3. Cuartel-

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Ese fin de semana, Yoongi se la pasó corrigiendo los exámenes que había tomado durante la semana. Se sostuvo el puente de la nariz, mientras suspiraba frustrado, ¿Cómo era posible que, de 28 alumnos, solo 10 aprobaran? Sabía que los adolescentes de por sí eran estúpidos, además de que estaban más interesados en cualquier otra cosa, que en lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial. De todos modos, era su deber como profesor de historia evaluar esos contenidos.

–¿En serio Kihyun, Josh Washington? ¿Aliado de Hitler? – bufó molesto. De verdad sus alumnos eran estúpidos hasta para inventar las respuestas.

– Niños tontos. – dijo para sí mismo, mientras colocaba un gran y rojo 1 en el último examen. El día anterior se había levantado con una resaca abrasadora, sintió como si se le hubiese licuado el cerebro. Debía presentar la planilla con las notas al día siguiente, y gracias a su ajetreada noche del viernes, había pasado gran parte de su sábado durmiendo y ahora se encontraba desde la mañana, concentrado solo en su trabajo. Ni siquiera se permitió tomarse un tiempo para pensar bien en los sucesos ocurridos hacía dos noches.

Luego de culminar su trabajo, y cenar un ramen instantáneo, Yoongi se dio una ducha y se acostó dispuesto a descansar pacíficamente, hasta que recordó un molesto detalle. Ese lunes, era el primero del mes de agosto, lo que significaba una sola cosa: excursiones para la orientación vocacional. Chilló malhumorado, en realidad, ¿para qué necesitaban niños de 15 y 16 años conocer acerca de oficios o profesiones? Aun les quedaban un par de años en la secundaria antes de graduarse y elegir una carrera.


Era lunes por la mañana, y ya se encontraban en los autobuses, junto a los grupos de segundo año de la secundaria en la que trabajaba. Por sorteo, Yoongi junto a Namjoon, Jungkook y la profesora de literatura, Sunmi, eran los encargados de acompañar a los niños en esa excursión.

– Ánimos hyung, son solo dos horas de excursión, y luego podrás huir de nuevo a tu madriguera para regar tus plantas y mirar tus dramas. – dijo Jungkook con la boca llena mientras comía una barra de cereal.

– ¿Por qué todos creen que tengo plantas que regar, que sucede con ustedes? – preguntó Yoongi, algo malhumorado.

– Kook tiene razón, la ventaja de haber sido designado chaperón de este mugre viaje, es que son solo dos horas de trabajo y luego, cada cual a su casa.

– Nam, que haces aquí? ¿No deberías estar en el otro autobús con noona?

– A-a que t-te refieres? Que no iba a ir Jungkook con Sunmi noona? – balbuceó nervioso el moreno.

– Umm, hola? Huyng estoy aquí a tu lado, hemos estado hablando desde hace 15 minutos que empezó el viaje. Si me hubiese tocado el otro autobús, estaría allí no crees?

Los tres se miraron nerviosos.

– Esto se va a poner feo.


Luego de otros 15 minutos de viaje, y unas 20 llamadas de Sunmi ignoradas por Namjoon, llegaron a su destino. Los estudiantes bajaron de los autobuses algo alborotados, comenzando a impacientar a un pálido pelinegro, que estaba acostumbrado a lidiar con un grado de 18 o 19 adolescentes, pero casi 30 juntos, le provocaban el querer gritar. 

Luego de reunir al montón de niños, y de que Namjoon recibiera un zape en la nuca por parte de su colega, se dispusieron a entrar a la estación de bomberos, donde el oficial superior los estaba esperando para guiar la visita.

– Buenos días estudiantes, buenos días profesores. Mi nombre es Choi Siwon y soy el oficial superior de este cuartel, lo que quiere decir que mi puesto es de comandante general, y tengo a cargo a todos los cabos que trabajan en esta central. – Un hombre alto y de cabello y arreglado, recibió al grupo en el patio principal del gran cuartel. Yoongi pensó que ese elegante hombre, lucía como el típico bombero que siempre se veían en las películas.

Señor Hetero (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora