Isa -uwu- Itzel

Capítulo 7 - Isa, bajo las estrellas

Finalmente llego el sábado y ese día no tendría escuela asique podría descansar, aunque después de pensar en todo el tiempo que pase enferma, me dieron muchas ganas de salir a algún lado de paseo. También recordé el mal momento que paso Itzel y quería hacer algo lindo por ella, ya que en parte me sentía culpable porque se había preocupado tanto por mí y no había tenido una respuesta. Aunque la culpa no había sido completamente mía, de todas maneras quería hacer algo para remediarlo asique le envié un mensaje y hablamos.

-Isa: Hey! ¿Itzel, estas ahí?

-Itzel: Isa, hola. Si aquí estoy ¿Qué sucede?

-Isa: ¿Estas libre hoy? Tengo muchas ganas de que vayamos al parque de diversiones

-Itzel: ¿El parque? Mmm, no lo sé. No me gusta mucho ir a esos lugares llenos de personas, me incomoda mucho. Ya sabes, además tengo muchas cosas que hacer en casa.

-Isa: Vamos di que sí, prometo que será divertido. Además el día es muy hermoso como para quedarnos en nuestras casas y yo estuve encerrada varios días como para pasar otro fin de semana igual.

-Itzel: Es que no lo sé, pensé que hoy podría quedarme en casa haciendo mis quehaceres...

-Isa: ¿Quehaceres? Eso es aburrido, mejor acompáñame al parque. Vamos, di que sí...

-Itzel: Esta bien, está bien. Iré contigo, solo terminaré con algunas cosas de la casa y podremos ir.

-Isa: Siiiii!

Era un día tan precioso pero no tanto como saber que saldría con ella, sabía que diría que sí; después de todo no podía negárseme.

La cité a las 6 en el parque y pensé que sería un día genial, ya queria estar ahi. Llegue como a las 5:30 súper temprano, primera porque la ansiedad me estaba matando y ya estaba súper nerviosa. Asique ahí estaba esperándola mientras que el lugar se llenaba de personas y el ambiente se hacía cada vez más acogedor. Estaba realmente emocionada y entonces ella llego tan seria, tan elegante y en total serenidad... se veía tan linda y aun así no le dije nada y solo sonreí.

Empezamos a recorrer el parque y a donde quiera que íbamos había muchas parejas y la verdad es que inmediatamente se me cruzo por la cabeza la idea de tomarla de la mano pero de momento pude resistirme y aunque quizás ella se dio cuenta de mi intención, no dijo nada. Tenía que calmarme ya que apenas si habíamos llegado al parque de diversiones y ya queria hacer de las mias. Así fue como empezó nuestro gran día.

Primero fuimos a la casa embrujada y aunque Itzel me miro con cara de asombro no dude en hacerlo, pero mi momento de valentía me duro muy poco. Realmente no pensé bien las cosas y el lugar se veía muy tétrico, con mucha gente que hacia bien su papel ahí adentro y todo se veía muy real. A poco de entrar ya me estaba muriendo del susto y aunque no era la única, ella parecía llevarlo mejor que yo. Al final no fue buena idea haber entrado pero al salir no pudimos evitar el reírnos la una de la otra de nuestras caras de susto y eso fue todo.

El siguiente juego lo eligió Itzel y fue los autos chocones. En ese lugar se puede ver la verdadera competitividad y yo era realmente buena en eso. Esta vez lo pasamos genial y pensé que cada choque equivalía a mi deseo de encontrarnos... No pude evitar sonreír sola a tal punto que no me importaban las demás personas que también me chocaban. Por mas que lo queria, no podiamos tener los juegos para nosotras solas pero estaba bien.

Después de tanto agite, Itzel fue al baño y entonces aproveche la situación para ir a comprar algo. Fui rápido, volví antes de que ella saliera y la espere con un helado de chocolate, después de todo era su preferido. No puedo negar que en ese instante mi mente divago tanto al verla comer su helado llenandose de esos pensamientos impuros e invadiendome. Estando ahí, quería ser yo la afortunada y creo que me leyó la mente porque en ese momento se sonrojo mucho como un tomate. Estoy segura que pudo notarlo como si leyera mi mente y se avergonzó... me reí mucho.

Luego fuimos a esos juegos que, ya saben, hay que golpear un topo que sale de los hoyos para que le den a uno tickets e intercambiarlos por algún premio. Creo que nunca me había concentrado tanto en tratar de tocar sus manos que en lo que había que golpear y si, lo sé. Lo estaba haciendo otra vez y por eso fracasamos miserablemente. Apenas si conseguimos algunos tickets y los intercambiamos por unos pocos dulces pero quien los necesitaba si lo estaba pasando genial.

En fin después de tanas vueltas, ella eligió otro juego y termino siendo la montaña rusa. En ese momento pensé que no solo era hermosa sino que también muy valiente y eso me encantaba. Estaba muy nerviosa y apenas el juego tomo velocidad, sentía que me moría con cada vuelta y el helado que habíamos comido se batía en mi estómago de un lado a otro pero ella parecía disfrutarlo mucho a diferencia de mí. Cuando nos bajamos casi beso el suelo agradecida de estar viva. Casi, así de exagerada. Entonces en ese momento Itzel pensó en devolverme el favor y me termino comprando un algodón de azúcar. Y aunque estaba mareada por tantas vueltas y quería morir, la ame por eso.

Nuestra noche seguía y junto con el juego de luces del parque, se creaba un ambiente perfecto. No podía quejarme, el lugar era hermoso, estaba con ella y me había comprado un algodón de azúcar... ¿Qué más podía pedir?

Entonces seguimos recorriendo el parque y me di cuenta que me estaba viendo, casi riéndose y mientras comía mi algodón de azúcar le pregunte:

-Isa: ¿Qué sucede Itzel, de que te ríes?

-Itzel: Nada, solo te observo...

-Isa: Mmmm no te creo, ya dime ¿De qué te ríes?

-Itzel: Esta bien, te lo diré. Es que desde hace un rato que estamos caminando y tienes un poco del algodón de azúcar en tu mejilla y no te has dado cuenta.

-Isa: Oye! Eso no es gracioso... bueno, quizás si un poco.

No podía negar que si no me hubiese pasado a mi habría hecho lo mismo y en ese momento mientras pensaba en esa situación ella tomo el algodón de azúcar de mi cara y se lo comió. Casi grito de la emoción, es decir, eso fue muy lindo de su parte aunque seguía riéndose de mí.

Nuestra caminata de algodón nos llevó a esos juegos de pelotas donde los premios eran unos muñecos de peluche. Eran todos muy bonitos y el juego se veía fácil asique Itzel fue la primera en intentarlo pero, aunque lo intento, no tuvo mucha suerte asique dependía de mí y puse mis más sinceros deseos en lograrlo. Necesitaba conseguir ese peluche para ella, quería aferrarme a eso, y no necesitaba arruinar el día. Y pude sentir como descargaba toda mi energía en ese juego, la verdad me esforcé mucho y valió la pena por verla tan contenta con el peluche que tanto le había gustado.

Ya todo parecía dicho en ese momento pero aún me quedaba una sorpresa más. Realmente no lo esperaba pero en es entonces me tomo de la mano y me dijo que sería lindo terminar nuestra salida con una gran vista desde la vuelta al mundo. Estaba realmente feliz de caminar con ella de la mano, después de todo era lo que había intentado hacer durante todo el dia. Nos subimos y ya no quise mas nada en el mundo. Y tuvo razón, fue un final perfecto para las dos.

-Itzel: ¿Pasa algo qué me estás viendo?

-Isa: No nada, solo te veía

-Itzel: Mmmm... No tendré yo también algodón de azúcar en la cara ¿verdad?

-Isa: jaja! No, pero si quieres puedo comerte yotambién.