04. Love Me

768 95 27
                                    

«Don't know how to love me»

Al principio, Ji Yong aparecía en su departamento arbitrariamente. No hacía falta que dijeran la gran cosa, simplemente se miraban y todo parecía fluir de manera natural. Posteriormente, las visitas fueron más a menudo, prolongándose por interminables horas. Hasta que finalmente, al cabo de seis meses, Seung Hyun tenía en su departamento al chico cuatro o cinco veces por semana, siempre respetando los días en los que tenía a sus hijas en casa.

Respirando con pesadez, Seung Hyun prestó atención a los pardos ojos de color caramelo, mismos que le observaban detenidamente. Con pereza, apartó algunos mechones de cabello al mismo tiempo en que el joven colocaba ambas de sus manos bajo su barbilla, recargándose así sobre su pecho. Yaciendo ambos desnudos, solamente cubiertos por una ligera sábana de color blanco, descansaban luego de haber tenido una exhaustiva noche.

—¿Qué estamos haciendo, Ji? — inquirió, en medio de un largo suspiro.

—Descansar luego de una tarde completamente placentera. — intentó bromear, sin embargo, sus labios apenas y se alzaron en una mueca que intentó ser una sonrisa.

—Hablo en serio...— murmuró, peinando los mechones de cabello castaño— ¿Durante cuánto tiempo vamos a seguir con esto?

—¿Quieres parar? — preguntó al cabo de varios minutos, apartando la mirada. La verdad era que él no.

—Quiero saber a dónde nos está llevando esto. — dijo mientras sostenía la mejilla del chico, obligándolo a mirarle.

—Todo en lo que puedo pensar es que no quiero dejar de verte. — sentenció antes de recostar su cabeza sobre el pecho ajeno, escuchando los rítmicos latidos de corazón. Segundos después, pudo sentir los largos dedos del mayor hundiéndose en su cabello— ¿Por qué te divorciaste, Seung Hyun? — preguntó de pronto, sin mirarle.

—¿Por qué se divorcian las personas? — rio falsamente— Las cosas ya no funcionaban.

—Eso es mentira. — frunció el ceño. Alzándose, le miró a los ojos— He tenido la oportunidad de conocerte, te he visto con tus hijas. La manera en la que piensas, la forma en la que actúas. No imagino quién podría querer estar lejos de ti.

—Cuando aún era un simple abogado, tenía una única ambición, convertirme en fiscal. Trabajé incansablemente, durante largas horas e interminables días. Mi trabajo se convirtió en mi vida. Me consumía de una forma impactante. Todo a mi alrededor perdió significado. — comenzó a explicar, mirando a algún sitio en la pared— Dejé de prestar importancia a mi familia, mi esposa y mis hijas. —rio sin humor— Pronto, no conocía siquiera la caricatura preferida de mi hija mayor. Llegué a perderme uno de los cumpleaños de mi hija más pequeña. No estuve en los momentos más importantes en su vida. — sentenció, suspirando profundamente— Salía antes de que el sol saliera, y regresaba cuando éste ya no estaba.

—Tenías una meta...— trató de conciliarlo. El mayor sacudió la cabeza.

—Pasaba más tiempo en el despacho que en casa. — le miró a los ojos— Mi matrimonio se enfrío. La relación entre mi exesposa y yo perdió sentido. Nos convertimos en un par de extraños. — sonrió— Un buen día, me ofrecieron el puesto de ayudante del fiscal en Gangnam. No era a lo que aspiraba, pero ayudaría...— chasqueó la lengua— Esa tarde volví temprano a casa, Seung Yeon estaba esperándome. Dijo que no podía seguir así, y que las cosas se habían salido de control.

—No entiendo...

—Había estado viendo a alguien. — ante el desconcierto del menor, Seung Hyun no hizo nada más que sacudir los hombros— La persona con quien volvió a casarse.

GUYS MY AGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora