Freedom « z.m »

❀ veintiocho ❀

Examiné el cartel que Niall tenía en su mano y se lo arrebaté para mirarlo de cerca. Efectivamente, ahí estábamos Niall y yo. Debajo de nuestras fotografías, un "Wanted" con las letras rojas bien grandes. Y debajo de esto un "Dead or alive" terminaba el cartel. Estábamos en busca y captura. Hice una bola del papel del cartel y lo lancé lejos. Niall agarró mi muñeca y empezó a caminar por varias callejuelas pequeñas hasta que llegamos a una sin mucha luz. Sin salida tampoco. ¿En qué momento de lucidez había pensado que una calle sin salida iba a ayudarnos?

— Niall... – murmuré, presa del pánico – ¿Qué vamos a hacer?
— N-no lo sé...
— Lo siento tantísimo, Niall... – suspiré – esto es mi culpa.
— No, no lo es. No lo sientas, Emmie – susurró, abrazándome – Pero Em... no podemos ir en busca de Zayn ahora.
— Pero... ¡necesito verle, Niall! 
— Lo sé, y lo entiendo. Pero entiende tú que si nos ven y nos reconocen, van a atraparnos, cueste lo que cueste. Ofrecen una recompensa por nuestra cabeza, Em.
— Pero... 
— No hay peros que valgan, Em. No ahora. Sé dónde podemos escondernos durante un tiempo.
— ¡No quiero esconderme, quiero irme con Zayn!
— Su padre no va a permitirlo, Emilie. Estaremos un tiempo escondidos hasta que se nos ocurra la manera de conseguir llegar a Zayn, ¿está bien? Pero por favor... – suspiró – piensa un poco. Esta es la mejor opción.
— Sí... está bien – acepté, en un susurro. Niall tenía razón.

Él asintió levemente con la cabeza y me hizo un gesto con la mano para que me acercara a la pared que había al final de la calle. Estaba hecha con varias piedras. Se agachó, poniéndose de rodillas en el suelo, y empujó un bloque de piedras que había en la esquina inferior derecha. Éste se movió levemente hacia atrás, hasta que consiguió removerlo del todo, dejando un pequeño hueco por el que pasar.

— Vamos... – murmuró, mirando alrededor.

Me agaché yo también y me arrastré como pude por el hueco que quedaba en la pared, pasando al otro lado. Niall pasó después de mí, volviendo a colocar bien aquel bloque de piedra cuando estuvo al otro lado. Señaló hacia delante y empezamos a caminar. 

La ciudad estaba construida en uno de los pocos bosques que permanecían en el interior, estando éste lleno de viejos árboles secos, pequeños arbustos. Niall pasó su brazo por encima de mis hombros, caminando en silencio junto a mí. La verdad, cuando pensaba que nada podía estropearme lo bien que iba todo con Zayn... llegó todo aquello. Estaba algo en shock. Ni siquiera sabía cómo reaccionar. ¿Qué iba a pasar? ¿Iba aquello a salir bien? ¿Volvería, siquiera, a ver a Zayn?

Niall empezó a subir por un rocoso camino, que dio paso a una pequeña cueva. Entró en ella, por lo que yo le seguí. Poco después, se sentó en el suelo, invitándome a hacer lo mismo. Me deslicé hacia abajo lentamente hasta reposar mi trasero sobre el frío suelo, para luego apoyar mi espalda en la roca. Niall y yo estuvimos un buen rato en silencio, hasta que él se decidió a hablar.

— Iré a la ciudad de vez en cuando a robar algo de comida y agua.
— Niall, podrían atraparte.
— Iré con cuidado.
— También puedo ir yo algún día, Niall.
— ¿En tu estado? Ni de broma. Tendrás que quedarte aquí y descansar hasta que consiga traer a Zayn hasta aquí.
— Niall... no es para tanto. ¿Sí? Solo estoy embarazada. ¡Ni siquiera puedo confirmar que lo estoy! – exclamé – No necesito tu compasión. Simplemente te ayudaré, quieras o no.
— Te ataré a una roca.
— Eres idiota – murmuré, negando con la cabeza.
— Vamos a pasar mucho frío... – susurró, mirando hacia fuera de la cabaña, donde el sol ya se escondía por el horizonte.
— Lo sé – murmuré.
— No podemos encender un fuego, o nos verían desde el pueblo... – maldijo – Ven aquí... – abrió los brazos y separó algo las piernas, para que pudiera acomodarme entre ellas. Eso hice, me acerqué a él y reposé mi cabeza en su torso. Niall me abrazó, proporcionándome algo de calor – Conseguiremos salir de ésta, Emmie... Te lo prometo. Cuidaré de ti en todo momento hasta que consigamos llegar a Zayn.
— Gracias Niall... – murmuré, escondiendo mi rostro en su cuello – Eres el mejor...