Rehén

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Lan Wangji se detuvo en el claro de un bosque, lo sucedido con Wei Ying aun rondaba alrededor de su mente y las implicaciones de sus palabras aún apuñalaban su pecho crudamente. Había amado al hombre durante más de lo que podía recordar, entonces ¿cómo es que podía siquiera contemplar el dejarlo ir? claro que no podía hacer eso, sería como arrancarse el corazón. Sin embargo, lo cierto era que tampoco podía obligarlo ¿que sentido tenía eso? Solo por eso sabía que estaba jodido y más jodido ¡¡era todo una maldita obra del destino!!

Pero no tenía sentido pensar en ello. Cerró los ojos y negó, debía de encontrar una manera de sobreponerse a ello, debía de haber alguna manera en la que pudiera hacerle ver al hermoso jaguar que tenía por pareja que eran el uno para el otro. Así había sido en el pasado y así es como debía de volver a ser. Sin embargo no era algo fácil, no cuando antaño tuvieron que suceder tantas desgracias para que pudieran enamorarse el uno del otro.

Miró hacia la luna en el cielo, la pregunta más importante de todas llegó a su mente entonces ¿cómo podría enamorar a su pareja? solo eso garantizaría que permaneciera a su lado, no el atarlo con los recuerdos del pasado sino el volver a ganarse su corazón. Suspiró, era una situación tan complicada, más no imposible... Y definitivamente Wei Ying lo valía.

Bajó la mirada y una leve sonrisa se dibujó en sus labios, su corazón estaba más tranquilo ahora que tenía la respuesta. Se dio la vuelta entonces para volver cuando se encontró cara a cara con cierto jaguar negro.

-Wei Ying- lo llamó, un poco sorprendido de que lo hubiera seguido, estaba seguro de que se había rendido completamente sobre él.

-Lan Zhan- el jaguar le dio una sonrisa -por fin te encontré- 

El tigre asintió acercándose a él -regresemos- murmuró.

Eso pareció sorprender al jaguar -¿ahora?- se vio un tanto confundido, quizás había pensado que tenía que hablar más con él, resolver lo que había sucedido fuera de la casa de Xiao XingChen.

Lan Wangji asintió, pasando por su lado, completamente impasible y tranquilo. Seguro su hijo, Lan Sizhui, debía de estarse preguntando donde estaban.

Sin embargo, antes de que pudiera salir del claro, escuchó una voz a sus espaldas -¡Lan Zhan!- 

No pudo evitar sorprenderse un poco cuando, sin más, sintió al jaguar detrás suyo, abrazándolo por la espalda... ¿eh? ¿de que se había perdido? Intrigado, se soltó y se dio la vuelta para observar a su pareja. 

-Lo siento mucho Lan Zhan- se disculpó el jaguar jugando nerviosamente con sus manos -no quise lastimarte- 

Lan Wangji frunció un poco el ceño ante esas palabras, es decir, conocía bien a su compañero y estaba seguro de que era de la clase de personas que se disculpaban cuando sabían que estaban equivocados o que habían cometido un error. Sin embargo, ninguna de esas opciones se aplicaba en esos momentos. 

Para empezar porque el jaguar no estaba equivocado en sentirse abrumado por la situación y mucho menos  era su culpa el haber perdido sus recuerdos o el que él sobre reaccionara por unas cuantas palabras, entonces ¿porqué se disculpaba?

-Lan Zhan, de verdad lo siento- murmuró el jaguar muy arrepentido mientras se acercaba, un tanto tímido, tomando lugar entre sus brazos antes de envolver su cuello con los propios en un abrazo por demás íntimo -Lan er-gege ¿puedes perdonarme?- 

Lan Wangji parpadeó ante esas palabras, Wei Wuxian, desde que habían vuelto a reencontrarse, rara vez le llamaba de esa manera y, por sobre todo, había estado evitando el contacto físico desde entonces ¿porqué, súbitamente, parecía tan impaciente por estar de esa manera con él? sobretodo después de las palabras que le había dicho antes.

Take me homeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora