D E M O N ☪ [국민 - Fanfic] RESUBIENDO

☪.-Passion

Jungkook tomó fuerte del brazo a Taeyong antes de que le volviese a tocar.
El pelirrojo frunció su ceño y esperó a que el mayor hablara.

– Primero que nada, no vuelvas a besarme por qué ya no somos nada. —La fría voz de Jungkook apareció.— Segundo, ¿Cómo es que me recuerdas? —Frunció el ceño.—

– Lo dices por ese humano. —Se cruzó de brazos mientras Jeon le miraba con el ceño fruncido.— Todos podemos recordar algunas cosas, dentro de las tres reencarnaciones y al menos de que no hayas cometido pecados, de ahí en fuera, no podrás recordar nada nunca más. —Habló sabiamente mirándole a los ojos.— Aunque durante tus primeros años, tu mente estará bloqueada, que mal informado te tiene Seok Jin.

– Ah… —Jungkook hizo una cara de asombramiento.—

– 300 años de vida y no sabías eso. —Se burló.—

– ¡No me hables como si fuéramos amigos! —Jungkook se levantó.—

– Podemos volver a ser amigos y tal vez tú y yo...

– NO. —Contestó Jungkook inmediatamente interrumpiendo.—

– Vale, pero no te vayas… —Le murmuró con una mirada suplicante.— Te veías decaído, ¿Pasó algo con ese chico pelos de sol? —Se rió.—

– Cuida tu maldito vocabulario. —Sonrió Jungkook.—

— ¡Ahg! ...—Sonrió Taeyong levantándose.— ¿Qué te parece mi nueva cara? —Se cruzó de brazos—

– ¿Eres un demonio, por qué me sorprendería? —Contestó Jungkook sin importancia.—

– Te equivocas, soy mitad humano y mitad demonio. —Se acercó a Jungkook.— Tengo 25 años. Sólo tú sabes que renací.

– ¿Cómo sabes de Jimin? —La pregunta se le vino a la mente.—

– Te ví el otro día con él. —Sonrió Taeyong.— Supongo que es tu novio, que bajo has caído.

– Que te importe una mierda. —Respondió y se levantó.—

Jungkook comenzó a caminar con los ojos cerrados hasta que la voz de Taeyong le llamó:
»Deberías considerar volver a ser amigos, tal vez el amor pueda surgir entre nosotros y te olvides de Jimin para siempre. Se lo que te digo, esa relación no te dejará nada bueno«

Los puños de Jungkook se apretaron, quería golpearlo, pero no lo haría, no por ahora y mucho menos en público.
No respondió nada y siguió caminando.

– Oh Jeon, vine por tí y no te dejaré ir, no otra vez. —Murmuró Taeyong.—

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8:00 p.m.

La puerta de la casa se abrió lentamente y la mirada de Jungkook se topó con la de Jimin, sus ojos tristes y preocupados, se sentía tan culpable como avergonzado.
Había salido sin avisar y tal vez el menor había pensado mal, entró a paso lento y se sentó frente a él sin decir nada.

– Me tenías preocupado… —Habló Jimin buscando la mirada del ser oscuro.—

Sus mejillas estaban rojas y sus manos temblorosas.

– Lo siento...

Jimin no contestó y se sentó al lado de Jeon, sus miradas se encontraron.
El rubio vistiendo una camisa holgada dejando a la vista su blanco y suave cuello, lunares pequeños por dónde estaba deseando tanto pasar su lengua y saborearlo deliciosamente.
Las manos de Jungkook se enredaron en la cintura de Jimin y lo atrajo hacía él.