Capítulo IX

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[ E R R O R E S]

Fin de semana. Exactamente Sábado, _________ estaba en la calle buscando trabajo sin mucho éxito.

Y es que buscar trabajo de medio tiempo no era sencillo, la mayoría contrataba por tiempo completo y _______ no podía pues por las mañanas iba a la universidad.

Estaba cansada, no tenía auto y toda la mañana caminó calle tras calle entrando a cada establecimiento donde solicitaban personal.

Ahora mismo se encontraba sentada en una banca dándose razones para no darse por vencida y rezando por encontrar trabajo pronto.

Sacó de su bolso un sándwich que ella misma había preparado en casa por si le daba hambre, le dió un mordisco y pronto sintió un lindo calor en su estómago. 

Miró a un grupo de muchachos que platicaban alegres en una heladería, parecían ser menores que ella. A ________ le recordó la preparatoria, linda época para ella.

Miró el establecimiento, justo en una de las ventanas se leía el cartel: "Se busca ayuda."

Y sin pensarlo dos veces se levantó y caminó al lugar. 

Tenía un aire ochentero, bastante retro que le hizo sonreír.

Mientras se acercaba a la barra pudo escuchar la conversación de el grupo de chicos que había visto anteriormente.

— ¿Ya vieron el nuevo tráiler de Spider-Man? — preguntó un muchacho.

— ¡Sí! Se ve buenísima la película. — respondió otra chica.

— Yo solo quiero ver al nuevo y sexy Peter Parker — dijo otra muchacha.

— Ay por favor, no está tan guapo, parece de 15.

— Y es por eso que es adorable.

________ sonrío, ella conocía a Spider-Man, aunque aún le parecía un muchacho raro, ella lo conocía y _______ se sintió afortunada, aunque no fuera exactamente fan de Tom Holland.

Tal vez por eso cuando le llamó más temprano había aceptado verlo mañana, quería conocerlo y también averiguar por qué un actor de la magnitud de él decía conocerla e insistía en verla.

— ¿Qué te ofrezco? — le preguntó un muchacho que trabajaba allí y se encontraba detras de la barra.

— Vengo por Spider-Man — contestó sin pensar.

De inmediato _______ se sintió estúpida al entender lo que había dicho. El grupo de chicos que no estaban muy lejos comenzaron a reírse, entendiendo que había escuchado su conversación.

— Te equivocaste de establecimiento, la tienda de cómics está a dos calles más adelante. — bromeó el chico con su equivocación.

_________ sin muchas opciones más que hacer comenzó a reírse también, aunque seguía sintiéndose un poco ridícula.

« Debo sacar a ese chico de mis pensamientos.»

— Lo siento, yo... — dijo sin saber cómo explicarse.

— No te preocupes, les pasa a todos— le contestó con una sonrisa, intentando no hacerla sentir mal.

— No lo creo — soltó en un susurro, no muy convencida, el chico alcanzó a oírla.

— De verdad, te sorprenderías. El otro día llegó un niño diciendo que quería un Ironman. Fue bastante difícil explicar que aquí vendemos helados.

________ comenzó a reírse, aunque su chiste había sido malo la hizo sentirse menos avergonzada. 

Por unos segundos inspeccionó al chico no muy disimuladamente, alto, delgado y rubio, llevava unos anteojos cuadrados sobre sus ojos que le daban un aire dulce. Era lindo, claro. Sin embargo lo primero que pensó no fué que era guapo (aunque lo era) más bien le parecío el típico nerd adorable y tierno que sacan en las películas.

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