no tiene derecho a decirte algo así.
— Zayn, olvídalo... por favor... – no quería que Safaa le viera tan enfadado – Vas a asustar a tu hermana... – le susurré.
— Sí... – gruñó y tomó una respiración profunda – Vamos a cenar.Safaa se sentó, empezando a comer de inmediato. Zayn retiró la silla para que yo pudiera sentarme también y, cuando lo hice, él se puso en la silla junto a mí. Empezamos a cenar en silencio. Realmente, no quería que Jenna tuviera ningún tipo de problema con Zayn por mi culpa.
Cuando acabamos con la cena, Zayn se fue a la habitación a acostar a Safaa. Yo insistí en recoger la mesa y no llamar a Jenna para que lo hiciese ella y, después de pedírselo mil veces a Zayn, accedió. Así que apilé los platos y los llevé de vuelta a la cocina. Sabía que alguno de los aparatos que había allí servía para lavar los platos, pero no sabía cuál era. Se lo preguntaría al día siguiente a Zayn. Cuando me di la vuelta, vi a Jenna apoyada en la puerta. Di un paso hacia atrás, asustada, ya que había aparecido como si de un fantasma se tratara.
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Freedom « z.m »
Fanfic❝ Él tenía todo lo que quería, pero carecía de sentimientos. Ella anhelaba una única cosa: libertad. ❞ || Obra registrada en Safe Creative ||