cap 9

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Después del escándalo que se originó en el comedor de la escuela, Annie empieza a creer que quedarse en casa hubiera sido una excelente idea. Toda la escuela vio lo que paso en la cafetería y desde hace un buen rato que todo el mundo la observa más de lo habitual y le han gritado cosas como: "que lindo que tu novio te defienda". Le molesta ese tipo de comentarios, pero intenta mantenerse serena para no empeorar las cosas si dice algo más.

En su mente revive ese momento muchas veces y se pregunta porque aquel chico le ayudo, en parte estaba agradecida con él, porque si no hubiese intervenido, es posible que la historia hubiese sido diferente y ese idiota hubiese roto su teléfono.

La clase era aburrida, nunca le ha interesado química, por lo que normalmente solía contar los minutos para irse e intentar apuntar solo lo necesario para no reprobar la materia. Estaba tomando apuntes cuando le dejaron sobre la mesa una nota. No sabía si era buena idea leerla, pero igual lo hizo para saber si se trataba de algo importante.

Al leer la nota se asustó, no esperaba para nada lo que venía escrito.

"No te atrevas a irte, tenemos asuntos pendientes que resolver"

¿"tenemos"? ¿Quiénes querían hablar con ella? Estaba asustada. Alzo la vista y miro al todo el salón esperando que alguien le diera una pista de quienes eran, pero nadie la estaba mirando. ¿Qué debía hacer? ¿Debería quedarse? Lo estuvo meditando mucho rato y concluyo que ella no se había metido con nadie, así que no tenían nada que reclamarle.

Espero el final de la clase temerosa, pero dispuesta a defender su dignidad. Sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando sonó la campana de la salida de clases, pero se mantuvo firme en que ella no tenía nada que esconder. Todo el salón se fue vaciando rápidamente, aunque y solo grupo de personas sin contar a Annie se estaba quedando en el salón. Fue entonces cuando se aterró.

Las amigas de Valeria la estaban esperando. Las chicas populares que trataban como inferiores a los demás buscaban pleito con ella ¿y ahora qué? ¿Había manera de escapar? Rezaba porque la maestra se diera cuenta de que algo andaba mal, pero en vez de eso ella se detuvo en la puerta y dijo:

—chicas, me tengo que ir, tengo prisa ¿Cuándo salgan pueden cerrar la puerta?

—claro, profesora— dijo Vanessa fingiendo que guardaba sus cosas

—bien, muchas gracias

La maestra dejó a las chicas solas y a Annie sin ninguna escapatoria. Una vez estando totalmente solas, todas las chicas se pararon de sus asientos y empezaron a encaminarse a su mesa para rodearla. Ya no había vuelta atrás, tenía que confrontarlas.

Una vez que la tuvieron rodeada Vanessa dio un paso al frente, destacándose de entre las demás. A Annie le empezaron a sudar las manos, pero sabía que frentes de ellas tenía que aparentar seguridad.

—me imagino que ya tienes una idea de que es lo que queremos hablar contigo, ¿cierto?

—la verdad es que no— dijo Annie intentando sonar lo más calmada posible

—bueno, te lo voy a explicar de manera en que lo entiendas, niña idiota

Annie pasó saliva y trato de contenerse, si daba un paso en falso algo podría salir mal, así que debía actuar lo más pacíficamente posible.

— el chico que molestaste es... bueno, una persona muy importante para mí. Se molestó mucho después de lo que le hiciste, y no me gusta ver a mi chico así de furioso

—yo no he molestado a nadie, además no sé de quién...

—cállate, imbécil— dijo Vanessa alzando la voz— es más que obvio que estoy hablando de Matías

—¿Cuál de los dos...?

—serás idiota— volvió a decir Vanessa— el chico que te pidió que le dieras razones del porqué lo estabas viendo

Entonces por fin entiende que era lo que estaba pasando, todo se empezó a aclarar. Annie acomodó en su asiento más segura, resulta que será más fácil salir de aquella situación de lo que tenía planeado.

—ya sé a qué te refieres

—¿en serio?

—sí, pero quiero saber ¿Qué quieres exactamente de mí?

—solo necesito que te disculpes frente a la cámara de mi teléfono— dijo Vanessa alzándolo para que Annie pudiera verlo— y listo

—no soy idiota, no solo se lo vas a mostrar a Matías, ¿cierto?

La cara de Vanessa cambio de una sonrisa falsa a una cara de furia.

—escucha, perra...

—no, vamos a aclarar algunas cosas. Yo no lo moleste a él, más bien fue al revés porque yo no le estaba haciendo nada

—lo estabas mirando— dijo ella molesta

—de la misma manera en la que te miro a ti, pero eso a ti no te molesta ¿verdad? Te molesta más lo que te estoy diciendo ahora, no la forma en la que te miro

Vanessa se quedó callada, lo que hizo sentir a Annie triunfante, pero sabía que no debía bajar la guardia.

—eres una zorra— dijo Vanessa molesta después de unos segundos

—¿no crees que es una forma muy horrible de hablarte a ti misma?

Sabía que con decir eso había marcado una sentencia de muerte, pero no se pensaba retractar. Se levantó de su asiento y tomo su mochila, estaba dispuesta a irse cuando Vanessa le tomo el brazo:

—¿A dónde crees que vas?

—como pensé que acabaste de describirte, pensé que podía irme

—tú no te vas...

—¿a ningún lado? Pues mírame

Annie se safo del agarre de su compañera con un ágil movimiento que hizo que Vanessa se quejara de dolor. Una vez libre de su atadura empujo a las demás chicas que a pesar de que pusieron fuerza, Annie pudo ser capaz de empujarlas y hacerse un espacio para irse. Al llegar a la puerta corrió intentando no mirar atrás por si alguna de las amigas de Vanessa iba a buscarla.

Se detuvo después de asegurarse de que a la distancia no se veía la escuela y tomo aire. En cierto modo se sentía orgullosa de ella, ya que era la primera vez que se le enfrentaba a las chicas que le hacían la vida imposible, aunque sabe que las consecuencias en el futuro serán graves. Ojalá se hubiese equivocado.

Lo que puede hacerme una palabra tuya (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora