cap 30

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Austin se ha lucido esta vez. A preparado todo para luzca perfecto. Todo esta en orden. Esta vez no le puede cancelar. Pero solo por si las dudas le manda un mensaje. Por si las dudas. Tarda en responder. Pero llega su respuesta.

"por supuesto que voy a ir. Voy a llegar maso menos por las tres de la tarde. Pero de que llego llego. ¿te gustaría que llevara algo?"

Austin sonríe y trata de pensar en una respuesta ingeniosa:

"solamente tu sonrisa. Tráela contigo siempre"

Se la imagina. No la conoce lo suficiente para imaginar su reacción, tal vez esta sonriendo frente a su teléfono, o tal vez sonrojándose, no tiene ni idea, pero le encantaría verla ahora para saberlo.

Un latido en su corazón. Luego otro. No sabe que le esta pasando. No es normal en el. De nuevo la imagino sonriendo. Otro latido. Ya basta, no tiene sentido. Apenas y se conocen. Se trata de quitar la idea de la cabeza y lo hace.

Va a su habitación y se entretiene leyendo uno de sus libros. Leyó hasta que sonó el timbre de su casa. No hay nadie. Revisa la hora y son las tres con diez minutos. Se levanta de su cama y baja las escaleras. Cuando esta frente a la puerta se peina un poco con las manos y abre. Y ahí esta. Esa sonrisa que se imagino antes. Siente que su cara esta ardiendo así que disimuladamente trata de que Annie no se de cuenta. La invita a pasear y cierra la puerta detrás de ella.

Annie le entrega una pequeña caja en las manos a Austin:

-pensé en traer un pequeño aperitivo al menos, para no venir con las manos vacías

-muchas gracias

Austin le iba a dar un beso en la mejilla, pero se detuvo un momento, noto algo que no le gusto nada.

-¿que te hicieron en la cara?

-¿que?

-que que te hicieron en la cara

-se llama maquillaje y se lo ponen las mujeres, aunque en realidad se lo puede poner cualquiera

-no hablo de eso, ¿que es ese moretón?

Annie

Diablos. Lo ha notado. ¿que debe hacer ahora?. Pensaba que que el no lo notaria porque se puso maquillaje, pero parece que es un buen observador. Solo se le ocurre taparse el cachete con la mano y mirar hacia abajo. Necesita pensar una mentira. Pero no le da tiempo. Austin le tomo de la mano que cubría una parte de su rostro y se la quito.

No se atrevía a mirarlo a los ojos. "piensa Annie" se decía "lo que sea". Nada. Austin le tomo de la barbilla y la obligo a mirarla a los ojos. No estaba enojado. Mas bien su rostro daba a entender que estaba preocupado:

-¿quien te hizo esto?

-nadie

-¿entonces tu te lastimaste sola solo porque si?

- Austin, por favor...

-dime quien fue

Se quedaron callados. Annie seguía pensando que decir. Austin quería respuestas. Entonces Annie le tomo de la mano que agarraba su barbilla y la bajo despacio. Austin no se opuso

-promete que no te enojaras

Otro silencio.

Austin

no se lo puede prometer. Es incapaz de hacerlo. Lo único que quiere es que le diga quien fue para ir en su búsqueda y hacerle pasar un mal rato. Pero no tiene alternativas. Logra asentir con la cabeza:

-fueron Vanessa y sus amigas- dijo Annie al fin

Malditas perras. ¿como le pudieron hacer algo así a ella?, estaba enojado, frustrado. Habia peleado para nada. Miro hacia otro lado para que ella no viera que estaba incumpliendo una de su promesa.

Annie

No sabe que debe hacer. Solo lo mira. pasan unos minutos cuando Austin volvió a hablar:

-¿cuando?

-hace poco

-¿fue la razón por la que no viniste ayer?, ¿por eso me cancelaste?

Annie solo asintió. Ya no le podía mentir. No puede.

Austin

Esta respirando muy rápido. Esta enojado. Pero no va a permitir que eso arruine el día que ha planeado. Regula su respiración y la mira los ojos. Le toma la mano y dice:

-no te preocupes, lo importante es que estas mejorando, ¿verdad?

Annie asiente. Austin le da un beso en la mejilla y le sonríe.

-perdóname, no debí asustarte

-no me asustaste, solo me extraño un poco tu reacción

-lo siento

-no importa, esta bien, ¿podemos hacer lo que tenias planeado por favor?

- a sus ordenes señorita- e hizo una reverencia ridícula para que ella se riera, lo consiguió

La llevo a su habitación y apago las luces. Y puso su proyector. La película se iba a reproducir en su techo y acomodo las almohadas que estaban en el suelo

-¿que es esto?- dijo Annie sonriendo

-esto es mi plan, vamos, acuéstate para que veas la película

Ella se acostó y acomodo su cabeza en una de las almohadas. Austin se acomodo a su lado y  puso play a la película. Puso algunas botanas entre ellos y le puso una cobija. Ambos disfrutaron de su tarde. Olvidaron sus problemas.

Por un momento viajaron a un lugar mental donde nadie podía molestarlos. Solo ellos. Y eso fue suficiente para ambos. 

Lo que puede hacerme una palabra tuya (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora