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– ¡¿Cómo se te ocurre venir a la casa de un testigo y hacer semejante escándalo?! – le preguntó Sergio intentando mantener la calma, golpeando su sien repetidas veces.

– Testigo de la muerte de mi hijo – le respondió Juliana entre dientes.

– Noticia, cariño – habló sarcástico Sergio – ¡También era mi hijo! – Juliana solo apartó su mirada – no puedes pretender que cada vez que te sientes impotente venir a hacer un escándalo – habló en realidad molesto, la mujer había llamado a la policía.

– Ella lo sabe, Sergio – habló dolida – ella sabe quién me quitó a mi niño, y no quiere decirnos – Sergio suspiró intentando buscar las palabras adecuadas, mientras que Valentina hablaba con el oficial de policía que había llegado en su patrulla. Estaban fuera de la casa de aquella mujer que nerviosa por todo el escandalo decidió llamar a la policía.

– Creo que se te olvida que Luis también era mi hijo – repitió sin entender por qué Juliana seguía diciendo que era solo suyo. Juliana negó con su cabeza – así me odies y me culpes, yo era el padre de Luis, tenía mi apellido... yo te embaracé – Juliana lo miró con su ceño fruncido. Sergio rió un poco tomando suavemente los costados de los brazos de Juliana – Luis murió, amor, y tienes que aceptar que no va a volver – Juliana dio un paso atrás provocando que Sergio la soltara – es duro – reconoció llevando sus manos a su cinturón – muy duro, pero es la realidad. Juliana, Luis murió –

– A Luis lo mataron – respondió con desprecio – a Luis me lo quitaron – Sergio negó con su cabeza – ¡Tú no lo viste morir como yo! – soltó sin poder retenerlo más, llevando sus manos a su cabello desesperada por encontrar respuestas a preguntas que jamás quiso formular – su cabeza contra la placa de aquel auto – susurró comenzando a llorar de manera inevitable – sus ojos cerrándose mientras dejaba de sonreír – volvió a susurrar sintiendo como perdía el equilibrio – ¿Cómo me pides que viva después de eso? – le preguntó manteniéndose en pie, la misma pregunta que le hizo a Valentina.

– Yo era su padre, Juliana – respondió con sus ojos cristalizados – yo era tu esposo, yo era feliz –

– El dejó de respirar en mis brazos – dijo abrazándose a sí misma, sin notar que Valentina se acercaba a ella ya que había terminado de hablar con aquel policía – tú eras su padre, es cierto – susurró mirándolo a los ojos – pero yo lo vi nacer, y de la misma forma tuve que verlo morir – Sergio volvió a negar al ver las lágrimas de Juliana bajar por sus mejillas – claro que sí. Cuando nació, lo abracé como si fuera lo único seguro que tendría en el mundo, y cuando murió lo abracé de la misma forma. Murió en mis brazos, mi niño murió en su lugar seguro, en los brazos de su mamá – Sergio suspiró secando sus propias lágrimas. Al Valentina llegar, se preocupó de inmediato ya que no estaba al tanto de la discusión de la ex pareja.

– Juls – le habló Valentina suavemente. Sergio ladeó su cabeza sin entender y Juliana dirigió sus llorosos ojos a ella – ¿Qué pasó? – preguntó mientras quitaba un poco de cabello de su rostro – ¿Por qué lloras? –

– Porque mi niño murió – susurró sinceramente. Valentina comprendió y sin decir otra palabra decidió abrazarla, abrazo que Juliana correspondió y que Sergio miraba confuso ¿Era esa su ex esposa?

– Todo está bien – le susurró dulcemente intentándola hacer sentir tranquila – no llores, no llores –

– ¿Juliana? – Intervino Sergio al verla de una manera tan vulnerable – Juliana creo que deberíamos hablar –

– No quiero – respondió terminando el abrazo para secar nada delicadamente sus propias lagrimas – tengo que volver al trabajo – dijo recordando que Jacobo seguía en su auto, así que caminó de vuelta a éste.

Paper Hearts  (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora