Una figura se alzaba en su sueño, una figura negra sin forma alguna. Esa silueta habría sus fauces y se transformaba en la sombra de un lobo. Se vio a si mismo correr por los senderos de un bosque, en el frio silencio de la noche.
En una bifurcación, vio un circulo gravado a fuego en un roble.
《El circulo de fuego, ecos de un viejo conjuro.》
Escuchó que alguien, o algo, le decía en su mente, a la vez que sentía la presencia de la sombra-lobo acercase a él. Acechándolo e intimidándolo.
Miró hacia atrás, estaba cerca. Sin pensar tomó el camino de la derecha. Corrió, sintiendo su pecho acelerado y su garganta adolorida por la carrera.
Los arboles que cruzaba tenían el circulo grabado en fuego. Como un eclipse total.
《No, debes escapar…》
Le decía la voz en su mente y él solo corría, huyendo sin entender por qué, de aquella sombra-lobo.
《No puedes escapar. Da la cara al circulo de fuego》
Ordenó la voz.
Una raíz que no vio en el camino, fue el motivo de su caída. Se giró, quedando de espaldas al suelo, viendo, aterrado, como aquella sombra abría sus fauces, tiñendo la visión del druida de oscuridad absoluta.
…
El albino despertó sobresaltado, dando un grito que le lastimó la garganta. Se llevó la mano a la frente y pudo notar que estaba bañado en sudor. Con la respiración agitada, algo desorientado, miró a todos lados de la habitación, intentando recordar donde se encontraba.
Solo vio a su tío, sentado a su lado. No se encontraba en la habitación donde se hospedaban Rumpel y Connor. No se hallaba Verena a su lado. Solo su tío y él, mirándose fijamente.El anciano, sin inmutarse, sirvió un vaso con agua, el cual se lo alcanzó.
—¿Cómo te encuentras?— preguntó en un susurro.
Lugh bebió ávidamente el agua, no se había dado cuenta de la sed que tenia. La cabeza le latía, dándole la impresión que en poco se le explotaría.
—Me duele la cabeza…— susurró dejando el vaso a un lado.— ¿Qué diablos has hecho?
El nigromante sonrió comprensivo.
—El Awen me exigió que te mostrara las posibilidades. Ya sabes como funcionan esas cosas. Recuéstate y descansa. Verena está con Rumpel y su hermano.— concluyó mientras que intentaba recostar a su sobrino, pero el condenado se resistía a hacerle caso.— ¿Qué ocurre?
—Llama a Verena. Necesito que venga aquí. Ahora.— respondió, firme ante su decisión.
El hombre suspiró, no era la mejor opción, pero otra cosa no podía hacer, conocía muy bien la obstinación de su sobrino, era algo que se heredaba, la tuvo él mismo a la edad de aquel albino, la tuvo su padre y su abuelo. Se levantó de la silla y, negando con la cabeza, salió de la habitación.
—Lárgate de aquí, Lobo Blanco.— susurró una voz llorosa a su lado.— Lárgate de aquí y sálvate…
Él no respondió, ni se dignó a ver a la Banshee a la cara. Solo movió la mano vagamente, indicándole que se marchara y lo dejara en paz.
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El Druida, Hijo De Ariadnae
FantasyLugh es un druida, el cual no tiene lugar de protección dado que viaja de un lugar a otro luchando contra temibles monstruos, espantando duendes y manteniendo el orden entre los clanes. Un llamado por parte de su padre, hará que vuelva a su hogar, p...