Cuarenta y tres. Ese fue el número de niños que nacieron de repente el 1 de Octubre de 1989, el mismo día que Amberley y Jake Meier. Estos gemelos poseen poderes, al igual que los chicos de Umbrella Academy, y aunque a Jake no le agraden mucho, acud...
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Después de volver a la academia, salieron a una especie de tienda por departamentos. ¿Por qué? Five se había rehusado a decirle a Amber, lo que le daba más curiosidad. Durante todo el camino estuvo haciéndole la misma pregunta una y otra vez, pero él no respondía. -Five, ¿ahora vas a decirme qué rayos hacemos en una tienda a las 10 de la noche?- Le dijo tomándolo del brazo para que no pudiera seguir caminando. -Sabes que Cole no quería dejarme salir de nuevo sola contigo en la noche y ni siquiera sabiendo a dónde... Él le tapó la boca con su mano, acallándola. La chica le quitó la mano bruscamente, y cuando iba a empezar a quejarse él habló por fin. -Voy a buscar a Delores. Puedes quedarte aquí afuera si quieres. -Y... eso es un no- Dijo ella siguiéndolo. Él saltó y estuvo adentro del lugar en un abrir y cerrar de ojos. Giró, mirando a la chica expectante. Ella abrió un portal y dudó unos segundos en entrar. Iba a conocer a la ex de Five... qué incómodo. De repente se imaginó todos los momentos que tuvieron ellos juntos en esos 30 años, a quienquiera que fuera ella besándolo y sintió... ¿rabia? No, no era rabia eran... "¿Acaso son celos los que estoy sintiendo?" Sacudió la cabeza pensando en que esa idea era muy estúpida y se metió al portal. El castaño se había adelantado unos pasos. ¿Qué hacia una persona como la ex de Five en una tienda, cerrada, a las 10 de la noche de todas maneras? Eso no tenía sentido. Tal vez también tenía poderes... Five prendió una linterna y caminó por el medio de la ropa de mujeres y hombres. Más adelante el chico apuntaba a unos tres maniquíes, pero Amberley no le tomó importancia. Al ver desde un poco lejos que el chico no le quitaba la mirada ni la linterna a esos maniquíes (sobretodo al del medio) de encima mientras caminaba hacia ellos entonces empezó a imaginar cosas tontas. Five no estaba tan loco como para crearse una novia de plástico... ¿verdad? Amber se acercó al chico que apuntaba al maniquí del centro, esta tenía una boina amarilla y una peluca pelirroja oscura, ojos pintados celestes y una camisa blanca con puntos negros y falda. Él la contemplaba y esbozó una tímida sonrisa. -Amber, la encontré- Dijo el castaño. La joven se acercó temiendo lo peor, pero no vio a ninguna chica cerca de ellos. Entonces todo cuadró: Five sí estaba lo suficientemente loco para tener una novia-maniquí. Amber aguantó una carcajada lo más que pudo, pero igual se le salió una pequeña risita. -¿Qué es tan gracioso? -Nada, nada. Solo que... es obviamente normal tener una novia de plástico- Dijo ella bromeando. El chico la miró molesto, pero sonrió igual. Amber tenía la leve sensación de que el chico sonreía porque le gustaba verla a ella feliz. Eso le hizo recordar a que ese mismo día había adivinado la palabra que iba a decir Klaus, cosa que no debía haber sabido igual que eso de la razón de la sonrisa de Five. ¿Y si había desarrollado el poder...? Paró de pensar al escuchar disparos provenientes de más adelante y se fue a esconder. Sintió un dolor punzante en el hombro y notó cómo la sangre le chorreaba. Las balas hicieron que Delores cayera, así que el chico la agarró y se la dio a Amber. -Cuídala por mi, ya vengo- Saltó en el espacio y Amber escuchó más disparos. "Puede estar en peligro... y yo no voy a cuidar ningún maniquí". Decidió crear un portal hacia el techo para poder ver desde allí donde estaba toda la tienda y no tener que moverse por ese momento. Vio a dos personas con trajes y máscaras, una de oso y la otra de perro, muy caricaturezcas. Disparaban sin siquiera saber a dónde lo hacían, así que no sorprendió a Amber que le hubieran pegado un tiro. Vio como Five cogía un cuchillo de la sección de jardín, saltaba a donde el de máscara de perro y le cortaba en la parte inferior del hombro. Este disparó al techo y soltó un alarido de dolor, mientras el otro disparaba a esa dirección. Trató de moverse, pero el hombro le dolía demasiado. Eso le hizo recordar... "-¿Ya estás mejor?- Le preguntó su amiga. -Un poco, sí. Gracias Sofi. Si no me hubieras atendido probablemente hubiera perdido el brazo- Dijo Amber y las dos rieron juntas" Esa vez fue cuando uno de los bichos que llegaban al caer el sol le había cortado profundamente el antebrazo y Sofi le había puesto una venda y hecho presión. Luego la llevó a el lugar donde ellos dormían (ya que Jaeden seguía peleando con los monstruos) y le desinfectó y cerró la herida. Aunque ya estaba mejor, el brazo le dolía como si le estuvieran quemando esa parte y casi no podía moverse. Estuvo sin crear portales ni practicar por un mes y medio. Five volvió al sitio donde estaba la chica, respirando costosamente y todo sudado. Amber iba a preguntarle si estaba bien, pero le costaba hablar. Le pesaban los párpados y le dolía demasiado el hombro, y aunque se estaba haciendo presión con la mano podía sentir como perdía sangre. En su lugar, el castaño se dio cuenta que ella estaba herida y rápidamente se giró a ayudarla. Los sonidos de alrededor hacían eco, las balas sonaban como si estuvieran en su oído... pero no se iba a desmayar. Tenía que ser fuerte. Sacudió la cabeza como para despertarse. -Amber, resiste. Sé fuerte, por favor- Decía el chico. De repente los disparos cesaron y los enemigos se fueron. -Est... estoy... bien- Respondió ella trabajosamente. El chico la agarró por la espalda y piernas y la alzó. Ella cogió a Delores al ver que él intentaba llevarla pero no podía. Él le dedicó una mirada de agradecimiento y juntos saltaron al auto. -Tranquila, ya vamos- La consoló preocupado. Amberley miraba por la ventana para distraerse. Cuando salieron del lugar, vio que en la entrada se habían colocado varios coches de policía con las sirenas prendidas. Las luces lastimaban los ojos de ella como si estuviera mirando directamente al sol, así que apartó la mirada incómoda. -¿Cómo vas? Ella solo hizo un pequeño gemido como para decirle que estaba bien. ¿Por qué se preocupaba tanto de todas formas? Apenas se habían conocido hace un día y ella ya se había hecho odiar por él, o al menos eso suponía. Llegaron al edificio y Five la llevó cargada hasta su cuarto. Ella seguía abrazando a Delores. Cuando terminó de subir las escaleras forzosamente, se encontró con Allison y Luther. Estos miraron a los dos jóvenes preocupados. -¿Están bien? ¿Qué pasó?- Preguntó Luther. -Nada que te importe- Soltó Five dándole la espalda y yendo a su cuarto. La puso en la cama, tomó a su maniquí y lo puso en una silla cercana y le quitó la camisa a la chica. Ella podía sentir que estaba un poco incómodo pero igual lo único que quería era salvarla. Se escucharon unos golpes a la puerta y el chico los ignoró, pero luego la puerta se abrió. Entró Grace con un kit de primeros auxilios. Ella la asistió allí, pero Five nunca se fue del lugar. Después de unos 30 o 40 minutos, la madre de los chicos ya había sacado las balas, curado, cerrado y limpiado la herida de la chica. El dolor no paraba, pero definitivamente ya no sentía que se iba a desmayar en cualquier momento. Grace se retiró del cuarto sonriente y Five le agradeció. Se acercó con una bolsa de hielo a la chica que todavía estaba solo con su sostén. Se la puso suavemente en el hombro y ella sintió una oleada de frío, pero resistió. También le dio una manta para que se cubriera. -Gracias, Five- Le dijo ella, mirándolo con gratitud. -No es nada. Gracias por cuidar a Delores por mí- Sonrió sin mostrar los dientes. Hubo un pequeño silencio, pero esta vez no incómodo. -Yo tenía una vida normal, vivía con mi hermano en una casa en la que en realidad no les importábamos a nuestros padres. Pero un día, ellos simplemente desaparecieron. Nunca supimos que les pasó, nuestra teoría es qué tal vez nos abandonaron o algo así, pero hay algo que no concuerda: dejaron todo. Tarjetas de crédito, llaves, autos, todo. Un año después de ese accidente (un año de Cole robando información de la mente de las personas para que pudiéramos tener dinero) creí tener una manera de arreglarlo todo. Pero estaba equivocada. Tenía 12, que ingenua era. Cole me advirtió, me dijo que no lo hiciera pero... yo quería ser útil por primera vez. Entonces fue cuando entré a esa dimensión y me quedé atrapada- Confesó. Sabía que había dicho que no se iban a contar sus historias tristes, pero sintió que debía hacerlo. Five, que había estado escuchando atentamente a lo que ella decía sin quitar la bolsa de su hombro, suspiró. -Vaya... suena que tuviste una infancia difícil. -Sí. En realidad no me gusta hablar de eso. Eres al único al que le he contado después de Jaed...- Se interrumpió. No estaba lista para contar su otra historia triste. -¿Quién?- Al parecer despertó la curiosidad del chico, porque levantó las cejas y la miró fijamente a los ojos. -Creo que te he escuchado casi decir ese nombre como unas 2 veces... Jaeden, ¿verdad?
