La noche anterior nos despedimos y me quede más tranquila sabiendo que teníamos todo listo para nuestra presentación, ingenua de mí, no sabía lo que se vendría.
Ese día desperté más temprano que de costumbre, sentada en mi cama repasaba lo que íbamos a decir en la clase, las palabras volaban en mi cabeza y en mi cuerpo pude sentir lo nerviosa que estaba. Tampoco pude dormir bien, quizás por pensar una y otra vez lo mismo. En ese momento necesitaba completarme con el café de las mañanas, mis galletitas, mi perro ladrando y el solo hecho de saber que podía lograrlo como siempre lo he hecho.
Encontré que Isa ya había llegado a la escuela y su expresión era la de alguien despreocupado, diferente a la mía y podía esperarse de ella. No lo había notado al principio pero luego pude darme cuenta que había llevado el libro y al verlo me sonroje mucho. Solo me lo enseño por un instante y supe que lo había hecho a propósito mientras reía cubriéndose la boca. Al menos yo no quería que nadie más vea ese libro y sé que aún no había escrito nada en él pero viniendo de Isa, podía imaginar que sería algo súper cursi y eso me dio mucha vergüenza.
-Itzel: hey! Guarda eso por favor...
-Isa: ¿Por qué? aún no has visto si te deje algo escrito o no.
-Itzel: Es que no quiero que nadie lo vea porque me da algo de pena...
-Isa: Esta bien, lo guardaré y será nuestro secreto.
Grupo tras grupo pasaron a exponer, la mayoría había hecho un buen trabajo y fue hasta que llego nuestro turno que Isa, al levantarse de su silla, dejo caer sin querer el libro. Algo en mí hizo que actué de inmediato, como un relámpago, me abalance sobre el mismo y ocultándolo con mi abrigo que afortunadamente, momentos anteriores, me había quitado.
Toda la clase se sobresaltó por lo que hice y aunque no entendían nada, afortunadamente no descubrieron el embarazoso motivo de mi repentino movimiento. Al levantarme del suelo y con mucho cuidado de no dejar caer el libro entre mis brazos, pude ver que Isa solo reía por lo bajo.
Ya en el frente de toda la clase y sin libros vergonzosos a la vista, comenzamos a exponer nuestro trabajo pero esto no terminaría ahí. Isa comenzó a explicar haciendo uso de las notas que tomamos el día anterior en mi casa, mientras que yo organizaba la pizarra con un diagrama que serviría para organizar y ayudar a la comprensión de los demás con nuestra exposición. Fue así que en un pequeño vistazo que di, pude ver por encima de la primera hoja que tenía Isa y vi que le había hecho dibujitos. Por su culpa, casi podía presumir que me estaba volviendo experta en ocultar carcajadas.
La exposición de nuestro trabajo continuó y aunque entregamos un trabajo con algunos dibujitos en sus hojas, el maestro nos felicitó y dejo pasar ese detalle. Volvimos a nuestros asientos y con mucho cuidado le devolví el libro a Isa, cubierto con mi abrigo. Era lo último que me hacia falta para estar completamente tranquila.
El descanso llego y salimos al patio, realmente queria sentir el viento en mi rostro despues de todo eso. Era un día muy hermoso y de mucho sol, el viento hacia llegar algunos pétalos de flores hasta donde estábamos y al caer formaban un colchón. Nos sentamos a descansar un rato, con la mirada en alto las dos, nos quedamos viendo a la nada misma y dejando ver el goce en nuestro rostro.
Por unos minutos mi atención quedo aislada de lo que me rodeaba, no había nada en mi mente y la paz que me generaba ese lugar, era inexplicable. Mi mano izquierda se sintió cálida de un momento a otro, haciendo que pierda la concentración y al voltear pude ver la mano de Isa sobre la mía mientras ella se desentendía mirando para otro lado. Nadie más estaba cerca de nosotros y pensé en dejarla, supongo que en circunstancias normales no lo habría hecho tan fácil por ser presa de las miradas ajenas y pensamientos que cambian con facilidad e imprevisibles.
Aprovechamos el momento y la verdad es que fue un momento muy cálido. No podía negar que quería convertirlo en un hábito aunque tuviera que tener mucho cuidado de hacerlo.
-Itzel: oye Isa, sé que ha pasado poco tiempo desde que nos conocimos pero solo quería decir que me hace mucho bien estar contigo.
-Isa: Si, lo recuerdo aunque para mi parece como si hubiera sido mucho tiempo.
-Itzel: Por primera vez en mi vida me siento bien y me alegro de que...
Las palabras se escurrieron de mi boca al ver que se había recostado sobre mi hombro y sujetando mi mano, se quedó dormida. Podía sentir su calidez y sentía como el tiempo se detenia cada vez que estaba con ella. Sobre mi estaba dormida como un gatito, muy a gusto mientras los pétalos caían, formando una escena muy bella. Al final supuse que no escuchó nada de lo que le dije y pensé que quizás pueda volver a decírselo en otra oportunidad.
En un instante, ella inclino su cabeza levemente hacia atrás y parte de su cabello suelto se dejó caer sobre su rostro. Indefenso frente a mi mano, haciéndolo a un lado desde arriba y acariciando su mejilla al bajar. Al ver sus labios, sentí la tentación, el impulso de besarla y sucumbí ante ello. Nuestros rostros estaban tan cercanos que podía sentir su respiración y sus labios húmedos en su pequeña carita, conocerían a los míos. Solo tenía que inclinarme apenas un poco y tendría lo que buscaba.
Estaba tan cerca pero desistí al verla tan indefensa y pensé por un instante que no era lo correcto. El timbre para volver a clase sonó haciendo que Isa despertará, abriendo de a un ojo a la vez y casi sin entender que estaba pasando. Había perdido mi oportunidad pero quizás así fue lo mejor, después de todo estaba a punto de robarle un beso y supongo que no sería justo.
Entramos a clases nuevamente y en mi había quedado una extraña sensación después de haber intentado abrirme con Isa y decirle lo que pensaba en ese momento. No puedo culparla por lo que paso pero no dejaba de preguntarme que hubiese pasado al final. Supongo que serán palabras que aún no puedo pronunciar y sentimientos que tendré que guardar un poco más.
En el medio de todos esos cuestionamientos revueltos en mi mente, el día había terminado. Caminamos juntas como era habitual y el regreso a casa fue muy silencioso. Por alguna razón Isa no dijo ninguna palabra y su rostro se veía normal asique no podía intuir absolutamente nada y asi nos despedimos.
-Isa: Bueno será hasta mañana, nos vemos en la escuela.
-Itzel: Si, hasta mañana.
-Isa: A si, casi lo olvido. Ten! Y procura que nadie lo vea.
Envuelto con mi abrigo estaba el libro y según ella ya me había dejado un mensaje escrito en él. No quise leerlo hasta entrar a mi casa y estar en me habitación y la verdad me sorprendió una vez mas.
*Libro – Mensaje de Isa: Perdón por no escuchar todo lo que querías contarme, gracias por dejarme dormir sobre tu hombro y por el beso que casi me robas.
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Isa -uwu- Itzel
FanfictionEste es mi primer fanfic, no es tan genial como imagine que seria pero quizas y espero les guste. De todas maneras se que tengo muchas cosas que mejorar o pulir en mi escritura, gracias por leer :V