Paper Hearts (ADAPTACIÓN)

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Día de la boda, día del parto.
- ¿Dónde está Juliana? - le preguntó Valentina muy nerviosa, debido a que era el día de su boda - ¿Dónde está? - volvió a preguntar preocupada. León apartó su mirada de las listas que leía para dedicarle toda su atención a su hija, reconociendo aquel tono en su voz.

- Juliana está con Sergio y Jacobo en camino - le respondió su padre. Valentina mordió su labio - ¿Qué te preocupa? -

- ¿Y sí se arrepiente? - preguntó en un susurro mientras que acercaba sus manos a su boca. León sonrió ante esa disparatada idea, Juliana adoraba a su hija - ¿Y sí decide darle otra oportunidad a Sergio? - volvió a preguntar - ¿Y sí me deja? - sus ojos se cristalizaron con esa pregunta.

- Valentina, por favor - rió un poco, sin embargo entendía a su hija, tenía miedo de perder al amor de su vida - Juliana te ama muchísimo y yo he sido testigo de eso. El pequeño Jacobo nacerá muy pronto, y tú eres su mamá también ¿O se te olvida? - los ojos de Valentina se sintieron angustiados al pensar que Juliana podría irse con el bebé y dejarla sola - Juliana decidió pasar el resto de su vida junto a ti... -

- Primero decidió hacerlo con Sergio - interrumpió mirándolo fijamente, entonces León sonrió.

- Y tú con Luis - fue la respuesta que hizo sentir confusión a Valentina.

- Pero Luis me dejó y... - intentó contradecir antes de rendirse ante la mirada de su padre y suspirar - no puedo hacer comparaciones. Juliana no es como Luis, y el día en que me dejaron plantada fue el mismo día en el que ella perdió a su hijo - volvió a suspirar - Juliana me ama porque decidió darle otra oportunidad a ser feliz - León asintió viendo cómo su hija volvía a sonreír - te quiero, papá - le dijo antes de abrazarlo y que él le correspondiera de inmediato - gracias - susurró. León cerró sus ojos, ese día le entregaría el amor de su vida al amor de la de ella, confiando ciegamente.

-

- ¡Voy a llegar tarde a mi propia boda! - desde el asiento de atrás soltó Juliana por enésima vez, fallando en alterar a Sergio quien iba conduciendo tranquilamente - ¡¿Podrías acelerar?! - Sergio se limitó a reír.

- No puedo conducir encima de los demás autos, cariño - respondió en una risa, había mucho tráfico - no es apropósito -

- ¡¿Cómo qué no?! - volvió a soltar.

- Juliana, cuidado con Junior - sugirió Jacobo desde el asiento del copiloto, preocupado por una de sus mejores amigas. Juliana lo miró a través del retrovisor y el chico sintió escalofríos - solo digo - dijo casi inaudible encogiéndose en el asiento.

- Amor, tranquila - le pidió Sergio, quien después de tantos años no podía dejar de llamarla por apodos cariñosos, claro, creía que se los diría por el resto de su vida - ya vamos avanzando - dijo a menos de 20km/h pues el tráfico no dejaba que fuera más rápido - más rápido que el viento - rió ante su magistral chiste.

- Recuérdame por qué no estoy conduciendo yo, por favor - dijo Juliana recostando su cabeza en el asiento, cerrando sus ojos para intentar tranquilizarse.

- Jacobo es un niño muy grande - respondió Sergio en otra risa. Juliana sonrió a pesar de estar estresada, su ex esposo al fin parecía estar genuinamente feliz desde la muerte de su hijo - y no te permite caber en el asiento - el ceño de Juliana se frunció mientras que Jacobo intentaba contener su risa - soy el mejor - dijo orgulloso.

- ¿Crees que mi hermanita haya venido? - preguntó Juliana calmadamente, en ese momento Sergio dejó de reír - yo les envíe las invitaciones, pero sinceramente solo me importa que venga mi hermanita - el hombre asintió.