30 Maratón 1/5

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Encontré a Tex en el salón, sorbiendo una copa de brandy y luciendo como si no se hubiera duchado en días. No levantó la vista cuando me senté a un costado de su sillón favorito.

Algo había cambiado entre nosotros. Ya no teníamos un vínculo cercano, era forzado, tenso, lleno de acusaciones y negaciones.

Lo extrañaba.

Temía por él.

Pero no tenía la fuerza para sacar el tema de lo que realmente quería saber. Por lo tanto, me quedé sentada allí, frotando su antebrazo con la punta de mis dedos tatuados, esperando que supiera que lo perdoné. Podría ser mi padre, pero no era perfecto. Necesitaba dejar ir su culpabilidad antes de que lo matara.

Sin mirarme a los ojos, habló. Su voz era frágil y rota, su copa de brandy vacía hacía mucho.

—Ella me dijo que te ocultara.

Al instante supe que hablaba de mi madre.

—Tenía planes. Reservé vuelos para todos nosotros. Arreglé toda una vida nueva en América. No existía ninguna manera de que permitiera que esos bastardos se llevaran a mis dos chicas. Habría muerto para protegerte, Threads. Tienes que creerme.

Bajó la cabeza como si el peso de las decisiones equivocadas lo presionara con fuerza en su silla.

—La noche antes de que nos dispusiéramos a partir, tuve un visitante. Él me mostró… cosas. —Tragó saliva con fuerza, apretando los ojos como si no pudiera soportar recordarlo—. Me hizo creer que sin
importar donde te llevara, sin importar lo bien que te ocultara, te
encontrarían. Y si lo hacían, las deudas se pagarían el doble. Dos veces el dolor. Me prometió que si dejaba que su primogénito te llevara fácilmente, te daría una buena vida. Una vida que podría durar años.

Una lágrima rodó por su mejilla. Agarró mi mano tan fuerte que la sangre dejó de fluir. —Por Dios, le creí, _____. Tenía demasiado…
demasiadas cosas para demostrar que decía la verdad. No pude rehusarme. No podía someterte a eso. Las cosas que han hecho…

Respirando hondo, tartamudeó—: Así que cancelé nuestra nueva vida y me quedé, sabiendo que un día te llevarían lejos de mí. —Un sollozo horrible se le escapó—. Lo siento, pequeña. Sólo hice lo que esperaba que fuera lo correcto. Elegí el menor de los males, ¿entiendes? Elegí el que tenía el plazo más largo para poder llegar a liberarte.

Levantó la vista, sus ojos negros llenos de lágrimas e inyectados en sangre. —No pude salvar a tu madre, pero voy a salvarte. Lo haré. Lo juro.

Su confesión arrancó mis propias lágrimas silenciosas. Besé la cima de su cabeza, otorgándole la absolución. —Confío en ti, papá.

Se derrumbó en sí mismo. No tuve la fuerza para preguntarle lo que desesperadamente quería saber.

¿Dónde creía que mi madre estuvo enterrada todo este tiempo?

¿Y qué le mostró Cut para que dejara a su esposa en las manos de monstruos?

—¿Señorita?

El sueño se destrozó.

No es que fuera un sueño, sino un recuerdo. La única vez que Tex habló con honestidad cuando regresé a casa. Entonces olvidó la historia al beber tanto, que no lo recordaba a la mañana siguiente.

—¿Está despierta, señorita?

Me estiré, haciendo una mueca por el calambre en mi espalda. —Sí. Sí, estoy despierta.

Endeudado: Tercera Deuda//MYG Y TÚ//+18 [TERMINADA T4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora