She-Ra y Las Princesas del Poder: El que no Debió Existir

Capitulo 1: El nuevo extraño, el bosque congelado, y la pequeña princesa

Después de la batalla por Luna Brillante, han pasado tres semanas, tres semanas de ataques continuos de robots por parte de la Horda a los Bosques Susurrantes. Estos ataques, aunque infructuosos, eran demasiodos y no daban tiempo a que el propío bosque sanara por si mismo, aún con la ayuda de la princesa Perfuma. 

Pero eso no es lo importante ahora, ninguno de ellos, ahora mismo lo importante estaba sucediendo en una zona profunda del bosque y cerca de un claro.

Unos extraños rayos dorados aparecían en medio del claro y de poco a poco en ese claro, un pequeño torbellino de los colores del arcoirís se abrió de manera vertical a un metro sobre el nivel del suelo, ese torbellino se mantuvo abierto por unos segundos hasta que comenzó a cerrarse, pero antes de hacerlo por completo, de este un muchacho salió violentamente y cayendo de cara contra el suelo en el frío pasto; el muchacho se dio la vuelta rapidamente mirando al cielo mientras se retorcía del dolor por el golpe en su rostro agarrandolo y pataleando como si hiciera un berrinche. El joven trató de levantarse al ver el torbellino cerrarandosé para alcanzarlo y volver a traves de el, pero demasiado tarde, cuando logro siquiera dar dos pasos en su dirección este ya había desaparecido.
Con un enorme sentimiento de derrota, furía, leve depresión y miedo, no pudo contenerse más y gritó con todas sus fuerzas sin importarle nada.

"¡¿A DONDE MIERDAS TERMINE A PARAR?!, ¡¿Y PORQUE DEMONIOS TUVE QUE TOCAR ESE TORBELLINO?!"

Flasback: 10 minutos atras

Animex en la ciudad de Monterrey, un lugar perfecto para comvivir con personas que comparten el gusto del anime, videojuegos, mangas, comics, y caricaturas. Ese día era un caluroso sabado de julio, mucha gente se trataba de refrescar con bebidas frías y descansando en los puestos libres del comedor para continuar, pero no para cierto individuo que ya había conseguido lo que venía a buscar.
Un muchacho de 18 años que mide 1, 75m., vistiendo una camiseta negra de mangas cortas con el dibujo de tres marcas de garras en todo el torso y pecho de color rojo, pantalones amplios de algodon grises, y unas botas militares de combate negras. Sus facciones eran muy marcadas pero a la vez finas dandole un aire de seriedad fría junto con sus ojos azules y mirada de aburrimiento; y su cabello negro y largo hasta la nuca iba desarreglado. El muchacho se encaminaba al baño antes de irse para poder enjuagar su cara, había estado caminando por dos horas mientras buscaba cierto puesto de mangas y anime haciendole sudar demasiado por la cantidad de gente, y la verdad el aire acondicionado no daba suficiente abasto por la gran cantidad de personas. Cuando llego al baño, abrió el agua fría de la llave y se romojo la cara para quitarse el sudor, se recargo un momento en el lavabo y miro la bolsa plastica que llevaba consigo y sonrió al abrirla cuando miro su contenido.

"Al fin los conseguí."  Dijo para si mismo mientras sacaba 2 volumenes de Steel Ball Run y los veía con gran felicidad.  "El Volumen con la aparición de Scary Monsters y el volumen de The World de Diego Brando, me costaron casi 800 pesos ambos pero valen el gasto para terminar mi colección de Steel Ball Run." Decía mientras buscaba las imagenes en ambos libros y los volvía a guardar en la bolsa y salir del baño, ya queriendo ir a casa para descansar. Pero...  "Eh..."  Un extraño brillo de colores salía de uno de los cubiculos del baño, fue algo que le pareció demasido extraño, su curiosidad fue mayor a su sentido comun, pues uno normalmente lo ignoraría y se iría de allí... Pero no este idiota, este muchacho se acercó a la puerta y la abrió como si fuera lo más normal del mundo, pero cuando vio el torbellino de colores se asustó y dio la media vuelta para alejarse, lo malo es que fue demasido tarde. En cuanto se dio la vuelta la fuerza de succión del torbellino vino de golpe y lo llevo a su interior y la puerta también se había cerrado.

Dentro del torbellino las cosas no eran tan agradables para el muchacho, la intensidad del brillo en los colores impedía que mantuviera los ojos abiertos por mucho tiempo teniendo que entrecerrarlos, al mismo tiempo se sentía estar cayendo a una gran velocidad hacia el final del torbellino. Sus sentidos estaban abrumados dentro del torbellino, no era capaz de ver con claridad, sentir algo más aparte de la "caida y velocidad", o siquiera oír su propío corazón; por lo tanto no pudo sentir los cambios que estaba sufriendo su cuerpo.
Toda su complexión física paso de ser delagada y poco desarrollada musculatura a una perfectamente esculpida, seguía delgado pero ahora con musculos bien definidos y marcados, su estatura aumentó 10cm., y su cabello se alació un poco y con ondulaciones tornandose de un rubio dorado. Pero lo más raro fue que ambos mangas se disolvieron hasta convertirse en particulas y fundirse en su cuerpo cambiado, solo para luego terminar saliendo del torbellino y golpear su cara.