3° The First Time || Mikellino

04; Recuerdos.

¿Recuerdas cuando solo eras el chico nuevo? ¿Cuándo te enseñaba biología? ¿O el día en que me contaste cómo te habías enamorado?

Amor, recuerdo cada cosa, cada recuerdo acerca de ti se mantiene fresco, como si todo hubiera pasado hace algunos días.

Porque aún recuerdo el cómo me sentí al ver por primera vez esos preciosos ojos azules.

Y también nuestra primera pelea. No sé si llamarla pelea, porque eras tú quien me ignoraba, mientras que yo hacía todo lo posible para captar tu atención, para que me perdonarás.

Recuerdo nuestra historia, pero en ella no hay final feliz, no hay besos de por medio, no es una historia de amor, mucho menos un cuento de hadas.

Tan solo la historia de cómo nos enamoramos, pero que jamás llegamos a nada.

Y el tiempo a tu lado pasa demasiado rápido, porque apenas ha pasado una semana que te dieron de alta, y un mes desde que despertaste.

Un mes desde que conocí a Flex, tal vez no era el mejor cantante, pero cada canción que cantaba lo hacía de todo corazón, y la letra nos describía.

Porque cuando llegaste a mi vida me imagine un futuro siendo feliz a tu lado, pero en la realidad pareciera que tú no.

—Mike, ya son las 4:18 pm, ¿no ibas a ir a visitar a Trollino a las 4:00? —Solo asentí, sin mucho ánimo—, sigues dudando, ¿cierto? —No respondí— Creo que debes hablarlo con él.

—¿Para qué? ¿Para que vuelva a caer en sus encantos? ¿Terminar arrepentido por dejar al amor de mi vida? ¿Para qué quiero su perdón...? —salí de su casa, sin muchas ganas.

La primera vez que me dijiste te quiero fue hace tanto, pero sigue en mi memoria, sigo esperando a que seas tú quien ahora me diga un te amo.

Quiero tantas cosas, espero por ti, pero me doy cuenta que no haces nada para mí. Soy yo quien quiere que esta extraña relación de amistad romántica funcione.

Hace años dije que siempre me ibas a gustar, pero tú jamás me dijiste algo más que ese simple «quédate».

—Pensé que ya no ibas a venir —miré tu pequeña sonrisa, esa que desde la primera vez me ha causado un huracán de sentimientos.

—Estaba con Flex —tal y como llegó, se fue, dando paso a tu rostro serio—, no me di cuenta de la hora.

—Seguramente no quiso que te fueras —te quedaste callado, mirándome, no quise decir nada—, o tú eras quien no quería irse de su lado.

Recuerdo la primera vez cuando te pusiste celoso, hace un mes, cuando te conté de un chico lindo, simpático e interesante, jamás te dije que lo que me atrajo fue su canto, o las canciones que me mostró.

Fue la primera vez que supe que no me dejarías ir, que no te agradaría que estuviera con él, supe que cambiaste más de lo que pensé.

O tal vez no te conocía tan bien.