❀ veinticuatro ❀

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Estaba helada. La noche era bastante fría, y yo estaba empapada. Me senté en el suelo, abrazando mis piernas. Había picado a la puerta, y había gritado a Zayn. Pero no me oía. Di un gemido de queja, viendo mi piel toda erizada. Estuve así por un buen rato hasta que vi la puerta abrirse. Alcé un poco la mirada y vi a Zayn ahí, frente a mí. Se agachó para cargarme en brazos. Yo, tiritando, me agarré a él y dejé que me entrara en casa. Caminó hacia un cuarto y abrió la puerta de éste. Era el baño. Me sentó sobre un mueble y encendió el agua de la enorme bañera que ahí había. El frío me había calado tanto los huesos que apenas podía moverme, así que solo esperé. Cuando la bañera estuvo llena, Zayn volvió a cargarme en brazos y me metió en el agua. Di un gemido de queja porque sentía que ese agua ardía, pero poco a poco se sentía mejor.

— ¿Por qué has salido tú sola?
— Estaba lloviendo...
— ¿Y qué? Deberías haberme avisado. 
— No quería despertarte...
— ¿Y si no me hubiera despertado yo solo qué? Podrías haber muerto de hipotermia, Emilie. 
— Perdón, no pensé que fuera tan grave...
— Sé más cuidadosa la próxima vez. Quédate aquí, no te muevas, ¿sí? Necesitas entrar en calor. Quítate la ropa interior, luego te traeré alguna seca. Primero voy a encargarme de Jenna. 
— No, Zayn...
— Se ha pasado esta vez, Emilie.

Sin decir nada más, salió del baño, cerrando la puerta detrás de él. Quise levantarme e ir tras él, pero me dolía todo el cuerpo por el frío. Así que simplemente dejé que le diera a Jenna su merecido. Me saqué la ropa interior que llevaba y me hundí en el agua caliente hasta que esta cubrió mi boca. Me abracé a mí misma y cerré los ojos hasta que sentí una mano sobre mi cabeza, creí que sería Zayn pero antes de darme tiempo a abrir los ojos, esa mano me hundió, hundiendo mi cabeza bajo el agua. Empecé a patalear y a moverme, tratando de salir, sin conseguirlo, ya que se estaba ayudando con la otra mano. El aire ya me escaseaba. Entonces sentí a alguien sacándome del agua y vi a Jenna y Zayn ahí.

— Em, ¿estás bien? – preguntó Zayn, preocupado, aguantando la muñeca de Jenna, yo asentí levemente con la cabeza – Jenna, voy a matarte, te lo juro – gruñó violentamente.

Zayn se llevó a Jenna fuera del cuarto de baño. Yo, aún asustada y temblando, me levanté de la bañera y me puse la ropa que supuse que Zayn habría llevado. Corrí fuera del baño, guiándome por los gritos que Zayn estaba dando a Jenna.

— Zayn... – murmuré al alcanzarle. 
— Vete de aquí, Em. 
— No, no quiero que le hagas daño. 
— ¡Ha intentado matarte, Emilie!
— Zayn, vas a despertar a tu hermana.

Al recordarle a su hermana, Zayn se contuvo un poco. Arrastró a Jenna fuera de la casa, le dio una fuerte bofetada y le cerró la puerta en las narices. Yo me quedé mirándole desde atrás, algo asustada. No le había visto tan enfadado antes. Ni siquiera con Niall.

— Vamos a la cama – dijo con la mandíbula aún tensa.

Asentí con la cabeza y le seguí por le pasillo. No entendía cómo podía haber pegado a una mujer, ella era más débil que él, y no tenía oportunidad de defenderse. Entendía que quisiera protegerme. Pero se había pasado. Entré en la habitación y vi como se metía en la cama, yo me quedé de pie, mirándole.

— ¿Puedes acostarte ya?
— No deberías haberle golpeado. 
— ¡Emilie por favor, primero ha querido que te helaras ahí fuera y luego ha intentado ahogarte! ¿¡Qué tiene que hacer para que se merezca que le golpeé!? ¿Clavarte un cuchillo? ¿Pegarte un tiro con una escopeta?
— Estoy bien, ¿no? Esa es suficiente razón para no hacerle nada. 
— Mira, Em, si le hubiera hecho todo lo que me estaba pasando por la cabeza, ahora mismo estaría incendiando su cadáver. 
— Me estás asustando. 
— Em, tengo que protegerte. Poco a poco la gente se va a enterar de nuestra relación, y nos va a traer problemas, y hasta que consiga solucionarnos tengo que vigilarte con mi vida, porque habrá gente que te pondrá en peligro, Jenna entre ellos. ¿Está bien? – explicó levantándose y caminando hacia mí – Tú eres mi pequeña flor y tengo que cuidarte de todo el alrededor, que solo quiere que te marchites. Si te cuido podrás seguir alegrándome la vida con tu belleza, Em. 
— Zayn... – susurré sonrojada por su comparación, mientras que él agarraba mis mejillas con cuidado. 
— Sé que lo nuestro es real, y que vamos a conseguir salir de todos los problemas que se nos presenten. Pero no va a ser fácil, ya debes saber eso. Y yo no voy a dejar que te pase nada malo. Nunca. 
— Te quiero tanto, Zayn – murmuré, abrazándole con fuerza.

Freedom « z.m »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora