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-Estuvo fabulosa esa cena. -Sierra se acariciaba el estómago en círculos.

-Aún tengo un hueco en el que podría entrar un postre más.- suspiré.

-Por mi no hay ningún problema si regresamos allí y comemos más.- Sierra fingió dar media vuelta hacia el restaurante italiano.

-Ni lo pienses, tendrás que llevarme a casa rodando si vuelvo a ese lugar.- reí.

-Hablando de casa, ¿te quedarías esta noche conmigo? Papá y mamá no están y me da miedo quedarme sola.

-Seguro, solo que tendrás que prestarme ropa para mañana.

-Por supuesto. ¿Podríamos pasar a la tienda de discos antes de irnos?.

-¿Otro disco? Compras uno nuevo cada semana, no creo que haya tantos cantantes en el mundo.- fruncí el ceño.

-No seas exagerada, hace mucho que no compro uno. El disco ganador de este día será el de Josh Lambree.- dijo parando en seco afuera de la tienda posicionándose a lado de una figura de cartón del cantante.

Rodé los ojos y entré a la tienda rapidamente.

-Debe de estar por aquí.- Sierra comenzó a caminar por un largo pasillo con la letra "J" en un cartel negro.

Comencé a caminar por los pasillos curiosa mirando todos los discos. Había de todos los géneros que pudieras imaginar, esta era mi tienda de discos favorita, podrías encontrar cualquier artista que quisieras.

Pasillo "J", "I", y el pasillo "H".

-Harry... .- susurre al encontrarme con una sección dedicada al chico tatuado; todos sus discos se encontraban aquí, incluso el más reciente, aunque prácticamente es viejo, ya que salió a la venta hace dos años, espero que pronto escriba nuevas canciones.

-¡Barbie!.- mi amiga llegó a mi lado.

Rodé los ojos por la manera en la que me llamó.

-Con que viendo los discos de Harry Styles ¿eh?.

Sonreí.

-Ya pasaron dos años desde su último disco, espero que ahora mismo esté escribiendo nuevas canciones porque necesito nueva música.- se dio media vuelta y caminó a la caja.

¿Que estará haciendo en este momento?

-¡Gracias por comprar en Vinilo!. -la frase del trabajador me dio paso para salir de la tienda.

-

-Mis piernas duelen.- me tumbé de espalda en la cama de Sierra.

-Todo mi cuerpo duele.- dijo sentándose en la silla giratoria de su escritorio.

-Si no fueras una compradora compulsiva no tendríamos que haber cargado tantas bolsas.- me quejé.

-No soy una compradora compulsiva, eso es ridículo. Solamente compro lo necesario.- se encogió de hombros.

Me puse de pie y me acerqué a su estéreo decidida a hacer sonar el último álbum de Harry.

-Alguien ha estado pensando en Harry Styles el día de hoy.- soltó una risita al escuchar las primeras notas de la canción.

Me duele mucho no poder hablar con Sierra sobre Harry, ya que no le conté lo sucedido en las vacaciones. No tuve una razón para no habérselo dicho, solo no lo hice, tal vez en algún momento se lo cuento y le muestre las fotos, se volverá loca.

-Algo así.- reí.

-Creo que pondré toda la ropa en su sitio, porque si la dejo en las bolsas nunca jamás la guardaré.- Sierra comenzó a sacar toda la ropa y la colocó en la cama, creo que había por lo menos treinta prendas nuevas en la cama.

¿Quieres venir? - H.S |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora