/TIERRA/
Faltaba poco para que el invierno finalice, no era la primera nevada como prometió, pero si la última del año.
Se encontraban en un bosque de pinos, en el norte de Canadá, un lugar donde nadie ponía pie, ni siquiera en primavera.
Un hermoso y misterioso lugar, sin duda. Una aurora boreal les dio la bienvenida, después de una larga tarde de lluvia de copos de hielo en polvo.
-Es hermoso- susurró el pelinegro con la boca levemente abierta.
-Te lo dije
Una suave sonrisa se coló en su rostro al escuchar aquello, sonrisa que enloqueció el corazón del más bajo. Con mucha delicadeza el espacio entre sus labios se acortó, un largo y sublime beso, fue la cereza de ese helado y encantador día.
Para ese momento Luhan ya había leído la carta que le dejó su querida nana que en paz descanse, y ambos conocían la razón por la cual el ángel no lastimaba a Sehun al tocarlo. Los dos poseían genes de demonio, por lo que no existía algo que pudiera separarlos, aunque a Sehun le gustaba la otra teoría, la que crearon en una noche de luna llena "Magia infinita y poderosa, que rompe las reglas de la naturaleza", Destino, le llaman.
/FORTALEZA DE PIEDRA/
Sehun, apenas empezaba a poner en marcha su plan de paz y aunque era difícil, las cosas cada día se tranquilizaban más. Demonios y ángeles, no eran amigos, pero al menos ya se podían ver sin intentarse matar y eso, según él, era un gran avance.
Al principio esas ideas molestaron a más de uno, incluso a su padre, pero luego de ver las mejorías, iban aceptándolo.
Su hermana mayor, Astrid, se casó con el "primer amigo demonio de Luhan", Jondae, y todo iba de maravilla entre ellos, pero Sehun no les quitaba la mirada de encima, porque conociéndolos, algo en algún momento se quemaría.
Su madre por otro lado, empezó a sembrar rosas en las fronteras, aún no eran del todo seguras, pero ella tenía la idea de que eso por lo menos, le quitaría ese oscuro y deprimente aspecto.
/PALACIO DE CRISTAL/
Luhan veía con alegría todo el avance que había frente a él, los ángeles parecían mejor descansados, incluso los sabios habían empezado a sonreír, algo extraño y tétrico, según él, pero sonrisas después de todo.
-¿Luhan?- se dio la vuelta al reconocer esa voz
-Suho... ¿Cómo has estado?- preguntó mientras lo abrazaba, se sentía feliz de volverlo a ver... "su primer amor" rio un poco por el recuerdo.
-He estado bien, no puedo quejarme y sé que tú también lo has estado... pero en realidad no estoy aquí para hablar de eso, ni del clima...- Lu lo miró sin entender lo último, ni qué era lo que causaba tanta gracia a su amigo- ¿Entiendes? El clima- dijo secándose las pequeñas lagrimitas que se habían formado en las comisuras de sus ojos
-Claro- respondió aún confundido con un intento de sonrisa en el rostro.
Suho sintiéndose un poco nervioso extendió su mano con un sobre color champagne en ella. El peli plateado la abrió, y no pudo evitar gritar de alegría.
-¡Te casas!
-Así es- afirmó- Yixing ha sido lo mejor que pudo haber llegado a mi vida, después de todo... no sé cómo no lo noté antes- soltó, rascándose la nuca y con un leve sonrojo en las mejillas.
-Lo sé, ambos hacen una gran pareja... muchas gracias, claro que estaré ahí- asintió
-Oh por cierto, trae a Sehun contigo, en realidad me gustaría conocerlo
-Sé que te agradara... ambos tienen un gran corazón- un movimiento de mano y se retiró
Boda, si eso era lo que faltaba para que el reino se sumergiera en brillante felicidad.
Sus padres seguían a su lado, guiándolo como siempre lo hacían. Y cada último domingo del mes, iban a dejar flores en la tumba de su nana y una vela en aquella torre abandonada, que en vez de causarle miedo, le daba una sensación de ternura.
/FORTALEZA DE PIEDRA/
-Pronto será la boda de Junmyeon y Yixing- informó, mientras enredaba sus piernas con las de su pareja- Y ambos estamos invitados.
-Genial, pero... ¿crees que será seguro?- preguntó jugando con los mechones color plata
-Por supuesto, yo mismo me aseguraré de que nadie te ponga ni un dedo encima.
-Oh, pero desde cuándo es tan celoso, joven Xiao
-¿Celos?- se burló- solo no quiero enviudar... digo aún soy muy joven
-Auch- soltó fingiendo tristeza, pero en un sutil movimiento, quedó encima del de ojos avellanas y empezó una guerra de cosquillas, en la cual ganó y su premio fue la mejor de las sonrisas.
-Te amo, Hannie- susurró en su oído, erizando su piel
-Yo también te amo, Hunnie
Como si fuera la primera vez, ellos se volvieron a sonrojar y dejaron que sus bocas dictaran el ritmo que mejor les convenga. Ambos se sentían como un puzzle, completándose a la perfección.
Y es que en este juego de plumas brillantes o incandescentes, nada es seguro, pero en esa milésima de segundo no importaba el pasado, ni mucho menos el futuro, solo dejaron que sus corazones dicten el camino, porque que importa si dentro de mil años, cuando alguien más sea el líder, el juego continúe y el odio entre los de arriba y los de abajo jamás cese. Por ahora se permitieron imaginar que de vez en cuando empatar es la mejor opción y ambos lo saben.
"Erase una vez un ángel de gélido corazón y un demonio con la primavera en su sonrisa, que escribieron su historia en las estrellas y lo llamaron destino"
Y llegamos al final :'v bueno en realidad subiré un epílogo, así que no sufran lol...
pd. yo siempre malogrando mis propios dibujos :'v
pd2. espero les guste el fanart :3
pd3. soy pésima con las alas... lo siento :c
XOXO
ESTÁS LEYENDO
ALAS /HunHan/
FanfictionÉrase una vez un ángel y un demonio que se enamoraron. De ese prohibido amor nació vida y esperanza. Aunque uno de ellos nisiquiera llegó a saberlo