Capítulo veinticinco.

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Andrew POV's.

Si hay algo que odio, es salir por obligación. Y eso es lo que estoy haciendo en este momento. Ir de fiesta solo porque debo cuidar a mi hermana.

Al menos eso es lo que dicen mis padres, pero todos saben muy bien se puede cuidar sola. Pero al mismo tiempo me preocupo por los degenerados que podrían tocarla, a esos nada los detiene.

Sólo por esta vez. Termina su último año y me dejarán en paz. Pero tampoco podré ciudar de los pajeros》

—Llegamos tarde—anuncia mi hermana—. De seguro que ya nos perdimos lo más divertido. Da igual, entremos.

Entramos al lugar y me encuentro a varias personas de la escuela. Otras que alguna vez me crucé por la calle y la mayoría no las conozco.

—¿Esa no es Amy?—cuestiona Hannah al ver una chica despeinada en la barra. Esta tomando de la punta de la botella, hay alrededor de cinco botellas vacías a su aldedor. No puede ser ella, nunca la había visto así, no tendría porqué beber.

—No...no, no y no-digo al notar que sí es ella y camino a paso acelerado, aproximándome.

Michael está a su lado y le entrega varios billetes que ésta los guarda en su bolso.

《Mejor en el bolso que en el escote. Mataré a Michael》

—¿Qué mierda le hiciste?—pregunto elevando la voz.

—Solo apostamos y ella aceptó-levanta los brazos en forma de inocencia. Claro, si fuera inocente.

—¡Te quieres aprovechar de ella! Pero puedes irte, no lo harás mientras esté yo.

—¿Y tú quién eres? Entras este año y ya dices conocerla.

—Lo hago porque es mi novia, idiota—espeto pero después me hago consciente de lo que dije.

—Ella dijo que no tenía novio.

—¡Ella no sabe lo que dice! ¡La emborrachaste!

Bebe un sorbo su copa y lo sigo con la mirada hasta que se marche.

Perfecto, se fue. Pero también mataré a Lena ¡¿Qué clase de amiga es?!

—Amy ¿Cómo...te sientes?

—Como un unicornio—sonríe. En verdad está ebria, cuanto esté consciente juro que mataré a esos dos.

—Vámonos, te llevaré con Lena.

—No quiero—resalta su labio inferior. Lo último que me faltaba, un berrinche. Aunque sé lidiar con borrachas por...mejor olvidarlo.

—¿Y qué es lo que quieres?

—Seguir bebiendo—bueno, con ella no tengo solución, así que es mejor usar la ingeniería inversa.

—Cierto que no soportas no beber.

—Sí que lo hago.

—Demuéstralo.

—Bien—se cruza de brazos pero noto cómo de a poco sus ojos se entrecierran y pierde fuerzas. Será mejor que duerma.

—Busca a Lena
—ordeno.

—¿Para qué?

—Para dar un paseo—miento. Parece una niña que cree todo lo que le dicen. Sonríe mostrando todos sus dientes y se pone de puntitas para buscarla aunque no tiene tanto equilibrio.

—Allí está—señala a la pelirroja.

Agarro con suavidad su mano y la llevo. Al principio estaba un poco terca pero después se relajó.

—Lena.

—Amigaaaaa—alarga Amy tambaleándose, por lo que la rodeo por la cintura.

—Andrew, hola. Veo que encontraste a Amy.

—¡Sí! La encontré ebria ¡¿Dónde mierda estabas?!

—Me olvidé de ella por un momento. Es rápida cuando se trata de emborracharse.

—No importa, está cansada. ¿La llevo a la casa?

—No creo que ecuentres su casa con ella así, mejor esperenme en el auto—me tiende las llaves y las agarro.

—¿Desde cuándo soy yo responsable de ella?

-Desde que se conocieron. Ve, confío en ti.

Definitivamente cuando Amy esté consciente va a asesinarla, lo presiento.

Caminamos juntos hasta el auto de Lena, al menos lo conozco. Ella se ve tan débil, me recuerda a ayer. Fui muy inútil en el momento pero estaba desesperado, yo nunca aprendí primeros auxilios pero sé reconocer un desmayo...y una muerte también.

Entramos al auto, en el asiento trasero para que ella pueda dormir más cómoda mientras esperamos a Lena.

Me siento y ella agarra mi camisa y la apreruja entre sus manos. Para luego abrazarme y usarme de almohada. Creo que es lo más tierno que la había visto hacer.

Pero con esa armonía y extraña sensación que siento dentro de mí, lo único que se expande es el cansancio y no puedo evitar no dormirme.

En un día de San Valentín.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora