cap 10

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Austin pensó que su día no podía empeorar, pero claramente pensó mal. Durante el resto de las clases intento acercarse a sus amigos, pero parecía que cada que él diera un paso para acercarse, ellos daban un paso atrás para alejarse. No entiende por qué el cambio de actitud de sus amigos con él, se supone que solamente Matías estaba enojado con él ¿no? Entonces ¿por qué los otros chicos se comportaban esa manera?

Sabía que estaba mal sacar conclusiones apresuradas, pero podría jurar que Matías era el culpable de alejarlo de sus amigos, después de todo siempre ha sido muy manipulador y posesivo cuando se trataba de su grupo de amigos.

Al final de las clases, Austin salió primero del salón para que de esa manera fuera más fácil esperarlos y acercarse cuando estén distraídos, tomando a Matías desprevenido. Cuando los chicos salieron Austin se acercó rápidamente a ellos con una sonrisa.

—hola, chicos, ¿podemos hablar? — dijo Austin intentando llamar su atención

Pero ninguno de los chicos le respondió, en cambio siguieron caminando como si no pasase nada

—chicos...

—¿Qué quieres?-dijo Matías, pero no se volteó para verle la cara

—necesito hablar con ustedes

—yo no tengo nada de que hablar

—pues yo sí, y necesito que me escuches

En ese momento Matías se volteó para ver a Austin frente a frente, sus ojos parecían echar chispas de furia, lo que lo hizo tambalear un segundo.

—¿que?

Austin paso saliva y carraspeo, por un momento su seguridad había desaparecido, pero necesitaba recuperarla si quería tener una conversación madura con Matías

—yo... solamente quiero que me entiendas, no lo hice con el fin de humillarte ni nada por el estilo, simplemente intentaba ayudarla... lo que me lleva a la pregunta, ¿estamos bien?

—¿es en serio? No existe justificación para lo que me hiciste ¿por qué habríamos de estar bien?

Austin estaba atónito, no creía que su amigo fuese a reaccionar de esa manera, creyó que si le explicaba por qué es que había intervenido lo perdonaría, pero no fue así, ya no sabía qué hacer.

—¿no crees que es exagerado lo que estás diciendo?

—claro que no, tú me traicionaste para impresionar a una chica, no quieras disfrazar eso con misericordia

—eso no es verdad

—¡a mí nadie me miente! ¡¿te quedo claro?!

Austin se empezaba a desesperar, ni siquiera lo estaba escuchando, él se estaba aferrando a una muy estúpida idea ¿cómo sacarlo de ahí sabiendo lo testarudo que es?

—te acabo de decir por qué la ayudé, no me estás escuchando
—lo que yo escucho no son más que mentiras

—por dios, Matías. No tienes que ser tan dramático

—¡a mí nadie me dice dramático!

—¡pero es que te estás comportando como tal!

—¡¿y así vienes a pedirme perdón?!

—yo no vine a disculparme de mis acciones, yo no hice nada malo

—mierda, Austin ¡me humillaste frente a toda la escuela solo para impresionar a una chica! ¡¿no crees que eso sea malo?!

—¡ya te dije que no fue para impresionarla! — repitió Austin cada vez más molesto— ¡tú te estabas pasando de la raya! ¡No te humille frente a nadie!

—¡toda la puta escuela nos estaba mirando, Austin! ¡Todo el mundo vio lo que me hiciste!

—¡¿pero qué trauma tienes con que te vean?! ¡Estás mal de la cabeza!

Hubo un silencio muy profundo después de lo que le dijo Austin a Matías. En cuanto se dio cuenta se arrepintió de inmediato, pero ya era muy tarde. Matías lo miraba entre sorprendido y molesto.

—¿de verdad eso crees que de mí? ¿Todo este tiempo has creído eso de mí?

—Matías, me estás malinterpretando, yo...

—vámonos— sentencio Matías, dándole la espalda a Austin para seguir su camino fuera de las instalaciones

Lo que lo sorprendió no fue el hecho de que Matías le diera la espalda, sino que sus amigos se estaban yendo con él. No sabía qué hacer, no podía perderlos, no es ese momento o en esas circunstancias.

—pero... ¿Qué están haciendo? ¡¿por qué están de su lado?!

Austin intento alcanzarlos, pero Matías se dio la vuelta y lo miro a los ojos mostrándole toda su furia, lo que hizo que Austin se detuviera.

—entiendo que estés molesto y que me odies ahora mismo, pero no los metas en esto

—¿a quiénes?

—también son mis amigos Matías, no puedes arrebatármelos

—¿eso crees? ¿Realmente crees que son tus amigos?

—¡pero claro que lo son, jamás lo he dudado!

—pues vuélvelo a considerar porque, si son tus amigos, entonces ¿Por qué te están abandonando Austin?

Se quedó callado, no sabía qué responder, Matías tenía razón. Si eran sus amigos, iban a estar de su lado aun si eso implica un riesgo, entonces ¿Qué estaba pasando? Matías se dio la media vuelta para continuar con su camino y Austin se asustó. No quería quedarse solo.

—¿por qué? — volvió a decir Austin con un hilo de voz

Esta vez, la pregunta no iba dirigida a Matías, iba a sus amigos que se estaban alejando hacia la salida al lado de Matías

—¡¿Por qué?!— grito Austin desesperado

Necesitaba que alguno de ellos lo mirara o que decidiera que debía estar a su lado, estaba desesperado de que alguno le mostrara piedad, pero eso no paso. Tuvo que soportar ver a sus amigos alejarse hacia la puerta de salida y dejaran todas aquellas aventuras atrás mientras a él se le partía el corazón. Es cierto, tal vez no eran las mejores personas, pero nadie en el mundo actual puede decir que lo es, y para Austin, ellos eran lo mejor que le había pasado.

Ángel, uno de sus amigos aprovecho que se encontraba detrás de Matías y con los labios le dijo algo que Austin debió interpretar, pero entendió perfectamente:

—lo siento, pero no tenemos otra opción

Austin estaba molesto, no lo podía creer. Sus amigos, los que siempre les habían sido fieles, lo estaban abandonando, ¿y todo que pasaron juntos?

Austin sabía que ya no podía hacer nada, lo único que podía hacer en ese momento era ver como sus amigos se alejaban hacia la salida de la escuela con una sensación de soledad.

Lo que puede hacerme una palabra tuya (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora