/PALACIO DE MARFIL/
-¡¿Qué rayos pasó aquí?!- Donghae, acababa de llegar de una reunión, queriendo ver a su hijo, pero lo único que encontró sobre la cama fue a nana-¡¿Dónde está Luhan?!
-Baja la voz- pidió la rubia, quien se encargaba de instruir a algunos ángeles sobre la ceremonia de entierro habitual.
-Cómo puedes estar tan tranquila...- jaló del brazo a su esposa encontrándose con una mirada que hace mucho no veía, había caminos de lágrimas sobre sus mejillas, pero en sus ojos había un brillo singular.
-Él volvió- soltó sin poder aguantar más
-¿Cómo...?... ha olvídalo no importa... ¿Dónde está dime? Necesito verlo- pidió en un susurro, escondiendo sus perladas lágrimas, en la curvatura del cuello de su amada.
-Él está bien... pero me temo que aún no lo podrás ver
-¿Qué? ¡¿Por qué no!?-
-Él no está aquí... quería ver a alguien primero- el castaño asintió, entendiendo
-¿Qué le pasó a nana?
-S-se sacrificó por Luhannie- dijo sin poder evitar volver a llorar
Él alto la volvió a abrazar, ambos la extrañarían mucho, él palacio no sería el mismo sin ella en el.
-Papá...- apenas iba llegando y se encontró con la imagen más hermosa, sus amados padres juntos, por lo que no pudo evitar correr y abrazarlos él también.
-Hijo... - susurró, mientras lo apretaba contra su pecho- no vuelvas a irte- pidió
-No lo haré- prometió- pero antes tengo que hacer algo... ¿Dónde está Baekhyun?- preguntó con una sonrisa en el rostro
-En el salón principal- Lu, los miró con extrañes, a ese lugar solo se entraba si es que eras un arcángel o eras citado- oh, no lo sabías... él es el nuevo arcángel líder
-¿Qué?
Se empezó a sentir mareado, empezaba a comprender todo, cada cabo suelto en su mente, pero le parecía tan irreal, cómo es que él, alguien tan importante para él le pudo hacer algo así.
Salió corriendo, sin detenerse ni por los gritos de sus padres, ni mucho menos por los ángeles con quienes iba chocando.
Abrió las grandes puertas dejando atónicos a los sabios y al nuevo arcángel que al verlo palideció.
-Luhan- susurró
-¿Luhan? ¿Solo eso dirás? ¿Acaso no me extrañaste, Baekhyunnie?- dijo mientras se acercaba lentamente a él.
-Claro que si, me... me alegro de qu-que estés aquí- se apresuró a decir
-Me enteré que eres el interino hasta mi regreso... y bueno ya volví- una sonrisa frívola se presentó sobre sus labios, haciendo temblar a más de uno
-Luhan... ¿Qué te pasa?- escuchó la asustada voz de su madre, pero no se detuvo hasta estar frente a su "mejor amigo"
-Así que no lo saben- murmuró- ¿Algo que tengas que decir a tu favor?
-Yo- yo lo siento mucho... no supe que más hacer... Luhan, por favor-
-¡Traidor!- gritó dejando el lugar en completo silencio, a no ser por los sollozos del rubio
-No, Lu... tú... tú no entiendes... por favor escúchame
-Ya escuché lo suficiente...- posó con delicadeza sobre una de las alas del chico que ya hacía de rodillas frente a él, suplicando clemencia.
Miró alrededor y posó su mirada sobre uno de los sabios ~quién ahogó un grito al ver los ojos rojos frente a él~ en cuanto arrancó el primer conjunto de alas, un fuerte grito se escapó de los labios del "traidor"
-¿Duele?... a mí también me dolió cuando intentaste quitarme la vida
-No sigas...- lloró como un niño pequeño, lo cual no detuvo al otro de desgarrarle la otra ala- Lo siento- susurró, sintiéndose morir
-Oh no no no... tú no morirás- murmuró posando su mano sobre las heridas, dejando que su poder las cicatrice- tú aún tienes mucho por vivir- le recordó
-Luhan, lo siento...- volvió a repetir en un hilo de voz
-Lo sé... y también sé que no puedo asesinar al autor intelectual de lo que me hiciste... por esa razón te daré una nueva oportunidad
-P-pero mis alas-
-Oh, no las necesitarás
-¿De qué hablas?- interrogó uno de los sabios
-No juegue con su suerte- amenazó- irás a la tierra, como todo traidor... tendrás allí una nueva vida, en la cual conocerás más que muchos, pero no podrás decir nada... las cicatrices te dolerán hasta el día en que yo te perdone... eres inteligente, sé que sobreviras- dejó un beso en su frente y levanto la mirada a los guardias- llévenselo y asegúrense de que tenga esa nueva vida, prometida
Sus ojos habían vuelto a su color natural, el enojo había sido cambiado por decepción y un poco de dolor en su pecho. Ese no era el castigo que normalmente se imponía, en realidad estaba muy lejos de serlo, pero algo dentro de él, no lo quería en un estado mucho más deplorable, él aún lo quería y hay ciertas cosas que nada, absolutamente nada, cambian.
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ALAS /HunHan/
FanfictionÉrase una vez un ángel y un demonio que se enamoraron. De ese prohibido amor nació vida y esperanza. Aunque uno de ellos nisiquiera llegó a saberlo