Capítulo 19 - 11 November- (Parte 3)

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Procesar el hecho de que tuve una hermana gemela maravillosa, protectora, tierna, talentosa y única la cual no pude a penas disfrutar me embarga de una tristeza indescriptible, y más aún el hecho de no poder recordarla, el poder recordar de ella solo pequeños fragmentos.

Es tener una parte de mi a la que literalmente no puedo acceder por cuestiones ajenas a mi, y me duele, me duele como nunca me había dolido tanto algo. Hubiese querido disfrutar junto a ella todos nuestros logros y que su futuro no se hubiese visto truncado por culpa de los malnacidos que nos secuestraron y le hicieron tanto daño.

Quiero y necesito recordar todo al respecto del tiempo que esta borrado en mi mente, para hacerle honor, aunque sea de esa pequeña manera.

Anne, donde sea que estés, te prometo que voy a recordarte. Te prometo que tú muerte no será en vano, y te prometo que siempre te amaré, porque eres una parte de mi, la parte más importante de mi.

Te prometo que aprenderé todo sobre ti, y siempre te llevaré conmigo, porque estás tatuada en alguna parte de mis recuerdos, en mi piel con tinta invisible e incluso en mi sangre. Porque aún estás en mi corazón.

—Cynthia, estoy aquí...—reconocí la voz de Anne, una de mis personalidades alternas, la que representa a mi amada gemela.

—¿Eres tú, Anne?—respondí con un hilo de voz.

—Si, hermanita. Soy yo.—sonrió para tomarme de la mano y ayudarme a levantar del suelo.

—Ayúdame a recordar, por favor. Quiero recordarte.—sollocé mientras ella me cobijaba en sus dulces brazos.

—Eso trato cariño, pero no es fácil. Muchas de las memorias que están ligadas a mi son traumáticas. —respondió acariciando mi cabello, pude observarla y detallarla con detenimiento, percibir nuestras diferencias; ella tenía los ojos grises, muy claros, como la plata, mientras que yo los tengo violetas como las amatistas; ella tenia muy pocas pecas en su rostro mientras yo tengo muchas más; ella tenia el cabello un poco más liso que yo, mientras yo lo tengo mucho más ondulado.

—¿Por qué dices que son traumáticas?—cuestioné sollozando aún.

—Porque muchas de ellas tienen que ver con el secuestro, aquel hecho tan terrible que hizo que te fragmentaras.—secó mis lágrimas con un gesto grácil.

—No me importa, quiero recordarte, aún si es muy doloroso para mi, quiero recordar el secuestro, porque eso me ayudará a unificar muchas de las personalidades.—dije decidida.

— Será un camino largo, pero prometo apoyarte en todo lo que pueda. — dijo abrazándome con fuerza. — No estoy segura de poder hacer mucho, puesto que las demás personalidades tienen mucho más terreno ganado, pero juntas podremos lograrlo. Hay muchas cosas que tienes que saber, pero no puedo decírtelo, tienes que descubrirlo por ti misma.

— ¿Por qué nosotras? ¿Qué teníamos de especial unas niñas inocentes de 7 años? — dije con visible frustración.

— Las motivaciones de algunos seres humanos son muy retorcidas e incomprensibles. Tristemente, tuvimos que conocer la cara más terrible de la especie humana con una edad muy corta. — dijo con visible tristeza.

— ¿Nuestro secuestro está relacionado de alguna manera con nuestro tío? — pregunté recordando la conversación breve que tuve con ella antes de entrar al psiquiátrico.

— Están enlazados completamente, por eso quería evitar que recordaras. — respondió sosteniendo mis manos con fuerza.

— El fue el autor material e intelectual, ¿cierto? — dije empezando a temblar y sollozar de la ira y tristeza.

— Lo fue, y el hecho de que no recuerdes y que yo esté desaparecida ha ayudado a que se mantenga impune. — respondió mi gemela y al escuchar que esta desaparecida tuve esperanzas.

— ¿¡Estás viva?! — grité de la emoción y todo empezó a dar vueltas.

— ¡Cynthia! ¡Cariño mío! ¡Despierta! ¡Reacciona! — escuché la voz de mi madre en la distancia mientras sentía como una mano suave pero fuerte me sostenía.

— ¿Qué sucedió? — podía escuchar el sonido de mis latidos mientras mi cabeza me dolía horrores.

— Disociación, preciosa. Te desplomaste de repente y solo balbuceabas el nombre de tu gemela. — escuché a Devoss respondiendo a mi pregunta mientras acariciaba mi cabello.

— Hablé con ella. — dije abriendo los ojos con lentitud para evitar aturdirme con la iluminación.

— Cariño, es imposible, tu hermana fue enterrada luego del secuestro... — dijo mi padre con lágrimas en los ojos.

— ¿Ustedes reconocieron el cuerpo? Se que es muy duro lo que estoy preguntándoles, pero es muy importante, porque siento que ella sigue viva. — dije midiendo sus reacciones.

— Los forenses dijeron que estaba irreconocible, así que la velamos a cajón cerrado, tu tío Rudolf se encargó del informe forense, recuerda que es médico forense, y nos aseguró que era ella... — dijo mamá muy convencida, y ahí fue cuando todas las piezas empezaron a encajar.

— Mamá, lo que voy a decirte es muy duro, ¿de acuerdo? — respondí sosteniendo su mano con fuerza.

— ¿A que te refieres cariño? — dijo con un hilo de voz.

— Tu hermano está implicado hasta la médula en nuestro secuestro, estoy empezando a recordar lo sucedido esos 7 días infernales, y en todos los recuerdos está el o al menos su voz. — dije mirándola con completa seriedad a los ojos, y podía ver como se le iba la vida de los ojos.

Mi padre tuvo que sostenerla en brazos porque se desmayó, la noticia fue demasiado impactante.

Piqué montones de veces en menos de un minuto al botón que se encuentra en las habitaciones de recuperación y enseguida llegaron las enfermeras para auxiliarnos.

Mi padre no estaba menos impactado, pero eso no impedía que pudiese ver como todas las piezas encajaban en su mente.

Atendieron a mi madre rápidamente, me quitaron todos los cacharros médicos de encima para poder apoyarla, sabía que procesar todo esto sería muy duro para ella, es inverosímil descubrir que tu hermano secuestró a tus niñas, le causó un trauma casi imposible de quitar a una de ellas y a la otra la dio por muerta es algo demasiado duro.

Luego de media hora mi madre pudo despertar del shock, ayudamos a que se calmara y luego empezamos a trazar un plan de acción, lo cual no sería nada fácil, porque encontrar a Anne sería como buscar una aguja en un pajar, lo primero que sugirieron mis padres fue esperar a que yo estuviese fuera del psiquiátrico para planificar todo mejor, pero teníamos ya breves nociones de qué haríamos.

Mis padres marcharon mucho después del final de la hora de visitas por razones obvias, nos costó muchísimo despedirnos, tanto que al ellos irse yo no podía parar de llorar cual niña pequeña. Devoss me cobijó en todo momento en sus brazos, limpiando mis lágrimas y dándome seguridad.

Cada vez que el estaba cerca de mi sentía una calidez en mi pecho indescriptible, como si hubiese llegado a mi hogar, a mi refugio. Sentía que estaba segura, que no necesitaba a nada más ni nadie más, que junto a él tenía toda la seguridad que necesitaba, pero luego recordaba a Coen y me sentía en una contradicción tremenda, de hecho, estaba empezando a creer que no era yo la que estaba enamorada de Coen...

Devoss estuvo cantándome baladas de metal sinfónico al oído hasta que por fin pude conciliar el sueño y dejar de llorar, nadie había hecho tanto por mi, nadie había estado tanto para mi.

In my heart you're still here... (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora