AGENTE DARREN (MAFIA 3)

CAPÍTULO 27.

                                                  DANIELA. 

Sigo a la novia de mi hermano, ella sonríe con calidez enseñando el edifico donde viven, sonrío levemente, estaba bien, era mucho mejor que en el departamento en que vivía antes, muerdo el interior de mi mejilla y ella con mi sobrino en brazos sonríe.

-Me iré pronto, solo serán un par de días, no quiero molestar- Digo bajo.

Ella había llegado temprano al hospital para ver a mi hermano, y me había encontrado en la banca estaba despierta no había podido dormir, ella noto mis ojos aun llorosos y miro la maleta a mi lado, comprendio todo de inmediato, y con decisión dijo que me quedara con ellos.

-Puedes quedarte el tiempo que quieras, tu nos ayudaste a nosotros cuando estuvimos en esa ciudad sin saber donde quedarnos- Asegura tomando mi mano, trago con dificultad y varias lágrimas se deslizan por mis mejillas.

-Aagh, porque estoy tan sencible- Murmuro con cansancio tratando de sonreir, limpio mis lágrimas, ella sonríe y me hace un gesto para que la siga.

Kaitlyn abre la puerta del departamento, una vez que entramos observo el lugar sonrío levemente, era muy acojedor, tenía esa sensación de hogar familiar, hace mucho tiempo no sentía algo así.

-Ven, hay una habitación aquí, solo debo sacar algunas cajas y guardarlas en otro lugar, limpiare y con sábanas limpias estaría listo- Dice mostrándome la habitación.

-Es perfecto, yo puedo limpiar ya has hecho mucho por mi- afirmo mirando la habitación, sonrío con cansancio.

-Dejaré a Mark en su cama y te ayudo- Dice sonriendo, mi mirada se centra en el pequeño dormido en sus brazos, ella se gira y camina hasta su habitación.

Me abrazo a mi misma y suspiro, mis pensamientos van a Darren, la tristeza me golpeo de inmediato, sus palabras se reprodujeron en mi mente y eso lastimo más mi corazón, ahora estaba tan lejos de él, pero eso era lo mejor.

Tal vez después de todo me equivoque, y mi destino no era él.

......

Caminaba y miraba el lugar con curiosidad, este pueblo se encontraba a varias horas afuera de la ciudad, a las tiendas que había entrado no estaban contratando personal, ya comenzaba a rendirme, necesitaba el empleo, de verdad necesitaba dinero, no podía vivir con la novia de mi hermano sin aportar nada, aunque ella dijo que no me preocupara sabia que no era así, ellos estaban solos porque mi hermano estaba en el hospital, y además había que pagar el hospital.

Mi mirada se centra en un supermercado, era bastante grande, y podía ver como en la zona de la bodega algunos hombres trabajan bajando cajas de productos de los camiones de transporte, tomo una respiración y camino hasta ellos.

-Disculpen- Digo llamando la atención, algunos se detienen y frunce su ceño al mirarme, trago con dificultad y aclaro mi garganta -Buscaba algún lugar donde necesitarán personal, ¿Alguno sabe si aquí están contratando?- Pregunto mirándolos.

Eran tres hombres, dos de ellos se veían algo mayores, uno de ellos deja de bajar las cajas de camión, sacude sus manos y me mira, lo observo bien, es mucho más joven que los otros dos, parpadeo un par de veces, su cabello negro despeinado y luego una sonrisa despreocupada se forma en sus labios, frunzo levemente mi ceño al ver que me recorre con su mirada con burla.

-Se necesita, pero no eres hombre y no mides más de un metro sesenta, no creo que puedas trabajar aquí, es trabajo pesado- Murmura el chico de cabello negro y arrogante, elevo mis cejas ante lo que dice.