La Legión

IV

Jake estaba incomodo ¿Por qué? Simple es agua nunca había sido su fuerte así que estar rodeado por kilómetros y más kilómetros de esta no era una sensación precisamente agradable. Eliza intentaba calmarlo todo lo que podía, pero Jake parecía ser un caso perdido... Ya había vomitado la mayor parte de su desayuno y probablemente parte de su almuerzo, Pero el mareo no pasaba

- Tu amigo parece enfermo- Dijo el capitán Humbert mientras dirigía el barco

- No me di cuenta – dijo con sarcasmo Eliza mientras le daba palmaditas en la espalda a Jake

- Y díganme – Continuo cauteloso Humbert ignorando el comentario de Eliza- ¿Qué van a ir a hacer dos púbertos riendo solos a la capital

- Tenemos que hablar con el jefe supremo Lycon – Logro decir a duras penas Jake

- ¿Lycon? - digo el capitán bastante sorprendido- ¿porque tienen que ir a hablar con él? Para que sea con el líder de todos los lobos, significa que algo malo está ocurriendo- Agregó Adoptando una actitud seria

- No importa, Tenemos que ir con él es todo lo que necesita saber- Anuncio cortante Eliza- Ahora se ha tan amable de dejar de interrogatorio y solo dedíquese a llevarnos, que para eso contratamos su servicio o ¿me equivoco?

Jake le lanzo una mirada que reprobaba su actitud hacia el capitán Humbert y Eliza se limitó a ignorarlo además ella tenía una extraña sensación desde que se habían subido al bote lo cual le causaba nervios y hacia que actuara de tal manera con el capitán

De un momento a otro, el agua comenzó a darle fuertes sacudidas al bote, El viento soplaba con violencia y con él las gotas de lluvia que empezaron a caer sin ningún aviso. La llovizna no dejaba ver al capitán Humbert la ruta, las olas superaban los cinco metros de altura. Eliza nunca había estado en una tormenta en el mar, pero podía decir que era una de las peores, ella rápidamente busco y pregunto en que podía ayudar al capitán para ver si podían salir vivos de esta. El Capitán a pesar de solo tener un ojo se movía con agilidad y rapidez a lo largo de su embarcación.

Jake lo único que le provoco fue que su mareo amentara con creces así que Eliza lo hizo sentarse en una esquina mientras veía en que podía ayudar al capitán, aunque no alcanzo a dar ni tres pasos cuando sintió una mano que lo sujetaba del hombro. Para Eliza sin duda él era Jake, pero algo en él había cambiado de un momento a otro: Sus ojos... Estos ya no eran de color avellana, sino que eran de color plateado, como la mismísima luna

- Tengan cuidado – dijo con la voz de Jake, pero un tanto distorsionado, lo cual la hacía aterradora- Todo se va a cumplir por que la profecía ya ha llegado

El falso Jake, se paró de un salto y arrojo a Eliza quien choco su espada contra la base del mástil. Jake fue con pasos largos hacia Eliza con una mirada escalofriante pero cualquier cosa que iba a hacer, no lo logro ya que un golpe por parte del capitán Humbert lo dejo inconsciente.

-Me agradaba el muchacho

Tras caer al suelo Jake el cielo se despejo y el mar se calmó...