Capítulo 12 Itzel - Ciclos

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El día de hoy sería la competencia de patinaje de Isa y la verdad es que si tenía que trabajar con mi padre pero por eso decidí levantarme temprano para adelantar cosas. Quería estar lista para antes de la hora cuando tenga que encontrarme con ella. Por lo que vi en su cara, pensé que algo más tenía para decirme ese día. Algo más importante pero sé que no se atrevió a decírmelo. Y quizás era lo mismo que yo guardo en mí, esas palabras que me gustaría decirte cara a cara y no en un libro que nos pasamos de mano en mano.

La noche anterior me quede sentada en el medio de la sala observando el vapor del café saliendo de la taza durante un tiempo y pensaba en muchas cosas que revolvían mi cabeza. De entre todo eso siempre vuelvo a la imagen de tu sonrisa, lo es todo para mí. Cuando estaba en el medio de la noche, buscando la verdad, fue ahí donde te encontré. Si me dijeras que juntas podemos hacer que deje de llover, si me dijeras que sientes lo mismo que yo; el dolor se ira. Quizás estoy aquí malgastando mis sentimientos y aun no lo sé pero al menos quisiera estar segura de algo, segura de lo que siento y saber que esto es verdad. Toda mi vida la he vivido de una forma que no es normal, tratando de llenar un vacío enorme con mentiras y quizás esta vez y solo esta vez creo tener algo que vale la pena de verdad. Todas esas veces por las que he llorado y peleado, todas esas veces en las que creí que tenía mi oportunidad, se desvanecía en mis manos. No quiero que pase otra vez, no quiero esperar mil días, no quiero malgastar mi amor en una desesperada caricia.

Hacer cosas con mi padre es una tarea algo extraña, normalmente hay comunicación entre quienes trabajan juntos pero nosotros apenas si tenemos diálogo y aun así nos entendemos. Él se levantó después de mí, bebimos el café de la mañana; la parte más importante para mí al empezar el día y nos pusimos manos a la obra. Teníamos que arreglar una parte de la casa para aislar un pasillo y pintar la pared, era una tarea pesada que nos llevaría un buen rato pero quería hacerlo rápido por mi compromiso. Tampoco quería dejar a mi padre trabajando solo, no quería faltar a mi palabra.

El trabajo comenzó y ahí estábamos entre herramientas, haciendo todo en silencio pero por dentro sabía que mi padre algo se traía. Mi concentración estaba apuntada explícitamente en terminar rápido y quizás eso fue lo que me delato.

-Papa de Itzel: ¿Estas muy animada hoy o me parece?

-Itzel: Si, tal vez.

-Papa de Itzel: Mmm ¿Y ese compromiso es muy importante?

-Itzel: ¿Qué? No, no sé a qué te refieres.

-Papa de Itzel: Esta bien, entiendo.

Yo no recuero ser tan abierta con mi padre, o con alguien más. Nunca quise que alguien viera a través de mí, nunca quise que alguien me alcance. Quizás por eso hay palabras en mí que nunca pronuncie, pero las cosas no son tan fácil como uno lo piensa. Y quisiera ser una persona más abierta a contar cuando estoy mal o cuando estoy bien y compartir todo eso que llevo dentro mío pero así no soy yo.

La hora de salir a mi encuentro con Isa, se estaba aproximando y aun me quedaba trabajo por hacer. Estaba segura de que no iba a llegar a tiempo y tonta de mi por pensar en que podía hacer las dos cosas en el mismo día. Lo sé, las cosas nunca me salen bien cuando lo planeo pero por esta vez imploraba que así fuera y no pedía mucho.

Ahí seguía yo con esas latas de pintura, dándole un nuevo rostro a la casa, una vista bonita. Como dije antes, no tengo mucha comunicación con mi padre, no somos grandes personas que dialogan, pero en ese momento dijo las palabras justas que necesitaba escuchar –Si tienes que hacer algo, ve. Yo me ocupare del resto, gracias-

No podía creerlo pero era libertar, una sin culpa, eso era lo que tenía, asique entre apuros me arregle para ir a ver a esta niña patinar por primera vez. No sé quién de las dos estaba más ansiosa por ese día pero esperaba que fuera un espectáculo hermoso. Y así fui a encontrarme con ella. Cuando llegue no había nadie asique pensé que había sido la primera y era solo cuestión de esperarla.

Ese día en la escuela nos despedimos sin saber lo que se avecinaba. Yo no podía creerlo, la espere como siempre e incluso había pasado casi una hora o quizás más de la acordada, pero nunca llego. El llamado de mi padre se me había hecho extraño ya que casi nunca lo hace. Conteste su llamada y por eso supe que algo marchaba mal.

Nunca quise creerlo pero ahora sé por qué nunca llego. Ella caminaba distraída, como pensando mucho en algo y fue ahí cuando sucedió. Eso es lo que me contaron, lo que dijeron esos extraños que la asistieron en el momento, en sus últimos momentos. Tenía el presentimiento de que no te encontraría otra vez pero ahí estabas, de cara al sol. Sabía que tu dolor es el mismo que yo sentía. Ahora esta sellado y se ha desvanecido. Yo lo único que quería era volver a oír su voz pero me la arrebataron, nunca pude decirle lo que sentía y esa promesa de enfrentar el mundo juntas, ahora jamás podrá ser cumplida.


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Antes de finalizar quiero darle las gracias eternas a mis más grandes lectoras Itzel e Isa quienes a su vez inspiraron esta historia y gracias a su cariño y apoyo hacia las mismas, hicieron posible que llegara hasta acá. Fue hermoso poder escribir una historia como está siendo que fue mi primera vez y que al menos a alguien le gustara tanto leerla como a mí al escribirla. Por ultimo quería dejar un pequeño texto sobre los girasoles que me gustó mucho. Desde lo mas profundo de mi corazon, gracias por leerla y hasta la próxima.

El girasol es el símbolo del Sol y simboliza el amor y la admiración. Pero también la felicidad, la vitalidad, el positivismo y la energía. En la cultura china simboliza una larga vida y buena suerte. Hay quienes atribuyen al girasol un simbolismo espiritual, pues su movimiento siguiendo la posición del sol representa un modo de vida feliz y una búsqueda constante de luz, de iluminación, de amor al sol.
En la mitología griega, la ninfa Clytia se enamoró locamente del dios del Sol, Apolo, el cual no sentía lo mismo por ella. A Clytia se le partió el corazón y murió de pena, convirtiéndose en un girasol que seguía al sol allá donde fuera. No quería perder de vista a su amor, el Sol.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2020 ⏰

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Isa -uwu- ItzelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora