Epílogo; Trolli.

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Querido Javier, Vinagrito... Trolli.

Hace más de un año que ustedes volvieron a por mi. Desde entonces no hemos hablado mucho más que algunos mensajes y tal vez creas que estoy enojado con ustedes o que soy un cobarde ¿Pero eso importa a esta altura?

La realidad es que tengo una vida aquí, no tengo mucho que perder pero detesto los cambios. Me basta con saber que ustedes son felices. Ahora yo estoy mejor a diferencia de los últimos siete años de mi vida, hay paz en mi vida.

Te alegraria saber que abrí mi propia cafetería y que una antigua amiga me ayudado en la elaboración de los postres; cada día voy mejorando. El olor del café siempre me ha recordado a ti así que realmente nunca sales de mi cabeza.

Ninguno lo hace.

Suelo irme de viaje para mirar el mar y pensar en lo que nos ha pasado, son demasiadas cosas, quisa tantas que nunca pensamos superar... y miranos, la vida finalmente nos sonrió.

Me agrada la idea de ya no tener miedo; amo que los días ya no sean tristes.

Lamento cada una de las cosas que te hice pasar. Has sido de las mejores por no decir la mejor cosa que me ha pasado en la vida; tal vez yo sea lo contrario para ti. Son tan importantes para mi, más de lo que imaginan.

Las cosas finalmente están bien. Ustedes están juntos y yo por fin sonrió.

A veces veo mi álbum de fotos para mirar a Sparta y pensar en todo lo que me gustaría decirle, seguramente me golpeara pero seria genial charlar con el y abrazarle. Lo extraño.

¿Será tarde para pedir más disculpas?

¿Sabrá en donde estoy?

En fin, ya no me atormento tanto pensando en que hubiera pasado si...

¿Qué hubiera pasado si jamás los hubiera delatado, si jamás hubiéramos querido escapar,  si nunca nos hubiéramos conocido?

Ahora estoy conforme con saber que todo paso y que por fin la aparente tormenta se fue.

Siempre estarán conmigo, ni la muerte nos separará.

Aun recuerdo a aquel niño rebelde de cabello negro a juego con sus ojos azules, tan azules como el reflejo del cielo en el mar.
Los recuerdo a todos y cada uno de ustedes, incluso recuerdo las mínimas cosas que resultaban ser insignificantes.

Son como mis diamantes. Tan preciados que los seguiré desde lejos para asegurarme de que todo este bien.

Finalmente el río fluye en calma. Finalmente se donde están.

Nos veremos algún día, no lo dudes. Saluda de mi parte a cada uno de ellos.

Atte. Miguel "Mike".

@Globit0o

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