You Are My Apocalypse | The Umbrella Academy (TERMINADA)

Capítulo XVIII

"Grow up and then we'll talk"

~ • ~

Amberley y Five caminaron hacia al cuarto de Klaus para pedirle ayuda. Él tocó la puerta y entró sin esperar respuesta. Klaus se encontraba acostado en su cama tejiendo con lana color cyan y no tenía camiseta, y el gemelo estaba sentado en la cama leyendo un libro (el libro de Vanya, al parecer).
-Hey, nos vamos- Dijo su compañero.
-¿A dónde?- Preguntó Cole.
-A salvar el mundo- Respondió Amber.
-¿Eso es todo? Genial- Dijo el otro sin emoción alguna. De hecho, sonaba un poco deprimido.
-Entonces, Pogo dijo que papá se suicidó para juntarnos a todos de nuevo, ¿verdad?- Empezó el chico.
-Sí, ¿entonces?- Klaus comenzó a ponerse su ropa mientras Five hablaba, caminando de un lado a otro. Cole cerró su libro para escuchar atentamente.
-Me puso a pensar. Yo tuve que saltar al futuro para saber qué pasaría. Pero papá, él no puede viajar en el tiempo. Entonces ¿cómo el bastardo loco pudo saber que tenía que suicidarse y justo una semana antes del fin del mundo?
-Bueno, ya sabes...
-No respondas. Eso fue totalmente retórico- Interrumpió. Amber rió un poco burlándose de esa tontería. -La verdad es que toda nuestra vida el nos dijo que íbamos a salvar al mundo de un Apocalipsis.
-Sí, siempre pensé que lo decía solo para asustarnos y hacer que laváramos los platos.
-Yo también. Pero ¿qué si el viejo sabía lo que verdaderamente iba a pasar?
-¿Cómo iba a saber?- Preguntó Amber.
-No lo sé. La cosa es que su plan funcionó, y ahora debemos salvar al mundo.
-¿Ah, sí? ¿Nosotros cuatro?- Dijo Cole incrédulo.
-Pues, no era mi idea pero... debo trabajar con lo que tengo- Amber lo miró alzando las cejas y sonriendo.
-"Dibi tribijir cin li qui tingi"- Se burló la chica. -Deberíamos hablar de tu ego, Five.
-Crece y luego hablamos- Soltó mientras sonreía, ella le pegó bromeando. Diego apareció corriendo en el pasillo y se metió a su cuarto. -¿Dónde has estado?
-Prisión- Respondió agitado. Salió de la habitación y mientras se ponía su chaqueta añadió: -Larga historia. ¿Dónde está Luther?
-No lo hemos visto desde el desayuno- Dijo Klaus.
-Dos días antes del fin del mundo y a él se le ocurre desaparecer- Comentó su gemelo. El amigo del pelinegro asintió concordando con él.
-Diablos. Allison está en peligro- Los chicos se miraron entre ellos confundidos.
-¿Qué esperamos? ¡Muévanse!- Dijo la castaña emprendiendo la marcha.

(...)

Entraron a un bar e inmediatamente vieron a Luther. Diego pidió que los dejaran solos por un momento para que él pudiera convencerlo. Klaus, Cole, Five y Amber se quedaron a un lado, la chica apoyaba sus manos en una mesa mientras esperaba.
-Five, sigues cojeando. ¿Seguro que estás mejor?- Preguntó ella al notarlo.
-Sí, no importa. En serio no importa- Reforzó al ver su cara incrédula. -¿Y tu hombro?
-Está bien.
-Aw, qué lindos son. Cuidándose uno al otro... ¡que adorable!- Dijo Klaus.
-Cállate, Klaus- Dijeron los dos al unísono y Cole se rió de ellos.
Luther de repente corrió hacia la puerta y todos lo siguieron. Tratando de abrirla con su apuro, la rompió, desacomodándola y poniéndola encima del marco ya roto para "disimular". Corrieron al auto y Five se colocó al volante, Amber de copiloto y los demás detrás. Manejaron hacia la dirección que decía el archivo lo más rápido que podían, pero la casa estaba muy lejos.
Más tarde, Luther comenzó a estar inquieto. Preguntaba a cada rato cuánto faltaba o si ya estaban cerca, haciendo que Amber se estresara.
-¿Puedes ir más rápido?- Preguntó el grandullón. Ella rodó los ojos y miró por la ventana para ignorarlo.
-Pregúntame de nuevo y te quemaré con un encendedor de cigarrillos- Amenazó el castaño.
-Creo que puedo ayudar- Se ofreció Amber. Tenía una idea que probablemente no funcionara, nunca había transportado tantos objetos y tan pesados por un portal (que también tendría que ser muy grande), pero tal vez funcionaría. Five, al descubrir cuál era su idea, dijo:
-No. Amber, puedes lastimarte.
-¡Pero puedo ayudar! Llegaríamos más rápido- Insistió.
-No te dejaré hacerlo.
-¿De qué rayos hablan?- Se quejó Diego.
-Haré un portal para llevarnos a la casa de Peabody.
-No, no lo harás- Negó el chico.
-¡Déjala ayudar, Five! No seas sobreprotector- Dijo Klaus.
-No...
-Sí, Five. Ese es mi trabajo- Bromeó Cole, haciendo que su hermana sonriera. Five volvió a mirar a la calle sin emoción alguna.
-Ya casi llegamos- Informó.
   Unos cuantos minutos después, se encontraron adentro de un verde bosque y en el medio había una cabaña con muchos troncos pulcramente colocados de manera ordenada al lado, la casa era de madera y tenía unas cuantas sillas y adornos afuera. Luther corrió subiendo las escaleras apresuradamente y abriendo la puerta con brusquedad.
-¡Allison! ¡No!- Lo escuchó gritar.
   Todos se amontonaron alrededor de la actriz: yacía inerte en el suelo, llena de sangre, y al parecer le habían cortado el cuello. Luther la abrazó y lloró por ella. Five y Amber llegaron de últimos, al ver la escena tan horrenda, la chica se cubrió la nariz y boca con las manos y se juntó a Five, el cual la rodeó con el brazo para tranquilizarla. Amber tenía los ojos aguados, al igual que su hermano, y podía sentir que éste tenía su corazón roto.
   Five manejó más rápido aún ya que intentaban salvar a la mujer, Luther creía que había alguna posibilidad. Corrieron adentro de la academia y la llevaron al piso de arriba a que la atendiera Grace. Pogo dijo que alguien tenía que donarle sangre, y obviamente todos en la sala se ofrecieron. Luther no podía porque tenía ADN de primate, Klaus tampoco porque su sangre estaba "contaminada", así que Diego se adelantó. Pero cuando la mamá de los chicos le mostró la aguja, él se desmayó.
-Pínchalo- Ordenó el mono.
   Cole y Klaus se fueron para el cuarto de este último mientras los otros tres se iban a la sala. Luther se quedó junto a Allison, cuidándola. Cuando Klaus y su hermano llegaron, comenzaron a hablar de nuevo sobre el Apocalipsis, nada nuevo.
-Creo que Harold Jenkins debería ser nuestra prioridad- Sugirió Five.
-Estoy contigo. Vamos- Lo apoyó Diego. Emprendieron la marcha, pero Klaus se quedó sentado en el sillón y dijo:
-No creo que sea buena idea que yo vaya. Después de todo, sabemos que mis poderes no sirven para nada y solo los retrasaría- Ellos se pararon a mirarlo.
-Vamos, Klaus, levántate- Pidió Cole.
-Vas a ir- Dijo el chico.
-No puedes obligarme- Diego le tiró un cuchillo justo entre las piernas para asustarlo. Este puso los ojos en blanco y se levantó.
-Bueno, un poco de ejercicio no hará mal.