Recuérdame

Capítulo IV

[ E S C U E L A ]

Despertó.

Miró a su lado esperando ver a Tessa despierta y observandolo como usualmente hacía pero para su sorpresa estaba totalmente dormida. Revisó la hora: 5:30 am, demaciado temprano para un día en el que no trabaja, el no despertaba a esa hora cuando estaba en Londres, usualmente dormía como un tronco cuando regresaba a casa pero claro eso no pasaría esta vez pues su paz había sido invadida por __________.

« ___________»

Ahora que estaba calmado no podía evitar sentirse un poco ridículo por la forma en que había reaccionado al verla, él no era así, para nada era un muchacho impulsivo pero al verla, para él fue todo un shock emocional.

Recordó como se había undido en tristeza cuando se fué, sólo era un niño pero ahora ya era adulto, no dejaría que le pasará lo mismo. De igual forma no sabía si volvería a verla, lo más  probable era que no así que se decidió no darle importancia y dejarlo pasar.

Claro que _________ había sido de gran importancia en su vida pero se negaba a sufrir por ella tanto como cuando era niño.

Suspiró, posó sus manos sobre sus ojos y los talló.

Consiente de que no podría volver a dormir se levantó y comenzó a hacer ejercicio, el ejercicio lo relajaba y eso era justo lo que necesitaba.

Una vez terminó su rutina tomó una ducha, desayunó y se arregló. Había decidido que acompañaría los gemelos a la escuela, necesitaba distraerse y que mejor que con sus hermanos.

Salió de su departamento y tomó su auto. La casa de sus padres no quedaba muy lejos pero aún así se llevó el auto porque la escuela de los gemelos si estaba un poco retirada y ellos no tenían carro.

De cierta forma le emocionaba acompañarlos, ellos asistían a la misma escuela que él hace tiempo había tenido que dejar ya que las películas absorbían todo su tiempo e ir a la escuela no era una opción si quería prosperar en sus próximos proyectos. Además a su edad ya no podría entrar por normas de la escuela así que se conformaba viendola de vez en cuando por fuera.

Abrió la puerta de la casa de sus padres y pudo escuchar a su madre desde la cocina.

— Buen día, má— se anunció Tom entrando a la cocina.

— Tom, cariño hoy madrugaste — sonrió su madre mientras le daba un tierno beso en la mejilla.

— Creí que sería buena idea llevar a los gemelos a la escuela, como sugeriste.

— Excelente — le contestó feliz.

Nicky podría parecer ocupada preparando el desayuno pero conocía bastante bien a su hijo como para afirmar que algo le sucedía y como buena madre no se quedó con los brazos cruzados.

— ¿Cómo te fue el día de ayer? — preguntó sutilmente.

—Eh... Bien, supongo — dijo rascándose la nuca.

—¿Supones? — Nicky estaba en lo correcto, algo tenía su hijo.

— Sí, bueno...— se quedó en silencio unos segundos. Se debatía internamente entre comentarle lo sucedido el día anterior o no, finalmente decidió que no sería mala idea—¿Recuerdas a ________? — preguntó un poco avergonzado pues hace años que ese nombre no lo pronunciaba frente a su madre.

Nicky se sorprendió por lo que le preguntó pero igual respondió tranquila.

— Claro, la pequeña que era tú amiga, cómo olvidarla. — era cierto no podría olvidarla, aquella niña había desmoronado el mundo de Tom de un momento a otro por causa de su partida.