El Universo....

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En la ciudad de Lanto, a las orillas del océano de Estador, los daños habían sido severos. Las radas de la bahía habían sufrido socavones por el oleaje. La gran ola y su resaca habían dañado casi a la mitad de la ciudad. Los habitantes estaban refugiados en las colinas, pero la ola había ascendido hasta el quinto piso de las edificaciones, quedando tapiados los sótanos y las vías de vehículos terrestres. No había muertes, pero los sistemas de sostenimiento de vida y las redes energéticas estaban muy dañados. Todas las Escuelas de la Luz, desde el Consejo de Jerarcas, emitían las órdenes y distribuían los recursos necesarios para el restablecimiento de las ciudades costeras.

Se requería una gran colaboración de los ciudadanos, sobre todo de los jóvenes. Entre ellos estaba Yaxia Lee. Una chica voluntariosa. Recién cumplía sus quince años, pronto haría su voto de casta en la Escuela de Celtius, al igual que sus tíos. Vivía con ellos desde que sus padres fallecieron a manos de las sombras. Habían ido a territorios no tomados para buscar recursos energéticos. En una tormenta magnética las sombras los emboscaron y mataron a toda la expedición. Ella apenas era una niña, pero lo había percibido bien. Después de eso, siempre le resultó difícil entender eso de que las sombras eran seres humanos. Sabía que no podía culpar a todas las tribus por quienes actuaron allí, pero le resultaba doloroso justificar el asesinato con la inadaptación natural. Amaba a sus tíos, pero extrañaba a sus padres. Había salido, junto con una expedición, a enviar las lecturas desde la ciudad sobre los daños en las estructuras. Su cabello era castaño rojizo, sus ojos verde mar, su piel bronceada por la luz de la costa. Su cuerpo estaba moldeado por sus frecuentes ejercicios en el mar. Nadaba como un pez, cada  minuto libre le servía para estar en el mar, por qué esta vez no habría sido el mismo océano proveedor de vida? Qué lo habría perturbado así? Cómo estarán en las otras ciudades? Cómo estará Hail?

§  Yaxia, deja de soñar y coloca el sensor rápido – gritó su mentor de casta, la maestra Danem

§  Si señora, ya voy – respondió y colocó el sensor – ya está – haciendo una reverencia

Danem sonrió, con la arena hasta las rodillas miró como Yaxia se retiraba, de pronto se detuvo y súbitamente grito a todo pulmón

§  ¡ALÉJENSEEE!!! – grito corriendo – Maestra saque a todos de aquí ¡!!! Gritaba con urgencia la chica ..

Danem miró a la chica alarmada, sintió la estructura, no percibió nada. Pero era mejor no retar al destino y pulsó la alarma.

§  Todos salgan!!! – Grito Danem mientras observaba la estructura aún sin percibir nada

Corrieron todos a unos metros de la edificación y la miraron. No pasaba nada. Luego todos miraron a Yaxia, incluso Danem.

§  Bueno, sentí que me dijeron que saliera de allí corriendo, -  dijo apenada.

§  Ay!!!, Yaxia, otra vez tus voces?... otra broma de estas y te lanzamos al charco de lodo mas próximo!! – dijo uno de sus compañeros amenazándola con las manos

§  Vamos ya!!!, - Dijo Danem dando la espalda a la edificación, acompañando a los demás que abucheaban a Yaxia. De pronto, se escuchó un sonido atronador y la estructura se derrumbó bañándolos de lodo, agua y arena. 

Todos se quedaron atónitos mirando el edificio en ruinas. Luego Yaxia, haciendo ondular su cabellera rojiza, se volvió caminando afectadamente.

§  Disculpen, nunca mas los molestaré con una advertencia absurda e inútil – replicó con desdén

Danem sonrió. Sabía que pronto Yaxia seguiría su destino. La Jerarca de la Casta de Celtius, le había encomendado la educación de Yaxia. Era una chica valiente. Primero sus padres, luego ese amigo que en circunstancias tan extrañas había dejado de comunicarse con ella. Ambos eventos le habían afectado profundamente. Su escuela exigía un amplio aprendizaje en la academia y en este caso Yaxia siempre había dado problemas. Era intuitiva, definitivamente nada dogmática. No aprendía con la información, aprendía con la experiencia. Necesitaba vivir el acontecimiento. No le importaba cuan funesto pudiera ser el resultado, si necesitaba saberlo, simplemente lo haría. Una vez se había internado en las profundidades oceánicas, sin tomar en cuenta la seguridad, a tal profundidad que casi le estallan los pulmones, para ver las cavernas submarinas. No sabía si había sido inducida por aquel chico tan extraño o al revés. Sólo que ambos habían corrido un gran riesgo y no había sido el último. Nunca había visto dos seres que intentaran vivir tan intensamente como ellos dos. Sabía que Yaxia requería atención especial, pero de allí a que el Jerarca decidiera que requeriría una educación distinta, le parecía demasiado. Siempre la vida de la niña había estado llena de situaciones y circunstancias extrañas. Percibía voces. Los análisis psicológicos y neurológicos no habían dado con ningún hecho médico que lo explicara. Pero esas voces, la llevaban a tomar peligros inauditos. La guiaban a veces mas que ella misma. Esta noche le comunicaría la decisión de su Casta. Sabía que no le gustaría, sabía que le gustaba explorar, el reto, el dominio de la naturaleza, la armonía del espacio libre. Le costaría adaptarse. Pero esta noche lo sabría...

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