La historia... o parte de ella

9 2 0
                                    

... En el inicio del tiempo las razas fueron plantadas para su adaptación al planeta donde les tocó vivir. Algunos individuos avanzaron mas que otros y se produjo la separación. En una época donde agotaron los recursos del lugar que les había dado la vida, algunos de ellos encontraron el conocimiento para reconstruir y otros para seguir su camino de destrucción.

... Los primeros tuvieron que aislar sus territorios y comunicarse con la naturaleza. Los segundos, se hicieron fuertes por la violencia. En una de las grandes guerras por el territorio mas rico, los primeros fueron casi aniquilados. Uno de los líderes pactó la salida de un grupo de sus congéneres, a cambio de uno de ellos. El mas fuerte, aquel que pudiera dar el poder y desequilibrar la balanza que existía entre la ciencia y la violencia, entre los territorios cerrados y la multitud de salvajes que los asediaban. Uno que podía dar la posibilidad de poseer el poder total.

... El líder negoció, sin que el otro supiera que los que se marchaban, tenían la posibilidad de reconstruir todo el imperio que aquellos salvajes habían destruido.

... El que debía ser entregado ya había sido anunciado. El Destructor o el Adelantado, el que tendría el poder de los elementos, de la vibración, de la onda. La nueva evolución, el futuro. Nacería con una marca, la estrella, en la nube de Vega, con el incendio en el cielo, quinientos años después del acuerdo. Se entregaría por voluntad propia y dará su semilla a los salvajes voluntariamente. Pero la ignorancia y la prepotencia del salvaje no le permitirían entender el tiempo y selló el pacto.

... Ese niño tendrá el poder de destruir la especie y todo rastro de vida del planeta. Deberá ser destruido al nacer o deberá ser alejado de toda posibilidad de desarrollo. Su furia terminará con la luz o con la sombra. Sus hijos, sembrarán la luz o la oscuridad. Cuando comience a matar, la luz no podrá contenerlo... solo lo hará su propio dolor.

... El deberá ser ocultado de las sombras. O deberá ser destruido...

Hail escuchó con la mirada perdida. De repente, se enfrentó a Larius y dijo:

§  ¿Qué pasó en la residencia? –Larius calló.- ¿Maté a alguien? – Preguntó grave.

§  Están muy graves. – Dijo Larius. Hail intentó salir. Larius lo detuvo. Calem fue hasta cerca de la puerta.

§  No me quedaré aquí si no me dicen qué pasó, que fue lo que hice. – Dijo, esta vez hostil. Mirando a Calem.

§  Y si lo decimos dejarás de levantar las cosas o por lo menos no nos atacarás? – Le preguntó Larius con tranquilidad

Hail se volvió sorprendido y vio que las rocas de las fuentes estaban levitando, como esperando para saltar. El fuego se había elevado y hasta las aristas de las rocas se enfilaban hacia Calem. Se volvió asustado hacia el Maestro en peligro y todo cayó. Los Maestros se habían levantado, los Guardianes se hallaban en posición de defensa.

Hail se sintió como un monstruo. Y bajo la mirada y tembloroso casi se desploma.

§  No puede ser – Negó con la cabeza – No puedo ser yo. Yo no quiero.  No quiero ser yo. No quiero dañar a nadie. – Tocó su cara

§  Eso lo sabemos. – Dijo Larius acercándose. Lo tomó de los hombros

§  Dígame, por favor, qué hice? – rogó Hail con los ojos húmedos. Tratando de soportar los espasmos de llanto. Sintiéndose miserable y presintiendo que aun no contaban lo peor.

§  Perdiste el control. Simplemente no eras tú. Todos saben que no quisiste hacerlo. – Dijo disculpándolo

§  Por favor... – Suplicó Hail

§  Derribaste el edificio... Los que estaban allí están heridos. Algunos sufrieron amputaciones. Otros fracturas y quemaduras eléctricas... – Dijo Larius con toda la suavidad de la que fue posible, entendiendo que era imposible minimizar el impacto, narró como fue contenido en una batalla mental entre él y los Jerarcas que casi cobró vidas, entre ellas la de su padre...

Hail escuchaba con los ojos cerrados por los que brotaban lágrimas. Poco a poco subió la cara y dijo:

§  Mi padre estaba allí, verdad? – Preguntó con los ojos húmedos

§  Si...

AlbionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora