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Sólo cuando tocó el frío concreto de la baranda del balcón, Mabel pudo tomar un poco de aire

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Sólo cuando tocó el frío concreto de la baranda del balcón, Mabel pudo tomar un poco de aire. Hiperventiló cuando salió de la vista de los demás, con una ansiedad carcomiéndola de pies a cabeza.

Esa opresión en su pecho cuando vio a esas personas. Aquella necesidad de llorar. El dolor que se incrustó en su cabeza al ver a ese chico a los ojos.

Apretó sus uñas en el concreto queriendo herirse para distraerse porque por dentro sentía que iba a perder la cordura en cualquier momento.

Tomó una bocanada de aire y tosió un poco, encorvando su espalda y observó la pequeña mancha de sangre que dejó en la palma de su mano al limpiar la saliva.

Giró su cuerpo, sólo un poco y pudo observar al chico de cabello igual al suyo, siendo capaz de intuir la relación que ambos tenían.

Dipper observó horrorizado la sangre que manchaba tanto sus labios y manos, se acercó, reprimiendo sus lágrimas.

— Perdón.

Mabel ni siquiera parpadeó, dejando que él limpiara la sangre con su propia ropa y lo miró en un silencio abrumador. Un silbido del viento se escuchó a lo lejos y no sabía por qué sentía tanta ansiedad al observarlo.

— Me dije a mí mismo muchas veces que eso sería lo primero que te diría al encontrarte. — su labio inferior tembló y apenas podía mantener la compostura — Perdóname.

— No tienes que disculparte, yo ni siquiera te conozco.

Dipper dejó de respirar por un momento al escuchar esas palabras y observó el celeste de los ojos de Mabel brillar.

— Lo sé. — si pudiera describir lo que sentía por dentro en este momento, quizá sería agonía. Una agonía que lo destrozaba de una y mil formas, dejándolo en el borde de un precipicio — Y es mi culpa que no me recuerdes. Yo te dañé con nuestra pelea, no te detuve al verte salir de la cabaña y por eso viniste a parar a este lugar, te hice daño Mab.

Oh, quería llorar. Mabel apretó sus manos entre sí, apartando la mirada de él. ¿Qué era esta incesante opresión en su pecho y el nudo en su garganta que parecía querer cortar su respiración? Lo odiaba, quería que se fuera.

— No quiero escuchar más, vete.

Escuchó el golpe en seco de las rodillas de Dipper golpear el suelo y lo miró de vuelta, sorprendida.

— Vuelve conmigo Mabel, por favor. Sin ti voy a morir.

Las lágrimas que Dipper intentó oprimir salieron una por una. Tan rápido que se convirtieron en hilos recorriendo sus mejillas hasta caer, humedeciendo su ropa.

— Te extrañé como no tienes idea. Me arrepentí cada día desde que desapareciste. Te busqué todos los días, jamás paré o dejé de pensar en ti.

Un suspiro desolador escapó de los labios de Mabel, sin saber cómo reaccionar.

— Soy Mabel. — susurró mientras se colocaba de rodillas, frente a Dipper — Una humana que borró su memoria a voluntad propia con poderes que no son míos, mismos que me matarán algún día. Poderes que me fueron dados involuntariamente por Bill Cipher, con quien quiero pasar el resto de mis días a su lado.

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⏰ Última actualización: May 15 ⏰

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