DANIELA.
El agente que estaba frente a mí era realmente guapo, fue el mismo que me esposo, el debía medir al menos un metro noventa de altura, estaba construido con músculos, su rostro era increíblemente apuesto, mis ojos van a los suyos, su semblante serio me hace temblar, estaba encerrada con este gran hombre y el parecía odiarme por la forma en que me miraba ahora, hace unos segundos parecía ser compasivo pero la frialdad poseyó su rostro.
Ahogo un chillido cuando el agente da dos grandes pasos hacia mi, el toma mi brazo y me hace levantarme, abro mis ojos mirándolo, el me atrae hasta acercarme a su cuerpo, lo miro sorprendida y asustada por sus acciones, ¿Es permitido que el haga esto?.
Me tenso cuando inclina su cabeza y puedo sentir su respiración en mi cuello, parpadeo varias veces e intento dar un paso hacia atrás pero el aun sostiene mi brazo y no me lo permite, una corriente eléctrica recorre mi cuerpo al sentir como rosa la punta de su nariz por mi cuello hasta mi mandíbula.
-¿Qué-que haces?- Tartamudeo, es decir nunca había tenido a un chico así de cerca, no había tenido tiempo para nada de esto, mi trabajo y mis estudios eran lo primero, además no había conocido a ningún chico, mucho menos había visto a alguien como el agente.
-Creo que fui claro en decir que soy yo el que hace las preguntas- Murmura con voz ronca, muerdo el interior de mi mejilla y cierro mis ojos, mi cuerpo da un respingo cuando sus manos se colocan en mi cintura, noto que le gusta el control.
-Dime para quien trabajas--Susurra demandante, su voz causa que una corriente eléctrica recorra mi espina dorsal, sus pulgares hacen un ligero movimiento en mi cintura y los latidos en mi pecho comienzan a acelerarse.
-Tra-trabajo en una ti-tienda de ropa, en el centro comercial del sur- Respondo con voz trabaja, escucho su respiración, el se aleja un poco y me mira, su mirada es profunda, el me esta analizando
Trago con dificultad, salto cuando me eleva y me hace sentarme en la mesa, lo miro sorprendida, abro mis labios cuando separa mis piernas y el se coloca en medio, de inmediato coloco mis manos en su pecho tratando de hacer distancia, mis muñecas se encuentran esposadas y el ruido es lo único que se escucha.
Lo miro asustada, el se acerca más quedando en medio de mis piernas, el coloca una de sus grandes manos sobre el centro de las esposas en mis muñecas y me hace retirar mis manos de su pecho.
-Quiero sentarme en la silla- Pido de inmediato intimidada por la posición en la que nos encontramos, mi respiración se corta al ver como el baja su mirada, sus ojos se centran en el escote de la blusa que llevo, esta se bajó un poco por el movimiento brusco dejando ver el encaje del sostén de color negro que llevo, me siento tímida y mis mejillas arder.
Su mirada se eleva a mis ojos, el me mira con algo de curiosidad, el se inclina un poco más, cierro mis ojos cuando sus labios rosan mi clavícula, intento elevar mis manos para separarlo pero el mantiene apresados mis muñecas.
-¿Para quien trabajas realmente?- Pregunta lentamente, su voz ronca, trago con dificultad, mi cuerpo tiembla pero no de temor, el deja un beso en mi clavícula sorprendiendome y nublando mi mente, el deja otro beso en mi cuello.
-Ya le dije, trabajo en una tienda de ropa, en el centro comercial- Susurro perdiendo mi voz cuando siento su respiración hacer cosquillas en mi cuello, su mano se coloca en mi pierna y aprieta ligeramente, entreabro mis labios dando un jadeo casi inaudible.
-Es-esto no-no es permitido, es ilegal lo que está haciendo- Susurro aturdida ante su toque seductor.
Él agente se aleja de mi cuello y deja su rostro a centímetros del mío, el me mira, sus ojos más oscuros y algo ocurre en mi interior, una sonrisa maliciosa se curva en sus labios.
-Soy la jodida ley cariño, puedo hacer contigo lo que quiera en este momento- Responde gruñendo sus palabras lentamente, trago con dificultad, dirijo mi mirada al vidrio en la pared, el apago todo, nadie ve ni escucha lo que ocurre aquí dentro, el tiene razón.
-Te digo la verdad, no tienes porque hacerme esto- Susurro, el se inclina más, los latidos en mi pecho se aceleran, contento mi respiración cuando sus labios rosan los míos, cierro mis ojos pensando que me va a besar, pero el simplente se inclina y deja un beso en mi cuello.
-Estoy tratando de mantener el control pequeña peliroja, creeme, puedo follarte aquí mismo si quiero- Murmura -Sola dame un jodido nombre y te dejo libre, ¿Quién es la persona que te dio el auto?, haznos un favor a ambos antes de que esto vaya más lejos y termine mal- Su voz es suave pero la advertencia es clara.
Cierro mis manos en puños y aparto mi mirada, aunque mi hermano es el culpable de todo esto no puedo delatarlo, el no es malo, se que el puede cambiar su vida, mejorar, me destrozaria el corazón verlo en prisión.
-Lo siento, no puedo darte un nombre- Susurro, siento su mano tensar se en mi pierna, el se separa y mira mis ojos, su mandíbula se tensa.
-Pequeñas criminales como tu no deberían jugar con grandes hijos de putas agentes como yo- Murmura, una sonrisa de medio lado y luego me roba el aliento cuando ataca mis labios.
Mi respiración se corta y Ahogo un jadeo sobre sus labios cuando el acerca más su cuerpo al mío, rodando su parte delantera con mi centro, el se encuentra en medio de mis piernas, rompo el beso y lo miro sorprendida, el tiene su gran miembro duro, aun sobre la tela de su traje de oficial puedo sentirlo. La tensión sexual se hizo insoportable, el sostiene con una de sus manos mis las esposas en mis muñecas impidiendome moverlas y la otra se encuentra con posesión en mi pierna.
-¿Acaso estas protegiendo a esa persona?- Pregunta con voz profunda, me niego a mirarlo, ¿como pudo saberlo?, aprieto mis labios, jadeo cuando su gran mano toma mi mandíbula, sus dedos con fuerza pero sin llegar a lastimarme me hacen mirarlo de forma dominante, el acerca mas su bulto a mi centro, y sin poder evitarlo la exitacion me golpea -Habla, ¿Es un novio?- Gruñe elevando su ceja, trago con dificultad y niego - ¿Algún familiar?- Sigue presionando, mi respiración agitada.
El tensa su mandíbula al no recibir respuesta mía, su mano acaricia mi pierna y sube lentamente, mi ritmo cardíaco se acelera, su mano sube a mi cintura y lentamente hasta llegar a uno de mis senos, la mirada penetrante y demandante, entre abro mis labios y los humedezco.
-Ya dije la verdad, no sabía que ese auto tenía drogas, soy inocente- Susurro.
Escucho su respiración, el ahora parece enfadado, mi cuerpo se tensa cuando con rapidez se inclina y toma mis labios, el besa con desesperación los míos, su mano da un ligero apretón en mi seno haciendo que de un jadeo suave, el muerde mi labio inferior, presiona más su entrepierna con mi centro, el agente dejo mis labios y comenzó a atacar mi cuello dejando besos desperesados, cierro mis ojos e inclino de forma inconsciente mi cabeza hacia atrás, doy un gémido y eso parece enloquecerlo, el baja a mi clavícula.
La puerta se abre de golpe haciendo un gran ruido, el agente se aparta de golpe de mi, y dirije su mirada a la puerta, miro asustada hacia la puerta, otro agente frunce su ceño, el parece mucho más mayor que el agente a mi lado, este mira con desaprobación.
-Agente Darren, sal de aquí ahora mismo- Dice el hombre moreno, el agente Darren como el hombre lo llamo lo mira con respiración agitada -Sal ahora- Exige al ver que el agente Darren no se mueve, este aclara su garganta, me da una última mirada y de pronto me siento intimidada, el camina hasta el hombre, ambos sale de la sala de interrogación y cierra la puerta.
Muerdo mi labio inferior, aun siento el cosquilleo en mis labios y la profunda necesidad de sentir al agente, ¿Que diablos me pasaba?, ¿Que fue todo eso?.
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Nuevo capítulo.
Esta historia espero actualizarla día por medio 🔥
Instagram Keithkatt96 🔥
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AGENTE DARREN (MAFIA 3)
NouvellesDaniela no sabía cuánto podían divertir unas esposas hasta que un caliente agente de la DEA la arresta, las cosas pueden salirse de control rápidamente. El problema es cuando los sentimientos surgen. Darren es demasiado correcto para aceptar a una...