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Después de varías semanas de estar fuera de la ciudad, la señora Jeon regreso hacía su hogar en la madrugada.

Después de haber entrado y haber ido al cuarto de jungkook, se sorprendió tanto por mirar al rubio y al peli castaño acostados en la cama abrazados.

Discretamente cerró la puerta y sonrió al pensar en su hijo y Jimin, al fin estaban juntos como se habían prometido desdé pequeño.

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Jungkook despertó al sentir como la pierna de Jimin estaba sobre su estómago. El peliCastaño hizo una mueca de dolor y removió la pierna del rubio con cuidado, para después pararse e ir por un vaso de agua, estaba tan agotado. Jimin no lo había dejado descansar, toda la noche estuvo sobre él.

El pelicastaño bajó las escaleras, dirigiéndose hacía la cocina aún soñoliento.

Todo iba normal, hasta que escuchó una ligera risa que provenía de la sala. Las piernas de peli castaño empezaron a temblar,puesto que no había nadie más en casa, y Jimin estaba dormido aún.

No entendía porque se escuchaban risas.

Jungkook agarró un sartén y a paso lento se fue acercando hacía la sala. Tragó saliva y salió de golpe.

-¿Quién eres y por qué estas en mi casa?- gritó el peli castaño mientras alzaba el sartén -M-mamá.

-jungkook, cariño-
la señora Jeon dejó de mirar su programa y de acercó hacía el peli castaño.

Gracias a Dios, Jimin y él después de terminar de hacer cosas pervertidas la noche anterior se habían colocado ropa cómoda para dormir. Estaría muy apenado si su mamá lo hubiera encontrado sin ropa.

-Has regresado- sonrió el peli castaño.

-Así es. Lamento haber tardado mucho, tu abuela no se mejoraba- suspiró la señora Jeon mientras se sentaba en el sillón -pero ahora ella está mejor.

-Me alegro mucho.

-Sí. Oye jungkook.

-Dime mamá- respondió Jungkook.

-Tú- la señora Jeon lo miró a los ojos
-¿Qué hiciste en tu semana de celo?, ya sabés a lo que me refiero, me habías dicho que no tenías supresores.

Las mejillas de jungkook se pusieron rojas, no pudo evitar pensar en Jimin, él era la persona que lo había ayudado.

-Y-yo compré nuevos supresores.

-¿En serio?, ¿con qué dinero?- cuestionó la señora Jeon. Jungkook dudo un poco.

-tenía pequeños ahorros- sonrió el peli castaño.

Estaba pasando por una gran crisis, no sabía que responder. No podía decirle a su madre lo que había pasado mientras ella no estaba, ella lo molestaría todo el día con eso y se burlaría.

-Jungkook No Compró Supresores -Jimin apareció detrás de jungkook todo soñoliento aún.

"Pinche perro metiche, nadie te preguntó negro qliado" pensó jungkook al escuchar al menor.

-Ah, Jimin, ¿estabas aquí?- sonrió la señora Jeon fingiendo que no lo había mirado.

-Siempre he estado aquí- sonrió el mayor mientras se acercaba a jungkook.

-Bien, dime jungkook ¿cómo le hiciste?- cuestionó de nuevo la señora Jeon.

-Compré supresores mamá.

-Eso no es cierto, él me utilizó a mí- Jimin se hizo la víctima.

-¿Qué dijiste imbécil?- frunció el ceño el peli castaño.

-Nada, que eres muy tierno- el mayor le pellizcó la mejilla a jungkook.

-Te escuché pedazo de escroto.

La señora Jeon empezó a reír, ella sabía que Jimin y jungkook eran novios, tambien sabía que Jungkook no había usado supresores, instinto maternal, así es, porque no le alcanzaba para poner cámaras.

-Está bien, es normal cariño, no tienes porque avergonzarte, ahora que tienes Alfa, no necesitarás supresores - sonrió la señora Jeon- sólo espero que hayan usado protección, ya saben a lo que me refiero, están muy pequeños para tener bebés.

Ambos chicos abrieron los ojos y dijeron "mierda".
Jungkook tenía que tomarse la pastilla.













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Eres Mio «JIKOOK»┇ AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora