Capítulo 2

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- ¿Quieres que se quede? ¡Luhan, no puedo creerlo!- Sehun estaba molesto, era evidente por su ceño fruncido y cara de pocos amigos. Luhan se limitaba a mirarlo con cara de perrito abandonado esperando ablandar el corazón de ese gran Alfa.

- Es un buen chico, Sehun. Necesita ayuda.

- ¿Buen chico? Ni siquiera lo conocemos, además, ya lo ayudaste. Le hiciste de comer, tomo una ducha- el Alfa comenzó a enumerar cada una de las cosas que había hecho por Chanyeol, el lobo entrometido – Le diste ropa limpia que por cierto era mía y de mis favoritas...

- Sehun, tienes cinco pijamas iguales a esa- dijo Luhan, interrumpiendo el alegato del más alto.

- Pero esa era mi favorita y ya no podre usarla, él la apesto.

- La lavare y ya.

- Ese no es el punto- gruño Sehun como si fuera un cachorro en medio de su berrinche.- No lo quiero aquí.

- Te estas comportando como un niño- el omega cruzo los brazos sobre su pecho, aquella discusión infantil comenzaba a molestarlo.

- Eso no es cierto.

- Entonces dame una razón válida por la cual no deberíamos ayudarlo- lo reto Luhan.

- Para empezar tú celo. ¿Qué harás cuando vuelva? Él definitivamente querrá meterse en tus pantalones y puedes jurar por el infierno que no lo permitiré, así que ¿Estás dispuesto a cargar con una muerte en tu conciencia?

- Eres un dramático.- Luhan rodó los ojos con exasperación, a veces Sehun lograba sacarlo de sus casillas- Si tu preocupación es por mi celo, tranquilo, yo me las arreglare. Le diremos que vaya a acampar por la semana de mi celo o nosotros nos encerramos en la habitación mágica – la habitación mágica era un cuarto en la cabaña dónde ponía las cosas que Sehun solía romper en sus rabietas pero lo había decorado de tal forma que lucía como un lugar fantasioso, el omega tenía una mente muy creativa y cada cosa que el Alfa destruía el omega lo transformaba en algo maravilloso. Ese lugar era especial para ambos, allí iban cuando necesitaban hablar o aclararse, también habían compartido momentos íntimos, era simplemente su lugar especial.

- No sabes lo que es un Alfa caliente.

- Sé cómo eres tú.

- Es diferente- Sehun imitó su acción y se cruzó de brazos, parecía decidido a no ceder.

- ¿Cómo?

- Ese no es el punto- el Alfa tomo varías respiraciones, no entendía por qué Luhan insistía en meter a otro macho a la casa. Sabía que el omega podía ser muy maternal y poseía un corazón tan grande que estaba dispuesto a ayudar a la más débil de las criaturas pero ¿Ese lobo? No, no y más no.- Otro punto es que no puedes tener a dos Alfas bajo el mismo techo y es peor con un omega en medio.

- Por favor, esa ni siquiera es una excusa, mucho menos una buena razón.- Sehun gruño. Luhan suavizo sus rasgos, sabía que con gritos y regaños nunca llegaría al Alfa así que poso la más dulce de sus sonrisas, se acercó al alto y puso sus manos sobre los fuertes brazos contrarios acariciando suavemente- Necesita ayuda, Hun. Es como nosotros hace tres años, perdido, solo, descuidado, ¿Lo recuerdas? ¿Cuándo nos conocimos?

Sehun lo hacía, había pasado un mes desde que lo desterraron de su manada, estaba cansado y hambriento, había llegado a la cabaña de pura casualidad. Había parecido una estrella brillando en la oscuridad, la sorpresa que se llevó cuando al entrar al lugar en su forma de humano le llegaron por atrás con un fuerte golpe. Era Luhan, quien asustado por el intruso había tomado un viejo sartén de la cocina y lo había golpeado en la espalda con él. Ante la amenaza, Sehun había actuado derribando al pequeño al suelo e inmovilizándolo debajo de él. Cuando el Alfa observo a su pequeño agresor algo dentro de él despertó, como una pequeña chispa que pronto se convertiría en un incendio.

Malas Decisiones -HunHan-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora