c i n c u e nt a

194 22 1
                                    

¿Hoy es tu cumpleaños?
Tyler, 2:02 p.m.

Sí :)
Enviado, 2:03 p.m.

¿Te puedo ver en la cafetería?
Tyler, 2:04 p.m.

¿Ahorita?
Enviado, 2:04 p.m.

Si quieres después.
Tyler, 2:05 p.m.

Tyler siendo sarcástico era algo nuevo.

Está bien, ahorita voy.
Enviado, 2:05 p.m.

El timbre de salida no tardaba en sonar, el profesor ya había salido del salón, así que tomé mi mochila y caminé a la cafetería para encontrarme con Tyler. Al entrar distinguí la sudadera mostaza que esta semana había llevado y disminuí el ritmo de mis pies para prepararme mentalmente. Tyler estaba en una mesa esperándome.

—Feliz cumpleaños —se puso de pie y me miró expectante hasta que extendió los brazos. Me acerqué a él para recibir mi felicitación y fue ahí cuando lo abracé, su ropa olía a suavizante—. ¿Dieciséis?

—Sí —le afirmé al separarme de él.

—Imagina que estas galletas son un pastel —me dijo entregándome el paquete de galletas de chocolate.

—Gracias, Tyler —las tomé y me senté en una de las sillas.

—Cuando me desperté y vi la fecha, me acordé que alguien cumplía años. Facebook me confirmó mis sospechas.

—Facebook siempre ayuda —me encogí de hombros.

—¿Vas a festejar? —tuvo curiosidad.

—No un festejo como tal, sólo comeré flan napolitano con mi familia y ya.

—Y yo que estaba preparando mi outfit para presentarme —recargó los codos en la mesa y una media sonrisa apareció.

—Pues, no sé, será para la próxima —me contesté insegura. ¿Y si lo invitaba a mi casa? No, no.

—Es la primera vez que te veo con una coleta —indicó.

—Siempre lo traigo suelto porque... digamos que peinarme no es lo mío. Sólo sé hacerme esto  —suspiré y le sonreí.

Tyler alzó la mirada y se quedó serio.

—Creo que ya me iré —se dirigió a mí—. El timbre no ha sonado pero ya nos  dejan salir. ¿Te irás caminando?

—Lamentablemente no tengo transporte, así que es un hecho que me iré caminando.

—Puedo acompañarte hasta la entrada o nos vamos juntos —me dio opciones. La segunda iluminó toda mi cara.

—Mm —me quedé pensativa—. Vamos.

Me colgué la mochila en la espalda y él hizo lo mismo. Un maravilloso cumpleaños estando a su lado. En el portón algunos de sus compañeros nos miraban, me sentía rara y felíz al mismo tiempo.

El jardín de mi mente ©  [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora