D E M O N ☪ [국민 - Fanfic] RESUBIENDO

☪.-Demons

Yugyeom entró azotando la puerta del departamento donde estaba viviendo y se encontró con la mirada de Taehyung, lo tomó de la chaqueta y lo estampó sobre la pared con fuerza.

– ¡Por qué saliste corriendo detrás de ellos! —Gritó Yugyeom.— ¡¿Eres idiota o qué!?

Taehyung notó la mirada molesta y llena de odio de Yugyeom, ¿Era él o se estaba convirtiendo en otra persona?, Esto se estaba saliendo de control.

– ¿¡Te das cuentas de que ese tal Taeyong casi mata a Jimin!? —Le gritó Taehyung zafandose de su agarre.— ¿De dónde lo conoces? —Preguntó.—

– Eso no es de tu importancia… —Habló Yugyeom.—

– Yug, ese no era el plan, ellos no tenían que salir heridos. —Habló Taehyung sentándose sobre el sofá.— De verdad tu...

– ¿Qué hizo Seok Jin? —Le interrumpió.—

– Nada, sólo los miró y hasta ternura le dió Jimin, bueno es obvio, el es muy lindo. —Sonrió Taehyung explicándole.—

– Maldito… —Murmuró Yugyeom y tomó su abrigo.—

– ¿Qué?, Espera, ¿A dónde vas? —Taehyung se levantó y Yugyeom se detuvo en la puerta.

– No me esperes, llegaré por la madrugada. —Respondió ignorando sus preguntas y salió.—

Taehyung no podía entender el por qué su actitud fría y rencorosa.
Negó con la cabeza y subió a la habitación, pronto todo mejoría, al menos eso esperaba.

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El frío estaba recorriendole por los huesos, pero aún así caminó hasta llegar al club.
Los guardias revisaron su tarjeta y lo dejaron pasar, todo se tornó de una atmósfera diferente, alcohol y música.
Yugyeom se sentó en la barra y pidió un whisky doble en lo que esperaba.

No tardó mucho para que a lo lejos viera su cabellera roja, unos ojos rojos intensos y su vestidura color negro acompañada de su piel pálida.
Se acercó y se saludaron.

– Taeyong, es un gusto poder apreciarte más de cerca. —Sonrió Yugyeom.— Aquí tienes tu pago. —Le extendió la mano con un sobre.—

– No quiero el dinero. —Respondió mirándole.—

Yugyeom se quedó con la mirada algo confusa, ¿Por qué rechazaría el dinero?, Cualquiera lo querría.

– ¿Entonces? —Preguntó.—

– ¿Acaso no te parezco conocido? —Preguntó bebiendo de su copa con una sonrisa.—

– No, no sé de qué hablas. —Respondió Yugyeom confundido.—

– No has cambiado nada, sigues siendo idiota, pobre ángel. —Se burló y Yugyeom frunció el ceño.—

– Tu… —Hablo.— ¿Quién eres? —Preguntó nuevamente y el contrario le ignoró.—

Taeyong se levantó y se miraron una vez más.

– Soy Lee Taeyong y estoy aquí para recuperar lo que es mío. —Respondió y dejó su copa en la barra.—

– No entiendo nada… —Murmuró.—