Estuve vagando por el psiquiátrico como alma en pena, fue horrible tener que recorrer todo el lugar sola.
Cuando llegué a la puerta de la habitación compartida con Devoss, respiré con fuerza dejando salir todo el aire de mis pulmones, abrí la puerta y me encontré a Devoss dormido en mi cama. En. Mi. Puta. Cama.
¿Cómo carajos se atrevía a tratarme así y luego quedarse dormido en MI cama? Semejante pelmazo...
En el momento que me acerqué a levantarlo a golpes de mi cama, pude notar que su rostro tenía un inmenso rastro de lágrimas, tanto que tenía la nariz y toda la cara enrojecida. Me dio mucha pena verlo así, y por alguna extraña razón sentí un fuerte sentimiento que no supe reconocer.
Me senté en mi cama, sostuve el rostro de Devoss en mis manos, sequé sus lágrimas (que aún estaban frescas) con mis dedos y me quedé semi sentada abrazándolo y acunándolo.
Devoss sollozaba y balbuceaba entre sueños, la mayoría de las cosas que decía eran incomprensibles.
- Cyn... N-No... N-No me... A-Abandones... - balbuceó Devoss y yo me sentí helada... Debía ser una coincidencia... ¡No puedo ser yo!
- S-Simons... C-Creo que... C-Creo que te quiero... - balbuceó nuevamente entre sueños y sentí que todo se derrumbó... Debo despertarlo... No, mejor no, es mejor que no sepa que yo sé sobre sus sentimientos hacia mí...
- Devoss... Despierta... Tienes una pesadilla... - dije agitándolo suavemente entre mis brazos y palmeando sus mejillas con cuidado.
- Cynthia... Que bonita es tu voz... - dijo aún entre sueños pero más cercano a la realidad.
- Devoss... Despierta... Es hora de ir a... - dije y me quedé trancada, ya había pasado todo lo importante de su horario y la cena igual... ¿Qué le puedo decir? ¡Ya sé! - Es hora de ir con Janneke, tenemos que hablar con ella...
- ¿Janneke? - cuestionó y de inmediato abrió los ojos, se sonrojó al verme sosteniéndolo en mis brazos pero no se movió.
- Sí, Devoss, debemos ir con ella, me informaron que ya estaba disponible. - mentí para que se despertara y dejara de decir cosas incomprensibles aunque sabía que Janneke ya había vuelto.
Devoss fue al cuarto de baño a lavarse la cara y salimos despedidos de la habitación a buscar a Janneke, cuando llegamos a su oficina nos observo con gran preocupación por lo agitados y sudados que estábamos y nos sentó en los sillones continuos a su escritorio.
- Chicos, ¿qué sucedió para que vinieran de esta manera? Estaba por irme. - cuestionó Janneke aún impresionada por vernos de aquella manera.
- Bueno, definitivamente me corresponde a mi hablar de que sucedió porque esto no tiene nada que ver con Devoss, él sólo lo presenció... - dije nerviosa jugueteando con mis dedos.
- ¿Qué sucedió, Cynthia? - dijo Janneke seria, impasible.
- Tuve un brote, una crisis o como desees llamarlo. Ariane tomó el control de nuestro cuerpo... - dije con la mirada pérdida y decepcionada de mi misma.
- Ya veo, agradezco que hayas venido a contármelo. Mañana a primera hora nos saltaremos tu horario, lo cual no importa mucho porque no se esta cumpliendo por ser tu semana de adaptación, y tendremos una terapia importante. ¿Consideras necesario que Devoss participe en ella contigo? - cuestionó Janneke mientras anotaba algo en lo que parecía ser mi tabla médica.
- Sí, el vivió de primera mano una de mis horribles crisis y creo que haría bien que el relatara lo que sucedió desde su punto de vista porque hay cosas que no recuerdo. Claro, si no es molestia para él. - dije mirando a Devoss con ojos tristes.
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In my heart you're still here... (SIN EDITAR)
Novela JuvenilCynthia es una chica de 16 años, hermosamente pelirroja, de ojos grises entre violeta y azul, cara pecosa y rasgos bastante refinados, sus padres la tratan como una princesa, es la heroína de su hermano pequeño y tiene una situación económica favora...