❀ trece ❀

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Estaba yo sola en la cocina de Shadow, desayunando de nuevo aquella extraña mezcla sin forma ni color definidos, realmente vomitiva, pero tomada como un delicioso manjar porque era lo único que los esclavos, como yo, podíamos comer. Cuando acabé con el plato que me habían servido, me levanté y lo dejé en la pila de platos sucios. Entonces entró uno de los de Shadow pidiéndonos que fuéramos hacia el comedor, ya que se nos asignarían nuevas tareas que hacer.

Una vez en el comedor, todos nos pusimos en fila. Malik y Shadow estaban en frente, acompañados por un par de dominantes más, hombres también. Zayn hizo un movimiento con la cabeza para que me acercara a él. Eso hice, caminando en silencio ante la atenta mirada del resto de esclavos. Shadow y él llamaron a un par de esclavos más y luego salimos del imponente edificio que era la casa de Shadow. Los esclavos y yo caminamos algo por detrás de los dominantes. Me pregunté interiormente a dónde nos llevarían. Y por qué nosotros. Yo era la única chica. De pronto, los dos dominantes "menos importantes" trajeron un par de armas y se las dieron a Shadow y Malik. Ahogué un grito de miedo y di un paso hacia atrás. Miré hacia los otros esclavos y parecían tranquilos –¿iban a matarnos y ni siquiera se inmutaban?–.

— A ver cuántos consigues hoy, Malik. 
— Más que tú seguro, no eres bueno en esto. 
— Ya lo veremos.

Shadow y Malik estrecharon sus manos y luego se separaron, mandando a tres esclavos con Shadow y a dos esclavos más junto a mí con Malik. Le seguí, temblando, después de lo que había pasado no podía matarme así como así. Aún sentía un fuerte pinchazo en mi entrepierna y un insistente dolor cada vez que intentaba caminar. Era como una pesadilla.

— Emilie, ven. 
— ¿Yo? – jadeé asustada. 
— ¿Hay otra Emilie por aquí? – arqueó una ceja. 
— No, perdón, señor... – me acerqué a él. 
— Ven más cerca – Zayn se puso justo detrás mío – quiero que dispares tú. 
— ¿Disparar? – jadeé nuevamente.

No me gustaban las armas, eran las causantes de todos los problemas de todas las sociedades que habían existido a lo largo de los años y de la historia de la humanidad. Zayn, sin embargo, me obligó a agarrar la gran pistola que tenía él entre las manos. La aguanté, con algo de miedo, y él se puso pegado a mí desde atrás para ayudarme a manejarla.

— Mira, ese es el visor... – murmuró a mi oído, haciendo que mi piel se erizara – cierra el ojo izquierdo y mira por ahí con el derecho – hice lo que él me mandó, sin objetar nada – Tú – masculló, mirando hacia atrás, a alguno de los otros esclavos que había ido con él – venga.

¿Qué? ¿Iba a tener que matar a alguno de mi propia raza? Si ni siquiera habría matado a un dominante, ¿cómo iba a matar a un rubio? No iba a poder hacerlo. De pronto, escuché una pequeña explosión, por lo que di un grito, asustada.

— Calma – susurró Zayn con algo de humor – es solo para asustar a los animales y que salgan. Mira, ahí va uno, venga... dispárale.

Vi a un gran animal con un par de cuernos más grandes que su propia cabeza corriendo despavorido, asustado por la explosión. Zayn me ayudó a apuntar y puso mi dedo en el gatillo, haciendo fuerza para que una bala saliera disparada hacia el animal, que se desplomó sobre el suelo. La fuerza del disparo me empujó hacia atrás, haciendo que me pegara más a Zayn y que éste me agarrara con fuerza por la cintura para que no me cayera al suelo.

— Cuidado con el retroceso. 
— Si... 
— Tienes que agarrarla con más fuerza para no caerte. 
— No tengo mucha más fuerza. 
— Ya lo hago yo – sonrió, agarrando él solo la pistola, con una sola mano, para que pudiera separarme de él – Llévala a la furgoneta – le mandó al otro rubio.

El chico fue hacia donde estaba el cadáver del pobre animal y lo cargó asombrosamente sobre sus hombros para luego llevárselo hacia donde estaba la furgoneta que debían haber llevado luego, ya que yo no la había visto.

Durante toda la mañana, Malik disparó a cuatro animales más, llevándose un total de cinco. Cuando regresamos hacia la casa de Shadow, se encontró con éste, que al parecer solo había cazado tres, dos menos que Malik. Zayn se regodeó sobre esto y volvimos a entrar en la gran casa. Malik se fue a comer con Shadow y otros dominantes, mientras que yo fui a la cocina con el resto de esclavos.

— Em... – interrumpió Niall, apareciendo de la nada. 
— Niall... – suspiré – por favor, no quiero que...
— No Em, quiero disculparme. Dios, me he portado tan mal contigo y no te lo merecías. Estaba muy celoso, porque me gustas tanto... Pero es que ahora entiendo que todo lo haces por mantenernos con vida, a los dos. Te he puesto en peligro muchas veces, y tú me has salvado a mí muchísimas más. De verdad que lo siento, si no fuera por ti ya me habría matado como... diez veces, o más. 
— Niall, no tienes que disculparte, solo es supervivencia...
— Te has portado muy bien conmigo a pesar de todo lo que te he dicho, eres muy buena, Em. No te mereces todo lo que te hace Malik y, te aseguro que si tengo la oportunidad, me vengaré por todo lo que te ha hecho. 
— No tienes que hacerlo, acabarás pagándolo tú, Niall. 
— Valdrá la pena. 
— No digas eso, Niall. 
— Es la verdad. 
— Mira, solo déjalo, ¿vale? No pienses en ello. Yo te protejo y tu me proteges pero sin meterte en líos, y todo bien, ¿si?
— Lo intentaré. 
— Bien.

Niall se sentó a mi lado con su plato de comida y ambos terminamos nuestros platos en silencio, simplemente mirándonos el uno al otro. Cuando terminamos, fuimos hacia la pensión de la casa de Shadow. Ahí ya habían varios esclavos. Niall y yo nos pusimos en un rincón. Yo me apoyé en la pared y él se puso delante mío. Puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y luego dejó esa mano en mi mejilla para acariciarla suavemente.

— Sé que tú solo me ves como... no sé, tu hermano, pero Em... me gustas tanto – suspiró – y sé que suena horrible pero agradezco tanto a Malik por haberte comprado y haberte traído. Sino jamás te habría conocido. 
— Oh Niall... – sonreí levemente.
— ¿Puedo besarte? Una sola vez. No voy a pedirte que me beses más veces pero déjame sentirte mía por un solo momento. Y no quiero volver a robarte un beso. 
— Sí.
— ¿En serio puedo hacerlo?
— Sí – insistí.

Niall dejó de acariciar mi mejilla para reposar su mano sobre ésta y se acercó a mí. Sus labios se reposaron sobre los míos y empezó un beso muy suave y muy lento. Subí mis brazos a su cuello y lo rodeé con ellos. Bajó sus brazos a mi cintura y la abrazó, pegándome a su cuerpo. Cerré los ojos para entregarme a aquel beso. Era tan diferente a cualquiera de los que Zayn podía darme. Era tan suave, tan íntimo, tan dulce... parecía algo totalmente diferente. Enredé mi mano en su pelo y tiré suavemente de él para pegarle algo más a mí. Se separó un segundo para tomar aire y oí como daba un suspiró antes de retomar el beso. De pronto me hizo dar un salto y mis piernas quedaron envolviendo su cintura.

— Niall no... – murmuré al sentir su miembro erecto pegado a mi entrepierna.
— No quiero que el único que haya estado en ti sea el imbécil de Malik. 
— No, me siento tan sucia si haces eso... para por favor. 
— Yo de ti haría lo que dice – gruñó una fría voz masculina, ya muy conocida.

Freedom « z.m »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora