Capítulo 3.- El chico del queso rallado

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- ¡Eres tú! ¡Claro que sí!

- ¡Pues claro que soy yo!

- No en serio, ¿tú no eres el chico que me gritó anoche que su amigo quería mi número?

- ¿Eres tú esa chica? Es que con la mierda de gaviota en la cabeza y llena de arena no te reconozco muy bien - dice riéndose.

Y caigo en que iba hacia el agua justo antes de caerme de nuevo con el balón del pequeño y de toparme con el chico que me gritó por la calle anoche. No sabía qué cojones hacer. Así que corrí hacia el mar. Corrí y justo antes de sumergirme en el agua el chico gritó algo.

- ¡Me llamo Alex!

Justo cuando salí del agua, me giré para ver si el chico seguía en el mismo lugar dónde lo dejé, no estaba. Se había marchado. Normal. Seguramente pensó que estoy loca y huyó de mí. Así que me enjuagué el pelo y volví con mi hermano y mi primo.

- ¿Me echas de menos? - me cuestiona mi mejor amigo al otro lado del móvil

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- ¿Me echas de menos? - me cuestiona mi mejor amigo al otro lado del móvil.

- Sólo un poquito - le respondo.

- ¿Sólo un poquito?

- Sí - río.

- ¿Segura? Porque yo se de alguien que te echa muchísimo de menos, y no te lo voy a decir a no ser que me digas la verdad.

- ¿Me echas muchísimo de menos? Que mono.

- ¿Quién ha dicho que sea yo? Si es mi madre.

- Oh, vaya. Te tengo que dejar. Un beso. Te quiero. Te echo mucho de menos.

Después de decirle eso, le cuelgo. La verdad que lo necesitaba. Necesitaba que estuviera aquí conmigo. Mike siempre ha estado a mi lado, desde que somos pequeños y es la única persona que no me ha fallado nunca. Siempre nos han dicho que pegamos bastante, pero nunca lo he visto como algo más. Ni yo a él, ni él a mí.

- ¡Ashley! ¡Papá dice que vayas a comprar dos botellas grandes de agua!

- ¡Ve tú, pedazo de vago!

Mi hermano siempre me manda a comprar todo lo que le piden a él. Si le mandan a por pan, que vaya Ashley. Si le mandan a por papel higiénico, que vaya Ashley. Si le mandan a por agua, que vaya Ashley.

Y por supuesto, ya si me mandan a mí directamente, también tengo que ir.

- Ashley, por favor. Hazle este gran favor a tu hermano favorito y ve a por agua - me suplica Liam entrando en nuestra habitación.

- Eres mi hermano favorito porque eres mi único hermano.

- Ay, no le quites lo bonito a este momento.

- ¿¡Qué tiene de bonito este momento!? ¡Si me estás mandando a por agua! - exclamo.

- No grites, que se te sale la vena del cuello - comenta riendo.

- Ahora si que vas a ir tu solito a por el agua - le dije tirándole un cojín que tenía justo a mi lado.

- No - dice mi madre entrando en la habitación -, vais a ir los dos.

Seguidamente, nos da una lista con todas las cosas que debemos comprar y nos manda a ir juntos al supermercado. ¡Gracias mamá!

- Al final has ido a comprar.

- Y tú también, listo - le digo y entro a dentro del recinto.

Nos dividimos la lista y cada uno fuimos a coger ciertas cosas. Cuando fui a coger el queso rallado para la pasta, choqué con las manos de un chico.

- Perdón - dijimos al unísono, y seguidamente reímos.

No me fijé mucho en el chico, pero era rubio de ojos castaños. Más alto que yo, por lo menos me sacará una cabeza o media cabeza. Y tenía una sonrisa preciosa. Pero no me fijé mucho en él, eh.

- ¿Quién era? - me pregunta Liam, que aparece atrás mía.

- No lo sé. Sólo un chico que quería queso rallado.

Después, pagamos y regresamos a casa.

No

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No. No. No y no. Me niego. No pienso ir a casa de mi prima Mia. Lo siento. Me cae mal. Muy mal. Demasiado mal. Fatal. Hiper super mal fatal. Vale, creo que ha quedado claro.

Mi madre y mi padre pretenden que Liam y yo comamos en su casa mientras ellos están en el médico con nuestra abuela. A mi hermano le da igual, obviamente, pues le cae bien. Pero a mí no me da igual. No me da nada igual. Me cae mal. Muy mal. Aparte de que desde pequeñas ha estado insultándome y menospreciándome, es un horror de persona. Es del tipo de personas que hace comentarios fuera de lugar, y que le falta el respeto a las personas, siempre. Aunque ella diga que no, y se considere lo más bueno del mundo.

Obviamente, finalmente tuve que ir. Mi madre me dijo que había invitado a unos amigos suyos, así que no íbamos a estar sólo con ella y nuestra tía.

Llamamos a la puerta y nos abrió un chico. Un chico bastante conocido, seguido por otro chico bastante conocido también.

- ¿Chico del queso rallado? ¿Alex?

¡Hola! Después de muchísimo tiempo aquí tenéis otro capítulo, espero que os guste mucho y lo disfrutéis :) ❤️


Puedes llamarle "destino"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora