Take me home

Romper

-Tenemos que irnos- Xiao XingChen tembló antes de empujar la medicina para el envenenamiento en las manos de Jin Ling, quien estaba más cerca suyo, para luego salir a buscar a sus hijos -A-Qing, A-JingYi- los llamó ansiosamente.

-Papá- los chicos se apresuraron a acercarse.

-¿Qué está sucediendo?- preguntó A-Qing -¿estamos en peligro?- no era una chica tonta, con solo una mirada se dio cuenta de que algo andaba mal con su padre.

-Tenemos que irnos ahora- se limitó a contestar el jaguar blanco dando vueltas sin sentido por la casa, no iba a comenzar a explicar todo y asustar a sus hijos.

-XingChen- Song Lan intervino, evitando que el mencionado tropezara con un mueble -no puedes huir de esa manera-

-Claro que puedo- contestó el jaguar recordando por fin que ya había estado en su habitación pero ahora estaba llena de gente, entre ellos un tigre herido, no iba a poder reunir sus cosas.

-Ya una vez huiste antes- contestó Song Lan haciendo que el jaguar se detuviera en seco -Y estoy consiente, de que yo fui la razón de ello...-

-Si lo sabes entonces no tienes derecho a hablar- contestó XingChen alejándose de Song Lan -me tomó mucho tiempo construir lo que tengo, criar a mis hijos y que ellos sean felices, no voy a dejar que Xue Yang lo destruya todo tal y como lo hizo antes-

-¿Y tu felicidad?- señaló Song Lan -¿es que tu no lo mereces?- preguntó, consternado.

Xiao XingChen se mordió el labio inferior antes de darse la vuelta para que el león no lo mirada, sabía que era fácil que sus emociones se mostraran en su rostro aún y cuando cubría siempre sus ojos detrás de un vendaje blanco.

-La felicidad de mis hijos... es lo único que me importa-

Ante esas palabras, A-Qing y A-JingYi se miraron con tristeza -papá- murmuraron por lo bajo, no les gustaba tampoco que su padre fuera infeliz.

-A ellos les importa tu felicidad también- señaló Song Lan -y estoy seguro de que no conseguirás nada huyendo de esa manera-

-¿Qué quieres decir?- preguntó de vuelta Xiao XingChen en obvia negación debido al miedo -¿es porque soy un omega?-

Song Lan negó, eso era simplemente absurdo -nunca se trató de eso y lo sabes- se acercó entonces, obligando al jaguar a que se diera la vuelta para poder mirarlo -¡es porque sigues huyendo!-

Xiao XingChen se vio completamente sorprendido ante el acto de Song Lan, sin poder decir nada más por unos momentos, esto fue aprovechado por el león para continuar.

-¡Sigues huyendo, queriendo cargar con todo solo!- la voz de Song Lan se elevó un poco -pero solo te estás aislando más y más ¡no es algo con lo que tu puedas lidiar solo!- sobretodo cuando tenía niños que proteger -Xue Yang es un bastardo sin corazón, a él no le importará que trucos usar o a quien sacrificar mientras pueda llegar a ti y a él-

Ante esas palabras Xiao XingChen se quedó completamente en silencio, el león tenía razón, no podía protegerse y no se debía a que era un omega sino al solo hecho de que el simple nombre de Xue Yang lo hacía estremecer, tenía miedo, demasiado y eso no iba a detener a ese maldito cambiaformas. No le iba a importar matar a sus hijos ni usar a los demás para lograr sus fines, de hecho, ya había secuestrado a alguien para llegar a él... estaba perdido.

La desesperación se abrió camino en su pecho, dificultando su respiración mientras sus ojos se llenaban de lágrimas de sangre. Cayó de rodillas al piso mientras intentaba encontrar aire, su cuerpo temblaba incontrolablemente.

-¡XingChen!- Song Lan no perdió el tiempo en acercarse a él, tomándolo suavemente de los hombros -no tengas miedo, por favor- lamentaba haber sido rudo con sus palabras -no llores, estarán bien-